Vivimos en tiempos extraños. Por primera vez, posiblemente en toda nuestra historia, vivimos en un mundo donde la diferenciación entre realidad e irrealidad, ficción versus no ficción, alucinación versus visión, verdad versus falsedad entre las masas se ha vuelto tan borrosa y entremezclada, que recientemente muchos han llegado a dudar a veces de su propia cordura. Por otra parte, ¿qué es realmente la cordura en un mundo donde no hay una realidad consensuada, donde no hay verdades universales que aparentemente podamos reconocer y defender juntos?
Nuestro mundo se ha vuelto cada vez más desgarrado y dividido, y se le atribuyen muchas culpas a uno u otro grupo por habernos encontrado en esta situación. En esta breve presentación, espero ofrecer una idea de cómo nos encontramos en esta situación y cómo nos hemos convertido en las herramientas de quienes han fabricado nuestra percepción masiva.
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Nadie ha quedado al margen de esto, ya que, en general, nadie ha crecido fuera de esta matriz cultural, que incluye nuestras religiones y nuestros sistemas de creencias. Todos hemos sido tocados por esta matriz cultural. Todos recibimos ataques diarios de ella a través de nuestra educación, nuestros programas de televisión, nuestra música y nuestras agencias de noticias, incluso nuestras iglesias. Por lo tanto, hoy en día todos nos enfrentamos a un cierto grado de manipulación en nuestra percepción del mundo en el que vivimos, en los valores que defendemos y en cómo vemos a quienes percibimos como diferentes de nuestra matriz cultural. Esto también incluye cómo se manipula la propia religión hoy en día, lo que explicaré con más detalle en breve.
Para comenzar a abordar este tema, debemos tener en cuenta algunos avances muy importantes que ocurrieron en el campo de la psicología en el siglo xx.
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"…Si la primera mitad del siglo XX fue la era de los ingenieros técnicos, la segunda mitad bien puede ser la era de los ingenieros sociales - y el siglo XXI, supongo, será la era de los Controladores Mundiales, el sistema científico de castas y el Nuevo Mundo Feliz."…
Los dictadores más antiguos cayeron porque nunca pudieron proporcionar a sus súbditos suficiente pan, suficientes circos, suficientes milagros y misterios. Bajo una dictadura científica, la educación realmente funcionará, con el resultado de que la mayoría de los hombres y mujeres crecerán amando su servidumbre y nunca soñarán con la revolución. No parece haber ninguna buena razón para que una dictadura completamente científica deba ser derrocada.”
Esta dictadura científica se libraría en varios frentes. Uno de estos frentes claves fue el del psiquiatra británico William Sargant, uno de los padres fundadores de las técnicas modernas de “control mental” en Occidente, con conexiones con la inteligencia británica y el Instituto Tavistock, que influiría en la CIA y el ejército estadounidense a través del programa MK Ultra. Sargant también estaba en estrecha comunicación con Aldous Huxley y hace referencias a Aldous en numerosas ocasiones en sus libros; una de estas referencias la analizaremos en breve.
Sargant también fue asesor del infame trabajo de “la tabla rasa” con LSD de Ewen Cameron en la Universidad McGill, financiado por la CIA.
Sargant explica su razón para estudiar y utilizar formas de “control mental” en sus pacientes, que eran principalmente soldados británicos que fueron enviados de regreso del campo de batalla durante la Segunda Guerra Mundial con diversas formas de “psicosis”, como la única manera de rehabilitar formas extremas de TEPT (trastorno de estrés postraumático).
La otra razón fue que los soviéticos aparentemente se habían convertido en “expertos” en la materia y, por una necesidad de seguridad nacional, los británicos a su vez tendrían que convertirse también en expertos… como una cuestión de autodefensa, por supuesto.
El trabajo de Ivan Pavlov, un fisiólogo ruso, había logrado producir algunos conocimientos inquietantemente interesantes sobre cuatro formas primarias de sistemas nerviosos en perros, que eran combinaciones de temperamentos inhibidores y excitadores: “fuertemente excitador”, “equilibrado”, “pasivo” y “tranquilo e imperturbable”. Pavlov descubrió que, dependiendo de la categoría del temperamento del sistema nervioso que tuviera el perro, esto a su vez dictaría la forma de “condicionamiento” que funcionaría mejor para “reprogramar el comportamiento”.
