Ni “juntos”, ni “ganaremos”

Publié par Contra información sur 9 Novembre 2023, 16:06pm

Este artículo apareció en el diario israelí Ha'aretz el 7 de noviembre. El autor desea permanecer en el anonimato, y leyendo lo que escribió, ¡lo entendemos! (ps.: Por desgracia, la traducción francesa es muy apagada en comparación con el original hebreo, por lo que el traductor E ha añadido algunos detalles entre paréntesis).

La palabra "juntos" siempre me ha aterrorizado. Al fin y al cabo, procede del mundo de las manadas o de las veladas de canto participativo. De la monotonía que domina y del borrado de la identidad [del individuo]. En mi opinión, una voz es lo contrario de la de todo el mundo [un juego de palabras entre los homófonos "qol" (voz) y "kol" (todos/todas) - E.] . Y "juntos" a veces tiende a colarse hasta el punto de convertirse en en un consenso, que Dios no prooteja.

Y ahí está, tengo que estar "juntos". Para vencer. ¿Pero con quién exactamente? ¿Con los enjambres de racistas y macarthistas que han surgido de las fosas sépticas humanas?

¿Juntos" con la policía y los fiscales que participan con entusiasmo y diligencia en la caza de brujas dirigida por los soplones de las redes sociales? ¿Es "juntos" con los Ben-[Gvir] y Smotrich [entiéndase aquí los dos ministros Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich, pero también sus acólitos y partidarios colonos - E.], que aprovechan los horrores de la guerra para desencadenar pogromos contra sus vecinos y expoliar sus tierras? ¿"Juntos" con la banda de generales que han vuelto para colonizar los estudios [de televisión - E.] y vender sus enmohecidos clichés? Excepto un campeón que insiste en hablar razonablemente. No mencionaré su nombre por miedo a meterle en problemas.

¿Me están pidiendo que "esté con" el Ministro de Defensa para cerrar el grifo del agua a recién nacidos y bebés? ¿Con un portavoz de las FDI que no sabe pronunciar las simples palabras "palestinos que no están involucrados"? ¿Con tres canales de radiodifusión que se han convertido en canales de propaganda, que caminan sobre cáscaras de huevo por miedo a perturbar la tranquilidad de su rebaño de espectadores?

¿Estar "junto" a Amichai Eliyahu? Un polímata [irónico, supongo - E.], que también es bombardero nuclear, a la vez "malo e hijo de un malo y ministro patrimonio. Mientras él esté a cargo de la herencia, hay que vacunar a los niños contra ella.

¿"Juntos" con el ex ministro de Información y con el excéntrico Yossian, los mercaderes acreditados de ideas genocidas? Por alguna razón, no son convocados a una investigación policial, como [a contrario] cualquiera que muestre un ápice de compasión por un bebé aplastado bajo los escombros de su casa bombardeada.

¿Es estar "con" el embajador ante las Naciones Unidas que, en un gesto kitsch de superviviente de la Shoah, se puso un parche amarillo en la solapa de su chaqueta? Creo que incluso el parche amarillo sonrojó bajo la intensidad de la vergüenza. En beneficio del embajador y de todos los demás "banderilleros nazis" [mis entrecomillados - E.], he aquí algunas pautas básicas para identificar a los nazis: Se necesita un pueblo convencido de que es superior desde su nacimiento. Necesitamos una serie de leyes sobre raza y discriminación. Y necesitamos un pueblo, o pueblos, que sean considerados inferiores y que, por tanto, deban ser conquistados, esclavizados, deportados o exterminados. Esto es el nazismo. Estoy seguro de que incluso Su Excelencia el Embajador podrá identificar modelos más apropiados en nuestra región con fines de comparación.

Lo siento, pero no puedo estar "juntos" a todo esto. Nunca lo he estado y espero no estarlo nunca. Tendrás que arreglártelas sin mí.

Y en cuanto a la "victoria", esta vez tampoco la habrá. Habrá pulverización, trituración, demolición, aplastamiento y venganza. Pero no habrá victoria. Porque parece que estamos destinados, o tal vez condenados, a parecernos al hombre de la película "Un día sin fin", que revive el mismo día una y otra vez. Y así somos nosotros. Una y otra vez, ya hemos "derrotado" a los palestinos. Una y otra vez. Y, sin embargo, nos despertamos una y otra vez en el ayer, atrapados en un círculo vicioso del que no hay salida.

Sólo podremos celebrar una victoria real cuando se hayan cumplido dos sueños inalcanzables: la liberación completa de la ocupación y el establecimiento de un muro de acero entre la religión y el Estado. Sólo entonces podremos quizás permitir que el pueblo palestino construya un hogar nacional para sí mismo. Un hogar que les dé derechos humanos, gusto por la vida y aire para respirar. Porque sólo cuando ellos también tengan un dominio [una tierra propia - E.] estaremos en paz.

Eso sería una victoria. Y no hay otras.

Michaël B.

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