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Introducción
Con el tiempo, he escrito varias series exhaustivas de artículos sobre el resultado del gran conflicto entre Occidente y el Sur Global, la más reciente titulada «La guerra entre dos mundos ya ha comenzado» (Parte1; Parte2; Parte3; Parte4; Parte5). Llegué a la conclusión de que este conflicto se prolongará durante mucho tiempo, pero que la multipolaridad del Sur Global acabará imponiéndose.
Desde hace tiempo, he estado considerando escribir una nueva serie que analice las distintas zonas de conflicto de forma secuencial: las militares (Gaza, Cisjordania, Siria, Líbano, Irán, Ucrania, Groenlandia y ahora Venezuela); las económicas (las guerras arancelarias y de sanciones que Estados Unidos ha emprendido contra China, Rusia, India, Brasil, Japón y Corea del Sur, entre otros). Será un proyecto de gran envergadura y probablemente no lo abordaré hasta el próximo año.
Sin embargo, mientras me preparaba para esta serie, uno de mis amigos más cercanos y interlocutores —un hombre italiano culto y con experiencia— me inspiró a considerar la idea de que el mal, cuando se desata sin control y se utiliza en dosis psicopáticas, puede vencer incluso a un oponente racional y culto en todos los demás aspectos. – Tuve que considerar la idea de que el mal, cuando se desata sin piedad y se utiliza en dosis psicopáticas, puede vencer incluso a un oponente superior en términos de todos los criterios racionales e intelectuales.
Hoy estamos explorando estas ideas.
Definición de maldad
El mal, como concepto, se define generalmente como un comportamiento profundamente inmoral y se asocia con acciones que causan sufrimiento y dolor innecesarios a los demás. En la literatura y la filosofía, el mal es uno de los temas principales. El Maestro y Margarita de Bulgákov, Dostoievski, Tolstói, Sócrates y muchos otros lo abordan con una profundidad que mi intelecto simplemente no puede comprender.
Cuando me siento abrumado por conceptos abstractos, suelo buscar ejemplos; en este caso, la maldad en la geopolítica. Si le preguntas a cualquier persona sobre el mal en la historia, te verás inundado de términos y nombres como nazis, Hitler, Pol Pot: los ejemplos más conocidos del mal en la historia reciente, nombres y grupos que los medios de comunicación occidentales mantienen vivos sistemáticamente. Como siempre, se nos presenta una visión del mundo simple y atractiva para distraernos de lo que es verdaderamente malvado, y que está presente.
¿Quién personifica el mal en geopolítica?
Si uno se aventura más allá de los caminos trillados de la historia propagandística occidental, pronto se topará con un libro que debería considerarse una obra de referencia sobre la historia del siglo XX: «Conjuring Hitler: How Britain and America Made the Third Reich» de Guido G. Preparata. Un libro cuyo contenido permanece oculto al público general. Preparata no solo demuestra meticulosamente que Hitler fue financiado y su ascenso al poder gracias a fondos estadounidenses y británicos, sino que también desmiente el mito de que la Primera Guerra Mundial fue iniciada por los alemanes y no por los británicos. Además, Preparata prueba que los británicos no solo depusieron al zar ruso Nicolás II en 1917 y llevaron a Lenin al poder, sino que también apoyaron ostensiblemente a los Blancos en la Guerra Civil Rusa (1917-1922), solo para dejarlos desangrarse en una auténtica carnicería; aproximadamente 10 millones de personas murieron en esta sangrienta guerra liderada por los británicos.
A los poderosos de este mundo no les gusta este magnífico libro. Por ello, la entrada de Preparata en Wikipedia ha sido eliminada y ahora se puede encontrar en pluspedia.org.
Los británicos perdieron su supremacía como potencia hegemónica tras la Primera Guerra Mundial, pero definitivamente para la Segunda Guerra Mundial; al menos eso es lo que se cree. Esto puede ser cierto en lo que respecta a Gran Bretaña como potencia mundial y entidad política. Sin embargo, el poder de los británicos como unidad política parece ser mayor de lo que correspondería en términos militares. Los británicos se nutren de mitos como el SAS, James Bond y el MI6, porque sus fuerzas armadas ya no son lo que fueron. Los arrogantes isleños cuentan actualmente con más almirantes que buques de guerra.
Durante mi visita a oficiales retirados de la CIA y a antiguos altos mandos de las Fuerzas Armadas estadounidenses este verano, el desequilibrio entre la fuerza militar real y la influencia británica fue un tema recurrente. Por un lado, la influencia británica se puede atribuir al MI6, ya que el servicio secreto británico opera sin escrúpulos morales y es sumamente eficiente e implacable. Un colega veterano me habló de la Operación Ajax, cuando el MI6 derrocó a Mohammad Mossadegh en Irán en 1953. Los británicos contaban con la CIA a su lado, que los seguía como a un aprendiz, asombrada y admirada; una actitud que, según mis fuentes, la CIA aún mantiene hoy hacia sus colegas londinenses.