A nadie se le escapó la relevancia del “condicionamiento humano”.
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En Occidente se temía que tales técnicas no sólo se utilizarían contra sus soldados para incitar a confesiones desinhibidas y sin reservas al enemigo, sino que esos soldados podrían ser enviados de vuelta a sus países de origen, como asesinos y espías zombificados a los que se podía hacer estallar con una simple palabra clave. Al menos, esas eran las historias y películas de suspense que se inculcaban a la población occidental. ¡Qué horrible es! ¡Que el enemigo pudiera aparentemente entrar en lo que se creía que era el único terreno sagrado, el nuestro… nuestras propias “mentes”!
Sin embargo, para aquellos que estaban realmente dirigiendo el campo de la investigación del control mental, como William Sargant, se entendía que estas representaciones de Hollywood no eran exactamente cómo funcionaba el control mental. El mensajero del miedo estaba en última instancia orientada a hacer que el público occidental entrara en pánico creyendo que los comunistas eran capaces de niveles sofisticados de “lavado de cerebro” de precisión, de modo que este público occidental se vería inducido a apoyar el trabajo de su propio gobierno en esa misma cuestión, utilizando la justificación de que esto se estaba haciendo en defensa propia y sólo se utilizaría contra el enemigo comunista. Ojalá la gente supiera que tales programas que salían del Instituto Tavistock y MK Ultra se utilizarían contra su propia gente, incluso dentro de su propio ejército, en diversos grados, y llegando tan lejos como para institucionalizar a las personas contra su voluntad mediante actos descarados de tortura y llamándolos formas de “tratamiento psiquiátrico”.
Sin embargo, ese trabajo de limpiar la mente e insertar una nueva identidad y un nuevo propósito fue, en última instancia, un fracaso rotundo.
Por un lado, como reconoce William Sargant en su libro La batalla por la mente, la cuestión del “libre albedrío” del individuo era un obstáculo.
Se descubrió que, independientemente de la duración o el grado de inducción de electroshock, “terapia” de insulina, cócteles tranquilizantes, comas inducidos, privación de sueño, inanición, etc., si el sujeto tenía una “fuerte convicción” y una “fuerte creencia” en algo, esto no podía borrarse simplemente, no podía escribirse sobre ello con cualquier cosa arbitraria. Más bien, el sujeto tendría que tener la ilusión de que su “condicionamiento” era de hecho una “elección”. Esta era una tarea extremadamente difícil y las conversiones a largo plazo (meses a años) eran raras.
Sin embargo, Sargant vio una oportunidad. Se entendió que no se podía crear un nuevo individuo desde cero, pero que con el condicionamiento adecuado, que debía conducir a un colapso físico mediante un estrés anormal (en realidad, un reinicio del sistema nervioso), se podía aumentar notablemente la “sugestibilidad” de los sujetos.
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“No es sorprendente que la persona común, en general, sea mucho más fácilmente adoctrinada que la anormal… Una persona es considerada ‘común’ o ‘normal’ por la comunidad simplemente porque acepta la mayoría de sus normas sociales y patrones de conducta; lo que significa, de hecho, que es susceptible a la sugestión y ha sido persuadida a seguir a la mayoría en la mayoría de las ocasiones ordinarias o extraordinarias”.
Además, Sargant descubrió que un recuerdo falsamente implantado podía ayudar a inducir un estrés anormal que condujera al agotamiento emocional y al colapso físico para invocar la “sugestibilidad”. Es decir, ni siquiera era necesario tener un “estrés real”, sino que un “estrés imaginario” funcionaría con la misma eficacia.
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El Blitz fue una campaña de bombardeos alemanes contra el Reino Unido durante un período de ocho meses, entre 1940 y 1941, durante la Segunda Guerra Mundial. El término fue utilizado por primera vez por la prensa británica y tiene su origen en el término Blitzkrieg, la palabra alemana que significa "guerra relámpago".
