Bajo el manto humanitario, un genocidio en Gaza

Publié par Contra información sur 9 Novembre 2023, 13:09pm

"El policía del mundo ignora el mundo y no quiere conocer otra escala de valores que la suya. Esto se paga".1

Una metáfora para describir un mundo oscuro

Érase una vez una secta formada de magos cuyo deseo de curar y predecir el futuro era inquebrantable. ¿Su deseo? Velar por el bienestar de la población humana y dirigir su futuro. Un deseo que legitimaba su voluntad de establecer y consolidar su dominio. Pero un deseo y una voluntad de consecuencias contradictorias. También, la secta se ha rodeado de servidores, expertos en todo, capaces de verter diariamente un torrente de palabras en las que lo falso toma la apariencia de lo verdadero. El resultado es simple: ¡no hay contradicción! Todo es cuestión de gestión democrática, pero el pueblo aún debe obedecer a los brujos.

Para ello, y en su afán de dominación, los hechiceros crearon una serie de plagas. La peste fue una de ellas. Esto llevó a la secta a favorecer a los criadores de ratas. Pero para hacer olvidar la causa de la plaga, los brujos hicieron hincapié en el desorden creado por la plaga. Y, naturalmente, el deseo de perpetuar su dominio llevó a la secta a acusar a los pueblos que vivían junto a los leones... los osos... de ser los responsables del desorden. Un desorden propicio para la propagación de la plaga, afirmaban los hechiceros. Y martillaron al mundo: tenemos la responsabilidad de protegeros...

Con cinismo, un vasallo de la secta incluso admitió: "trabajamos con aquellos que podíamos utilizar para deshacernos de los criadores de osos [comunismo], entre esta gente estaban los criadores de ratas [los fundamentalistas musulmanes], los financiamos y el líder de la secta [los Estados Unidos de América] también los financió... Si volviéramos atrás en el tiempo haríamos lo mismo volveríamos a utilizar a esta gente "2.

Y por una buena razón, la secta soporta una pesada carga, la responsabilidad de proteger a todas las poblaciones... Con la excepción de una tribu abandonada bajo el dominio de un importante miembro de la secta... Llamémosla, P...

Por supuesto, la pesada carga de proteger lleva a veces a los brujos a hacer el mal. Pero sólo son errores, insisten, porque representamos el bien, dicen... A pesar de todo, algunas tribus se resisten a los dictados de la secta. Una de ellas es la tribu P, que se resiste ferozmente desde hace casi un siglo porque este importante miembro de la secta está colonizando sus tierras... Evidentemente, en nombre del bien, todos los brujos condenan la resistencia de P, a pesar de los encarcelamientos, expropiaciones y masacres que siguen sufriendo. Para justificar su actitud, la secta acusa a los líderes de la resistencia de ser criadores de ratas. Y para demostrar su buena fe, la secta ha permitido que se extienda un "manto humanitario" sobre los habitantes que siguen vivos... No cabe duda de que los miembros de la secta tienen conciencia...

ONU: el embajador israelí y la estrella amarilla

Cualquier ser humano digno de este calificativo no negará que la población judía de Europa vivió pogromos y campos de concentración. En resumen, un genocidio. La estrella amarilla simboliza esta atrocidad. Pero ese mismo ser humano, judío o no, consciente de estos hechos, actuará, esté donde esté, para que ninguna otra población del mundo viva semejante desgracia. Tanto más cuanto que, en el pasado, la humanidad ha vivido otras atrocidades perpetradas por quienes se definen como representantes del bien. Y cuando se trata del mal, establecer una relación de orden significa introducir una escala de valores. Y, por tanto, abre la puerta a nuevas atrocidades. En otras palabras, no existe el mal absoluto. Existe el mal.

Y sólo el ser humano es capaz de producir el mal conscientemente. Y a veces, para legitimar el mal que hacen, instrumentalizan n las atrocidades que sufrieron sus antepasados. Por eso, al llevar la estrella amarilla, el embajador israelí insultó tanto la memoria de las víctimas de la Shoah como a los embajadores presentes en la ONU. Se desprecia así a toda la humanidad.

Mohamed El Bachir

reseauinternational

75 años de violaciones de los derechos humanos de los palestinos por parte de Israel

Ni “juntos”, ni “ganaremos”

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