Ciudad de Londres - Rothschilds
En relación con el poder británico, el término «City de Londres» y, en privado, el nombre Rothschild, surgen una y otra vez. Cuando se trata de términos y contextos que quienes ostentan el poder desean mantener ocultos, es relativamente fácil confirmarlo: mi pregunta a GROK, « ¿Qué sucede con el poder de la City de Londres?», fue respondida tras unos quince minutos con un « Sin respuesta ». Eso también es una respuesta.
Los Rothschild se hicieron famosos, entre otras cosas, por ser los primeros en enterarse del resultado de la batalla de Waterloo gracias al uso de palomas mensajeras, obteniendo así una ganancia fabulosa con los bonos británicos. Lo cierto es que, durante siglos, los Rothschild financiaron a todas las partes involucradas en cada guerra y gran proyecto, y siempre salieron victoriosos, fieles a su lema: cuanta más sangre se derrama, más ricos nos hacemos.
Además, la influencia de los Rothschild en los bancos centrales occidentales es, sin duda, un hecho. Mayer Amschel Rothschild (1744-1812), fundador de la gran dinastía, dijo en una ocasión:
"Dadme el control del dinero de una nación y no me importará quién haga sus leyes." MAYER AMSCHEL ROTHSCHILD (1744–1812).
La fortuna de los Rothschild era y sigue siendo legendaria. Por ello, su influencia política se extendía no solo a Londres, sino a todo el continente europeo. La riqueza y el poder de los Rothschild eran tan enormes que incluso poetas —como Heinrich Heine— escribieron a menudo sobre ellos, a veces con admiración, a veces con ironía, pero siempre con acierto. Heine, que conoció personalmente a James de Rothschild (París), escribió en una carta en 1843:
El poder de los Rothschild era, por tanto, mayor que el de los reyes, y se basaba en una ingeniosa red de información, poder político y, sobre todo, recursos financieros que superaban los de todas las casas reales y parecían inconmensurables.
En 1815, los Rothschild intentaron establecer una base de poder en Rusia durante el Congreso de Viena. Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano, ya que el zar Alejandro I logró impedirlo. Los Rothschild prometieron venganza y se rumorea que la masacre de la familia del zar, incluidos todos sus hijos, en Ekaterimburgo en 1918, se remonta a los Rothschild; desconozco si esto es cierto.
Desde 1945, se dice que los Rothschild ya no existen como potencia
Los propios Rothschild y los principales medios de comunicación de todo el mundo pretenden hacer creer a la población mundial que este hegemón del dinero y el capital global no ha tenido una influencia significativa desde la Segunda Guerra Mundial y que ahora se limita a gestionar unos pocos bancos privados, coleccionar arte, administrar castillos y elaborar vinos exquisitos. No existe ninguna prueba de que los Rothschild se empobrecieran tras la Segunda Guerra Mundial, y probablemente sería la primera vez en la historia de la humanidad que una dinastía renunciara voluntariamente al poder y al dinero. Es difícil determinar cuánto poder ejercen realmente los Rothschild en la actualidad. Sin embargo, también fueron los grandes financiadores de las familias industriales más ricas del siglo XIX en Estados Unidos. Parece probable que estas estructuras de poder sigan vigentes hoy en día y ejerzan su influencia financiera, entre otros, a través de entidades como BlackRock. La composición exacta de estos titiriteros es desconocida para los ajenos a la familia, y cuando hice preguntas, me aconsejaron no indagar más. No sería bueno para mi salud, y correría el riesgo de ser tachado de teórico de la conspiración por los charlatanes comprados de los medios occidentales.
El poder que nadie quiere reconocer
En mi opinión, son estos grupos quienes ostentan el poder en los países del Occidente colectivo, han determinado el destino del mundo durante siglos y harán todo lo posible por seguir haciéndolo en el futuro. A estos grupos no les importa si la mitad de la humanidad perece en un conflicto que los enriquece y les otorga aún más poder. Estos grupos no piensan en términos de trimestres, como los estadounidenses, sino en términos de décadas y siglos. La ley, la moral y la decencia no son conceptos que tengan valor alguno para estos poderosos. Nunca tienen que rendir cuentas al público ni justificar sus acciones ante la humanidad. En cambio, mantienen sirvientes, actualmente en la forma de personas como Trump, Macron, Merz, Starmer, Netanyahu, etc. Estos, a su vez, proclaman e implementan lo inaceptable, lo indecible, y hacen que tabúes como el genocidio sean socialmente aceptables, apoyados por los medios de comunicación occidentales cuyos responsables de la toma de decisiones son chantajeados o comprados – véase mi artículo Genocidio como 'autodefensa' - Los medios de comunicación occidentales como cómplices del genocidio en Gaza”.
Las herramientas que traducen lo indecible
¿Recuerdan el solemne alto el fuego y el intercambio de rehenes entre israelíes y Hamás? ¿Hace cuántos días fue eso? Personalmente, ni siquiera creí necesario que nuestro blog lo mencionara, porque habría apostado mi casa a que se trataba de una farsa engañosa de Estados Unidos e Israel, y tenía razón. Representando todo lo desagradable de este mundo, escuchemos a Ben Gwir.