Sargant analiza el bombardeo de Londres en su libro The Battle for the Mind. Durante este período, para poder sobrellevarlo y mantenerse “cuerdos”, los británicos se acostumbraron rápidamente a la idea de que sus vecinos podían ser y eran enterrados vivos en las casas bombardeadas que los rodeaban. La idea era: “Si no puedo hacer nada al respecto, ¿de qué sirve preocuparme por ello?”. Así pues, se descubrió que la mejor manera de “sobrellevarlo” era aceptar el nuevo “entorno” y centrarse únicamente en “sobrevivir”, sin intentar resistirse.
Sargant señala que es esta “adaptabilidad” a un entorno cambiante la que forma parte del instinto de “supervivencia” y es muy fuerte en el individuo “sano” y “normal”, que puede aprender a afrontarlo y, por lo tanto, continúa siendo “funcional” a pesar de un entorno cada vez más inestable.
Así, pues, se descubrió que nuestro “instinto de supervivencia”, profundamente programado, era la clave de la sugestionabilidad de nuestras mentes. En cierto sentido, los mejores “supervivientes” eran los que mejor “lavaban el cerebro”, ya que el objetivo era adaptarse al entorno para sobrevivir y no cuestionar ni desafiar las circunstancias que nos rodeaban.
Este fenómeno observado durante los bombardeos de Londres ha sido una de las herramientas principales utilizadas en el condicionamiento de masas. La industria del entretenimiento ha promovido la idea de que lo mejor que podemos hacer, cuando nos dicen que nos encaminamos hacia un futuro apocalíptico, es simplemente sobrevivir. Sin embargo, hay un nuevo giro en esta idea de supervivencia y es la supervivencia a cualquier precio, incluso si eso significa que debemos convertirnos en monstruos para lograrlo.
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Podemos ver la continuación del trabajo de William Sargant en la industria del entretenimiento actual…
Hemos sido condicionados a encontrar una especie de consuelo morboso en esta idea de la supervivencia a cualquier precio, es decir, la “supervivencia del más apto”, en un “mundo postapocalíptico”. Hemos aprendido a ver esto como nuestra “liberación”, esta idea falsa y delirante de que mientras uno pueda sobrevivir, esa vida vale la pena vivirla. Hemos sido condicionados a no cuestionar nuestras circunstancias o cómo llegamos aquí, hemos sido condicionados a pensar que no hay solución y que lo único que podemos hacer es aceptar el futuro cada vez más sombrío que nos dicen que es necesario e inevitable. Nuestra vida se convierte en una vida similar a la de una rata de laboratorio, que no tiene otra opción que atenerse a los parámetros del juego en el que la han metido y encontrar cualquier medio para sobrevivir. Y en una vida así, hemos sido condicionados a ver que la libertad y la liberación se pueden alcanzar si uno gana la medalla de oro en esos juegos olímpicos apocalípticos. La libertad ya no consiste en cuestionar, resistir y desafiar la opresión y la esclavitud de una sociedad, sino más bien en convertirse en su mejor sujeto, por así decirlo, su mejor sobreviviente, que mejor puede ejercer el tipo de comportamiento.
Un individuo en particular que era muy consciente de lo que hacía fue Theodor Adorno (otro es Aldous Huxley, de quien hablaremos en breve). En el caso de Adorno, la utilización de la música fue la herramienta definitiva del conductismo social de masas.
Theodor Adorno, en su juventud, fue un prometedor concertista de piano que más tarde estudió en Viena con el compositor atonal Arnold Schoenberg. En 1946, mientras trabajaba en los Estados Unidos en el programa de la Escuela de Frankfurt sobre el “pesimismo cultural”, escribió el libro “La filosofía de la música moderna”, una diatriba contra la cultura clásica, en la que escribía:
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Lo que la música radical percibe es el sufrimiento no transfigurado del hombre... El registro sismográfico del shock traumático se convierte, al mismo tiempo, en la ley estructural técnica de la música. Prohíbe la continuidad y el desarrollo. El lenguaje musical se polariza según su extremo; hacia gestos de shock que se asemejan a convulsiones corporales por un lado, y por el otro hacia una inmovilidad cristalina de un ser humano al que la angustia hace congelar en seco... La música moderna ve el olvido absoluto como su meta. Es el mensaje superviviente de la desesperación de los náufragos”.
