Caitlin Johnstone: Estamos gobernados por sociópatas e imbéciles

Publié par Contra información sur 2 Novembre 2023, 15:48pm

La respuesta a la crisis de Gaza por parte de los líderes occidentales y de los medios de comunicación y celebridades muestra muy claramente que realmente somos dirigidos por los más bajo de nosotros. Los menos sabios. Los menos inteligentes. Los menos compasivos. Los menos perspicaces. Estamos gobernados por sociópatas e imbéciles.

Se le ofrecen dos narrativas para elegir:

1.Los palestinos de Gaza son salvajes malvados con aspecto de orcos que sólo quieren asesinar judíos y, por tanto, deben ser enjaulados y asesinados.

2.Los palestinos de Gaza son seres humanos pensantes que reaccionan ante los abusos intolerables que se les infligen.

¿Qué es más creíble?

Se nos dice que Israel necesita librar una campaña de bombardeos implacable que está matando a miles de civiles para eliminar a Hamás, porque hay que destruir a Hamás para lograr una paz duradera. Cada parte de esto es claramente falsa.

En primer lugar, la premisa de que hay que eliminar a Hamás para lograr la paz es falaz; la paz puede lograrse eliminando los abusos y corrigiendo los errores que dieron origen a Hamás en primer lugar. No hay ninguna razón racional para creer que Hamás seguiría existiendo en su forma actual o continuaría librando una resistencia violenta si se revocaran el robo y la injusticia desde 1948 en adelante, los refugiados tuvieran derecho a regresar, se pusiera fin a los abusos del apartheid y se dejara de retener a la gente en un gigantesco campo de concentración donde se les priva de las necesidades humanas básicas.

En segundo lugar, la premisa de que se puede bombardear a la gente para que acepte un statu quo abusivo es evidentemente absurda. Aunque Israel mate a todos y cada uno de los miembros de Hamás, habrá cientos de miles de supervivientes de esta embestida que vean la depravación de Israel y se nieguen a aceptarla. ¿Creen que todos estos niños huérfanos y todos estos hombres que vieron a sus seres queridos destrozados por explosivos militares se van a conformar con el statu quo de aquí en adelante? Por supuesto que no.

E Israel lo sabe, por eso su solución preferida es expulsar de Gaza a todos los supervivientes de esta embestida y enviarlos a campos de refugiados en la península del Sinaí. Sabe que nada de lo que está haciendo funcionará realmente y se niega a hacer las reparaciones que sí funcionarán, por lo que su única otra opción es la eliminación de los habitantes de Gaza de ninguna manera. La limpieza étnica y los desplazamientos masivos no son "paz" ni por asomo, pero podrían permitir a Israel mantener intacto su abusivo statu quo.

Ésas son las únicas opciones reales de Israel para una estabilidad sostenible: corregir todos los errores que condujeron a esto, o ir en la dirección opuesta e infligir muchos más errores para responder a la cuestión palestina de una vez por todas. Viendo todo esto, está bastante claro que Israel ha optado por lo segundo.

Los responsables de la narrativa siguen luchando con el problema de que cuando anunciaron que los palestinos se habían escapado de su campo de concentración y habían matado a un puñado de israelíes, un número inconveniente de personas empezó a preguntar "Espera, ¿qué hacían en un campo de concentración?"

No encuentro nada menos moral o filosóficamente interesante que pontificar sobre cómo deberían haberse comportado los traumatizados prisioneros de un horrible campo de concentración una vez que se liberaron de sus confines. Por lo que a mí respecta, todo lo que ocurrió el 7 de octubre fue el resultado de generaciones de abusos israelíes, de las decisiones británicas que lo hicieron todo posible y del respaldo estadounidense que lo ha mantenido.

Las políticas israelíes crearon Hamás. No lo digo en el sentido habitual de "Netanyahu impulsó a Hamás para sabotear la paz y socavar a sus rivales más moderados", sino en el sentido de "quienes hacen imposible la revolución pacífica harán inevitable la revolución violenta". Si se eliminan todas las posibles vías pacíficas de resistencia, es natural que surjan facciones que favorezcan la resistencia violenta.

Una de mis experiencias más formativas para entender este conflicto ocurrió en 2018, cuando vi a soldados israelíes disparando contra manifestantes con rifles de francotirador y munición real. B'Tselem denunció explícitamente que esto era ilegal. No hay nada que pueda hacer que algo así esté bien, y fue una ilustración muy clara de la forma en que Israel ha aislado a los palestinos de todas las vías normales hacia una resolución pacífica.

Cuando todo esto empezó dije que creo que el ataque de Hamás será en última instancia negativo para los palestinos, pero que no puedo "condenar a Hamás" con la conciencia tranquila porque nadie puede articular una dirección positiva que los palestinos deberían tomar. El hecho de que se hayan cortado todas las vías pacíficas de resistencia no es culpa de los palestinos ni de Hamás. Es culpa del gobierno israelí.

Hamás es justo lo que se obtiene cuando se crea un Estado de apartheid intolerablemente abusivo que mantiene a millones de personas en un campo de concentración cuyos habitantes están aislados de las necesidades humanas básicas y hace imposible la revolución pacífica. Hamás no es la enfermedad, es un síntoma de la enfermedad. La enfermedad es un proyecto de apartheid colonialista que no puede existir sin violencia, guerra y abusos sin fin.

Me niego a ser avergonzado y demonizado por apoyar la paz por personas que apoyan el asesinato de miles de niños.

caitlinjohnst.one