Los israelíes han perdido así hasta el último ápice de credibilidad; dudo que la humanidad, como sociedad en su conjunto, pueda permitirse tener miembros así. Sin embargo, los medios de comunicación occidentales se están preparando deliberadamente para la continuación del genocidio, como ejemplifica el periódico suizo Neue Zürcher Zeitung (NZZ) el 29 de octubre de 2025:
Llamamientos a la escalada militar
Lo cierto es que Occidente está adoptando posturas que carecen de sentido si se considera el equilibrio de poder. En el caso del conflicto de Ucrania, por ejemplo, el triunvirato de los dispuestos —Merz, Starmer y Macron— exige la retirada de las tropas rusas o, al menos, una congelación del conflicto en la línea de contacto, a pesar de que a los rusos no les interesa en absoluto. Los constantes cambios de opinión del Sr. Trump no aclaran la situación, pero sí provocan que los supuestos expertos en Rusia, como Gilbert Doctorow, de quien hablamos recientemente en «Cuando un "experto" pierde el norte», parezcan perder la calma. Hace dos semanas, anunció que, debido a la vacilación del presidente Putin, las «élites» rusas se preparaban para derrocarlo, sin especificar quiénes eran esas «élites».
Lo cierto es que en Rusia hay voces que abogan por una acción más contundente contra Ucrania, o incluso por ataques contra instalaciones de la OTAN. Sin embargo, esto no es nada nuevo; es tan antiguo como el propio conflicto. La posibilidad de una postura más agresiva también se debatió animadamente entre mis contactos y se mencionó en artículos como «Las consecuencias de la conversación interceptada de la Fuerza Aérea alemana significan guerra». Hasta ahora, el Kremlin se ha abstenido de tales escaladas. Digo «Kremlin» porque la afirmación de algunos «expertos» de que el presidente Putin toma decisiones unilateralmente es una completa fantasía. El presidente Putin cuenta con un excelente equipo con el que trabaja, al que escucha y, posteriormente, toma decisiones. Tanto en Oriente como en Occidente, la gente debería agradecer que el presidente Putin no se deje provocar por los extremistas de Bruselas, Berlín, París, Londres y Nueva York.
El mal se intensifica hasta el punto de la ruina
Quienes abogan por una escalada militar suelen ocultar las consecuencias de dicha escalada, lo cual, en mi opinión, es irresponsable e insensato dada la existencia de armas nucleares.
Si queremos cuantificar el mal, también debemos admitir que quienes están armados con el arma del mal no tienen inhibiciones y solo esperan a que la otra parte se vea arrastrada a una escalada para poder cometer entonces lo indecible.
Alternativa: Escalada económica
Las sanciones no traen más que miseria.
La mayoría de los analistas geopolíticos ignoran las armas económicas a su disposición. Si bien Occidente lleva años intentando doblegar a los países mediante sanciones (Cuba desde 1960, Irán desde 1980, Rusia desde 2014 y, más recientemente, China), este instrumento nunca ha tenido éxito, salvo para causar sufrimiento a los más vulnerables de los países afectados. Por ejemplo, las sanciones estadounidenses provocaron la muerte de medio millón de niños en Irak. Al ser preguntada al respecto, la entonces embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Madeleine Albright, respondió:
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La personificación del mal: Madeleine Albright
Cuando hablamos del mal, personalmente creo que en casos excepcionales es perfectamente aceptable hablar mal de los muertos; Albright murió en 2022.
El sistema financiero occidental está construido sobre bases inestables
Aunque en Occidente se afirma lo contrario, estoy firmemente convencido de que el sistema financiero occidental pende de un hilo: la deuda de los gobiernos, el sector empresarial y los hogares está fuera de control, la valoración de acciones y bonos alcanza niveles desorbitados y la inflación es entre dos y tres veces superior a la que informan las agencias gubernamentales. Uno de los mejores indicadores de este caos reinante es la evolución de los precios de los metales preciosos, especialmente el oro y la plata. Expertos me han comentado que a China le resultaría fácil monopolizar los mercados de oro y plata del COMEX y la LBMA, que están manipulados, lo que podría provocar el colapso de los mercados financieros occidentales. Un ataque financiero devastador desde Oriente, que aún no se ha producido, privaría a Occidente de gran parte de su libertad de acción y constituiría una llamada de atención no militar efectiva para Occidente.
Conclusión
Un adversario armado con el arma del mal tiene ventaja. Carece de moral, no tiene inhibiciones y jamás tendrá que rendir cuentas por sus terribles actos, porque el mal actúa en la oscuridad. Estoy firmemente convencido de que las fuerzas que he descrito existen y han existido durante siglos. No solo sobreviven a revoluciones, guerras mundiales y genocidios, sino que los ordenan. De vez en cuando, sus secuaces, a quienes utilizan, rinden cuentas para demostrar al mundo que existe la justicia: una farsa perversa.
Sin embargo, el escepticismo en el Sur Global crece a la par de su poder, y a medida que el centro de gravedad se desplaza de Occidente a Oriente y los poderes ocultos tienen su centro de poder en Occidente, es de esperar que el bien prevalezca, pero solo si el mal permanece a las puertas del Sur Global.
Peter Hanseler
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