– La filosofía de la música moderna, Theodore W. Adorno
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No es que la esquizofrenia se exprese directamente en ella, sino que la música imprime en sí misma una actitud similar a la de los enfermos mentales. El individuo provoca su propia desintegración... Imagina el cumplimiento de la promesa a través de la magia, pero sin embargo dentro del ámbito de la actualidad inmediata... Su preocupación es dominar los rasgos esquizofrénicos a través de la conciencia estética. Al hacerlo, esperaría reivindicar la locura como verdadera salud. – La filosofía de la música moderna, Theodore W. Adorno
Esta sería una de las principales corrientes subyacentes que moldearían la filosofía del movimiento de la CONTRACULTURA. El nombre lo decía todo. Y la supuesta liberación de las “cadenas” de la cultura clásica tomaría la forma de invocar rasgos esquizofrénicos a través del dominio de la conciencia estética (estética significa el conjunto de principios que subyacen a cómo definimos y apreciamos un estándar de “belleza”).
De este modo, se indujeron deliberadamente rasgos esquizofrénicos en el oyente de música moderna, siguiendo la prescripción de la Escuela de Frankfurt. Esto se logró fomentando una especie de bucle de fragmentación. Es por esta razón que la música popular actual es tan repetitiva: no solo está destinada a inducir un estado de trance, sino también a fomentar la fragmentación del pensamiento.
La llegada de las redes sociales ha logrado en el ámbito del intercambio de información lo que la música moderna logró en su promoción del la tonalidad. Las redes sociales, especialmente plataformas como Twitter, Instagram y TikTok, fomentan una capacidad de atención que se centra en un tema durante sólo unos segundos. Esta es otra forma de fomentar la fragmentación del pensamiento. Si se añade contenido cada vez más estresante o perturbador al flujo de información, funcionará para aumentar la sugestibilidad y disminuir nuestra conciencia de lo que está entrando en nuestro subconsciente y creando el telón de fondo de lo que más tarde forma nuestras percepciones de la realidad, incluso en cuestiones de moralidad.
Así pues, cuanto más fragmentada esté la mente, más sugestionable será.
Adorno insistía en que era necesario eliminar de nuestra cultura todas las formas de belleza. Quería fomentar un colapso mental de la sociedad a gran escala para reiniciar el sistema de manera efectiva.
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Se trataba de utilizar los mismos métodos estudiados por William Sargant, según los cuales, para lograr el máximo control del pensamiento y la percepción de las masas, habría que inducir el máximo estrés para aumentar la sugestibilidad. Sólo entonces el sujeto podría aceptar que había sido su propia elección aceptar las condiciones de conducta que se le sugirieran.
Para lograr la máxima sugestibilidad, Adorno los detalló de la siguiente manera:
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1.Despersonalización, pérdida de conexión con el propio cuerpo
2.Hebphrenia, que definió como “la indiferencia del individuo enfermo hacia lo externo
3.Cataluña, sobre la que escribió que “un comportamiento similar es familiar en pacientes que han sido abrumados por un shock”
4.Necrofilia, sobre la que Adorno escribió que “la necrofilia universal es la última perversidad del estilo”
De hecho, el trabajo de la Escuela de Frankfurt y su interés en crear efectos de “shock” dentro de las artes para incrementar los estados esquizofrénicos encaja perfectamente con lo que la CIA estaba trabajando con MK Ultra.
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El Instituto Tavistock se fundó en 1920. La imagen de arriba es el escudo de armas de la ciudad de Tavistock, cuya historia registrada se remonta al menos al año 961 d. C., cuando se fundó la abadía de Tavistock, cuyas ruinas se encuentran en el centro de la ciudad. Tavistock siguió siendo un importante centro comercial y religioso hasta la disolución de los monasterios: la abadía fue demolida en 1539, dejando las ruinas todavía visibles en el centro de la ciudad. A partir de ese momento, la fuerza dominante en la ciudad pasó a ser la familia Russell, condes y más tarde duques de Bedford, que se hicieron cargo de gran parte de las tierras después de la disolución.
Tavistock está vinculada desde la Baja Edad Media con los Russell, el apellido de los condes de Bedford y, desde 1694, de los duques de Bedford. Esto se ve claramente en la historia de la ciudad. El segundo título del duque de Bedford es el de marqués de Tavistock... Se cree que la familia Russell conserva intereses considerables en la localidad... Es esta conexión de la familia Russell a través de Bedford Estates la que da el nombre por propiedad a Russell Square y Tavistock Square en Londres, famosa por ser el hogar de la Clínica Tavistock.
Aldous Huxley estaría muy influenciado por Bertrand Russell (con quien estuvo en contacto durante la mayor parte de su vida y que viajaba en los mismos círculos) como se ve en su obra "Un mundo feliz", cuyo tema -una dictadura científica- se inspira estrechamente en "La perspectiva científica" de Russell.
Aldous Huxley, que trabajó con MK Ultra, cita al Dr. Erich Fromm en su libro “Un mundo feliz, revisitado” (1958). El Dr. Erich Fromm era un “filósofo-psiquiatra” de la Escuela de Teoría Crítica de Frankfurt.
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“Nuestra “enfermedad mental creciente” puede expresarse en síntomas neuróticos. Estos síntomas son evidentes y extremadamente angustiosos. Pero “tengamos cuidado”, dice el Dr. Fromm, “de definir la higiene mental como la prevención de los síntomas. Los síntomas como tales no son nuestros enemigos”.
Aldous Huxley, que trabajó con MK Ultra, cita al Dr. Erich Fromm en su libro “Un mundo feliz, revisitado” (1958). El Dr. Erich Fromm era un “filósofo-psiquiatra” de la Escuela de Teoría Crítica de Frankfurt.
Aldous tenía un interés muy claro en cómo se podía producir un estado esquizofrénico mediante métodos químicos, permitiendo también una mayor sugestibilidad. Seis años antes de escribir Un mundo feliz revisitado, en 1952, Huxley concertó una cita con el doctor Humphrey Osmond, que acababa de publicar un estudio psiquiátrico titulado “Un nuevo enfoque de la esquizofrenia”.
Osmond, el hombre que acuñaría el término “psicodélico”, que significa “que revela la mente”, había estado trabajando con mescalina y había afirmado en su estudio que los psicodélicos producían un estado psicológico idéntico a la esquizofrenia.
Osmond estaba estudiando la mescalina por su similitud química con el adenocromo, una sustancia producida en el cuerpo a través de la oxidación de la adrenalina y vinculada a la inducción de rasgos esquizofrénicos.
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Fue la experiencia de Huxley tomando mescalina en presencia del Dr. Humphrey Osmond en 1953 lo que inspiraría su escritura “Las puertas de la percepción”, considerada la biblia del movimiento de contracultura.
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Cuando Aldous estaba experimentando su primer viaje con mescalina en 1953, que fue grabado para estudios posteriores, el Dr. Humphry Osmond le preguntó
—Entonces, ¿crees que sabes dónde está la locura? —preguntó Osmond.
—Sí.
—¿Y no pudiste controlarla?
“No, no pude controlarla”, respondió Huxley.
Tanto Aldous como Gerald Heard desempeñaron papeles centrales en el desarrollo del Movimiento de Potencial Humano (HPM), del que se reconoce al Instituto Esalen como su lanzamiento oficial.
Los fundadores del Instituto Esalen, Richard Price y Michael Murphy, obtuvieron la idea de las razones fundamentales de ser de Esalen en gran parte de la conferencia de Aldous sobre “Potencialidades humanas” en 1960, en el Centro Médico de la Universidad de California en San Francisco. En esta conferencia, Huxley había desafiado a los estudiantes en ciernes a encontrar formas de aprovechar todo el potencial de la humanidad que se había vuelto latente a lo largo de los siglos. En su conferencia, Aldous analiza cómo sería una buena idea que una institución pudiera lanzar un programa para investigar métodos para actualizar las “potencialidades humanas”, en la línea de su Un mundo feliz, para ser estudiadas, evaluadas y puestas en uso por la sociedad . Murphy y Price estaban fascinados.
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El Instituto Esalen, fundado en 1962, celebró su primera serie de seminarios, a las que llamó “Las Potencialidades Humanas”. Incluía un seminario titulado “Misticismo Inducido por Drogas”. El instituto contaba con 25 investigadores del LSD y en los seminarios circulaban drogas. Lanzó lo que se conocería como “El Movimiento del Potencial Humano”.
El Human Be-In se organizó como un evento LSD-25. Tuvo una participación de entre 25.000 y 50.000 personas. Se distribuyeron bocadillos gratuitos mezclados con LSD y nació el “Verano del Amor”, también conocido como la primera manifestación de Un Mundo Feliz.
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En 1956, el psiquiatra RD Laing realizó una beca de formación en la Clínica Tavistock de Londres, donde permaneció hasta 1964.
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En un panfleto publicado en 1967 por el Instituto Esalen titulado “¿Dónde está?”, en la página 38:
“Richard Price, cofundador de Esalen, está trabajando con R.D. Laing, de la Clínica Tavistock de Londres, en una propuesta para establecer un Centro de Remembranzas en Big Sur, donde un pequeño grupo seleccionado de psicóticos serán tratados como personas en viajes de descubrimiento y se les permitirá atravesar sus psicosis. Parece que la crisis esquizofrénica aguda no paranoide es relativamente corta y va seguida de un proceso de reintegración, de modo que el individuo regresa de su “viaje” con un cociente intelectual más alto que al principio. Esperamos encontrar nuevas formas de hacer que estas crisis sean experiencias valiosas que mejoren las funciones.”
Así, pues, la inducción de crisis esquizofrénicas se consideraba una “experiencia de aumento de funciones”, o eso era lo que se les decía a los pobres incautos. La clave para alcanzar el máximo potencial humano era la inducción de la locura, la fragmentación de la mente mediante crisis esquizofrénicas, con la promesa de que uno tendría un coeficiente intelectual más alto al final de todo el proceso.
La relevancia de la “revisión de la locura” del Instituto Esalen, y de Laing como el cruzado de la promoción de los enfermos clínicos, fue algo que había sido encabezado enteramente por el Instituto Tavistock y, claramente, no para nuestro beneficio.
La realidad es que la alternativa revolucionaria a la práctica de la psicología convencional, que fue vendida a las masas por figuras de culto como RD Laing, fue completamente controlada y moldeada por el Instituto Tavistock, del cual MK ULTRA es una rama.
La realidad es que la alternativa revolucionaria a la práctica de la psicología convencional, que fue vendida a las masas por figuras de culto como RD Laing, fue completamente controlada y moldeada por el Instituto Tavistock, del cual MK ULTRA es una rama.
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Ya he contado cómo he elaborado un grupo de escritos para plasmar las ideas necesarias del nuevo tiempo en una forma adaptada al público lector actual, he hecho una especie de “Biblia” provisional por así decirlo, al menos para algunos factores en la Conspiración Abierta… Fundamentalmente la Conspiración Abierta debe ser un renacimiento intelectual.
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Sobre la visión de Wells para una “religión moderna”, escribió:
‘…si la religión ha de desarrollar un poder unificador y directivo en la actual confusión de los asuntos humanos, debe adaptarse a esta tendencia mental que mira hacia el futuro y analiza la individualidad; debe despojarse de sus historias sagradas… El deseo de servicio, de subordinación, de efecto permanente, de escapar de la mezquindad y mortalidad angustiosas de la vida individual, es el elemento imperecedero en todo sistema religioso.
Ha llegado el momento de despojar a la religión de todo eso [el servicio y la subordinación es todo lo que Wells quiere conservar de la vieja reliquia de la religión]… La explicación de por qué son las cosas es un esfuerzo innecesario… El hecho esencial… es el deseo de religión y no cómo surgió… La primera frase del credo moderno no debe ser “creo”, sino “me entrego”.
El quid de la cuestión es que este plan de dictadura científica combinada con una religión mundial, tal como lo promueven H. G. Wells, Bertrand Russell, Aldous Huxley y los nuevos gurús actuales como Muraresku, no es nada nuevo. Es un proceso que se ha ido desarrollando y perfeccionando a lo largo de milenios.
Por lo tanto, a menos que aborde el problema desde esta perspectiva, es probable que lo estén utilizando para enfrentar a su grupo contra otros grupos que, de hecho, no están en la raíz del problema. En este contexto, toda la configuración de la percepción de las masas durante la Guerra Fría ha sido una trampa para enfrentar a Occidente contra Oriente y a Oriente contra Occidente en una guerra permanente hasta que ambos se debiliten lo suficiente para que tome forma el gobierno mundial elegido. Vivimos en un mundo en el que la mayoría de los problemas a los que nos enfrentamos fueron diseñados para que existieran, desde la falsa escasez, con quienes afirman que no hay suficiente comida o energía para todos, hasta la falsa sensación de amenaza. No hay mejor manera de manipular a las masas que enfrentarlas contra lo que se les ha dicho que es su enemigo común.
Por eso la Corporación RAND ha estudiado el “momento Pearl Harbor” para justificar la guerra contra el terrorismo después del 11 de septiembre. Los estadounidenses pasaron de pensar que la guerra de Vietnam no había beneficiado a ningún país y que los hombres habían vuelto a sus familias destrozados y adictos a la heroína, a justificar la entrada en un estado de guerra permanente sin un objetivo claro.
En 1962, el general Lyman L. Lemnitzer, jefe del Estado Mayor Conjunto, propuso la Operación Northwoods, una operación de falsa bandera contra ciudadanos estadounidenses que exigía a agentes de la CIA que organizaran y cometieran actos de terrorismo contra objetivos militares y civiles estadounidenses y que posteriormente culparan al gobierno cubano para justificar una guerra contra Cuba. El plan fue elaborado específicamente por el general Lemnitzer y tiene una sorprendente similitud con la Operación Gladio de la OTAN.
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No había un solo artículo en el manual de Northwoods que no constituyera un acto flagrante de traición, y sin embargo, el estamento militar estadounidense envió “Alto Secreto – Justificación de la Intervención Militar de EE.UU. en Cuba” directamente al escritorio del Secretario de Defensa Robert McNamara, para su posterior transmisión al Presidente Kennedy.
Estados Unidos había entrado en su era de guerra psicológica (una extensión de Tavistock y MK Ultra) y una vez más, tales tácticas (supervisadas por la CIA a través de hombres como Lansdale, que cumplió un papel central en la guerra de Vietnam) fueron justificadas para su uso contra el pueblo estadounidense entre un número cada vez mayor de miembros de la inteligencia y el ejército estadounidenses.
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El Proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense p.60
Aunque pueden pasar varias décadas hasta que se desarrolle el proceso de transformación, con el tiempo el arte de la guerra en el aire, la tierra y el mar será muy diferente de lo que es hoy, y el “combate” probablemente tendrá lugar en nuevas dimensiones: en el espacio, el “ciberespacio” y tal vez en el mundo de los microbios… Y las formas avanzadas de guerra biológica que pueden “atacar” genotipos específicos pueden transformar la guerra biológica del ámbito del terror a una herramienta políticamente útil.
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El 12 de enero de 2003, Los Angeles Times publicó un artículo titulado “Agenda Unmasked” (“La agenda al descubierto”), en el que escriben:
“En las horas inmediatamente posteriores a los ataques del 11 de septiembre, mucho antes de que nadie estuviera seguro de quién era el responsable, el Secretario de Defensa Donald H. Rumsfeld supuestamente pidió que se elaboraran planes para un ataque estadounidense a Irak…
…En la primavera de 1997, sus esfuerzos se unieron cuando Rumsfeld, Cheney y otros se unieron para formar el Proyecto para el Nuevo Siglo Americano, o PNAC, y comenzaron a ejercer presión concertada por un cambio de régimen en Irak..
… Esperaban que los cambios radicales en la política militar estadounidense que ellos favorecían tuvieran que llegar lentamente en ausencia de, como lo expresa el informe del PNAC “Reconstruyendo las defensas de Estados Unidos”, un “acontecimiento catastrófico y catalizador, como un nuevo Pearl Harbor”. El 11 de septiembre de 2001, consiguieron su Pearl Harbor”.
Así, lo más interesante es que incluso el diario Los Angeles Times reconoció que el 11 de septiembre había funcionado eficazmente como un Pearl Harbor 2.0, que había revigorizado el deseo de los estadounidenses de hacer la guerra en el extranjero y había dado a su gobierno una causa “justificada” para hacerlo (aunque todavía estaba violando el derecho internacional) en lo que se convirtió en el fracaso total de una cruzada que irónicamente llamaron su “guerra contra el terrorismo”.
A mediados de los años 50, Roberta Wohlstetter, esposa de Albert y miembro de la RAND, elaboró su influyente análisis de Pearl Harbor, reconocido por el Pentágono como obra definitiva de la historia militar estadounidense del siglo XX. El estudio comenzó como un documento interno de la RAND basado en documentos no clasificados extraídos del expediente del Congreso.
Roberta, autoridad en el trabajo “histórico académico” en torno al ataque a Pearl Harbor y los usos psicológicos que esto tuvo, tenía una gran percepción de lo que podía despertar la locura latente que dormitaba en el interior de la nación más poderosa del mundo.
Albert y otros miembros de la RAND utilizaron su trabajo para sembrar el miedo y manipular la mentalidad de los militares y de la población estadounidense, haciéndoles creer que siempre estaba a la vuelta de la esquina que se produciría otro Pearl Harbor. Esta sería la base sobre la que Albert basaría todas sus “hipótesis” y “revelaciones” en materia de estrategia nuclear.
Juntos, Paul Nizte, Albert y su esposa Roberta Wohlstetter (todos asociados de RAND) dominarían la teoría y la política en torno a la estrategia nuclear hacia la Unión Soviética durante la Guerra Fría. En noviembre de 1985, Reagan les concedió a los tres la Medalla de la Libertad, el máximo honor civil de la nación.
La RAND y sus pares del PNAC descubrieron que la amenaza de otro Pearl Harbor era el ingrediente necesario para justificar una guerra perpetua ante el conmocionado y atemorizado público estadounidense mediante tácticas de guerra psicológica. ¿Es de extrañar que un gran número de sus miembros más francos fueran ex trotskistas?
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Por lo tanto, cuando Jake Sullivan, coautor de Pivot to Asia con Hillary Clinton y ex asesor de seguridad nacional de la administración Biden, observa que no hay suficiente sentimiento anti-China para reforzar una imagen de Estados Unidos como un "salvador de la humanidad" contra China en torno a una discusión de que Estados Unidos necesita un "momento Pearl Harbor", yo sería muy cauteloso [para la transcripción de su inquietante entrevista, consulte aquí ].
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Recordemos que en 1984, de Orwell, el mundo está dividido en las regiones de “Oceanía”, Eurasia y Asia Oriental. Están en guerra permanente una contra la otra, o al menos eso es lo que les dicen, aunque no pueden estar seguros porque la guerra se libra en tierras lejanas. Sin embargo, esta guerra permanente contra dicho “enemigo”, a la que Orwell incluso reconoce, cambia de Eurasia a Asia Oriental una y otra vez, aunque el estado orwelliano lo niegue y afirme que dicho enemigo siempre ha sido el mismo. Lo único que está claro como resultado es este estado de guerra permanente: lo que ha justificado la esclavitud de los pueblos de Oceanía en este estado policial orwelliano…
Los que comparten la ideología del PNAC han demostrado que están dispuestos a hacer cualquier cosa por ese “momento Pearl Harbor”. Seríamos verdaderamente tontos en este momento si nos permitiéramos una vez más ser utilizados como su instrumento para lograrlo; esencialmente estaríamos trabajando para nuestra propia esclavitud, así como para la del mundo, mientras nos engañábamos a nosotros mismos hasta el final creyendo que, de hecho, somos los precursores de la libertad.
Estaríamos confundiendo las sombras en la pared con la realidad.
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Cynthia Chung es la presidenta de la Fundación Rising Tide y autora de los libros “The Shaping of a World Religion” y “The Empire on Which the Black Sun Never Set”