Matándonos Suavemente

Publié par Contra información sur 18 Juin 2023, 16:38pm

Desde hace algún tiempo, estamos expuestos a una miríada de asesinos silenciosos. Son los asesinos sutiles del cuerpo físico y de la mente.

Solía pensar que la mayoría de estos asesinos eran involuntarios y simplemente el resultado de la ignorancia o de una comprensión inexistente del mundo no material de la mente. También pensaba que la ciencia era bastante inepta para detectar cambios sutiles en las emociones, como la depresión o el "no sentirse bien". Todas estas "medidas" eran sencillamente demasiado matizadas para tenerlas en cuenta en sus cálculos.

Hoy en día, creo que mucho de lo que estoy hablando es intencionado. Nos están eliminando intencionadamente o, como mínimo, nos están enfermando intencionadamente. La humanidad está siendo asesinada deliberadamente.

Es una hipótesis bastante radical, ¿no? Dejémosla de lado por el momento si esto te molesta. Puedo presentarte algunos buenos argumentos aunque no estés dispuesto a aceptar esta noción extrema. Y, como el eminente psiquiatra suizo Carl Jung decía a menudo a sus pacientes: "Bueno, podría estar equivocado".

Hay muchas cosas obvias en el mundo que nos matan suavemente... y no todas suavemente. La contaminación es una de las principales: el aire que respiramos y el agua que bebemos son tóxicos, y probablemente más tóxicos de lo que nos hacen creer (ésa es la parte "suave"). Luego, en la lista de productos tóxicos, están la mayoría de los alimentos que comemos, la comida rápida es la más evidente, los menos evidentes son los alimentos procesados y el culpable más discreto son los transgénicos. También hay otros "asesinos evidentes", pero no tengo espacio para incluirlos todos.

Entre las cosas menos evidentes, que pueden causar problemas a algunos de vosotros, se encuentran cosas como la 5G y, de hecho, toda la contaminación por los CEM [campos electromagnéticos], incluidas las ondas de radio. La mayoría de los medicamentos son tóxicos, los propios médicos pueden ser muy tóxicos y culpables de matarnos silenciosamente, aunque apostaría a que la mayoría de ellos lo hacen sin querer (¿cuántas veces has leído en las estadísticas que "las muertes debidas a médicos, hospitales y productos farmacéuticos" se encuentran entre las cinco principales causas de muerte en el mundo?

Hay tantas cosas en esta lista que se necesitarían volúmenes para presentarlas todas.

De hecho, no me sorprendería que todas y cada una de las cosas con las que nos encontramos a diario fueran químicamente tóxicas de alguna manera (lo que significa que es responsable de destruir el tejido de nuestro cuerpo físico). Cosas divertidas. Cosas interesantes.

Creo que mucha gente no es realmente consciente de la mayoría de estas cosas, o piensa que el daño que pueden infligir es tan mínimo que realmente no importa mucho. Bueno, como se suele decir, las cosas suman.

De nuevo, se trata de cosas que la mayoría de la gente al menos ha oído que podrían ser malas. La mayoría de ellos, de nuevo, probablemente piensan que los poderes fácticos no permitirían que se liberaran cosas que realmente podrían dañarnos. En realidad, hay muchas agencias gubernamentales que regulan estas cosas y hacen todo lo que pueden para evitar que nos hagamos daño. ¡ ¡Hum ! Hum!¿De verdad? Como dije antes, si crees eso, tengo una propiedad frente al mar en Nevada que te venderé barata. ¿O es Kansas?

Todos hemos visto películas como Erin Brockovich (2000) y Dark Waters (2019) que muestran las heroicidades de individuos que luchan contra los grandes malvados contaminantes y ganan millones de dólares para sus víctimas. Eso es genial, más poder para ellos. Pero los malos de estas películas están en su mayoría unos cuantos niveles por debajo de los verdaderos culpables. Claro que hay empresas malvadas y directores ejecutivos que las dirigen. De hecho, forman parte de la agenda. Pero, de nuevo, no voy a entrar en eso aquí.

Algunos de los mayores asesinos suaves son asesinos de la salud mental, y las drogas que los acompañan. También incluiría en este grupo a los CEM asesinos antes mencionados, y quizá incluso a algunos de los contaminantes que atacan nuestra mente en lugar de nuestro cuerpo -a los que nadie presta mucha atención-, a los efectos sutiles sobre la personalidad, la cognición, etc. Por ejemplo, la mayoría de los debates sobre los efectos nocivos de las vacunas Covid se centran en cómo nos dañan físicamente. No se habla mucho de los efectos que pueden tener en el cerebro (aparte de los físicos), la personalidad o la mente. ¡Oh, Dios, no! Nada de eso, no es importante.

Los seres humanos son biosistemas bastante sutiles, y eso es sólo nuestra parte física. La parte mental/emocional también es muy sutil, y la parte espiritual es tan sutil que se ignora totalmente. Incluso las dos primeras, física y mental, se ignoran en gran medida. La única parte a la que se presta atención es la punta del iceberg. La mayoría de estos sistemas se encuentran por debajo del nivel de la conciencia bruta, pero estos niveles ocultos tienen más influencia en el bienestar de una persona que la parte relativamente pequeña del iceberg que recibe toda la atención.

Permítanme ser un poco más claro.

La medicina moderna es esencialmente una ciencia de las estadísticas. Aquí manda la mayoría, lo que se tiene en cuenta es el centro de la curva de Gauss (o campana de Gauss). Casi todas las declaraciones médicas se expresan en porcentajes. ¿Qué porcentaje sobrevivirá a un cáncer, una enfermedad o una modalidad de tratamiento? ¿Qué porcentaje seguirá vivo dentro de 5 años, qué porcentaje sufrirá efectos secundarios, etc.? Se presta muy poca atención a los valores atípicos. De hecho, algunos efectos secundarios están tan por debajo de una estadística relevante que se ignoran por completo; sin embargo, estos efectos secundarios ignorados podrían tener un enorme impacto en la calidad de vida.

He aquí un ejemplo: tengo docenas de clientes que acuden a mí quejándose de depresión. La mayoría de ellos no son suicidas; simplemente tienen lo que ellos definen como una vida de mierda. Sencillamente, su vida no es lo que habían imaginado. Tal vez ni siquiera sepan que están deprimidos, pero una evaluación más profunda deja claro que simplemente no son capaces de ser plenamente felices, de estar motivados, de sentir curiosidad por la vida o incluso de interesarse por ella.

Estos pacientes no presentan ninguno de los traumas típicos que pueden causar tales dolencias. Entonces, ¿de qué se trata? ¿El medio ambiente (no el cambio climático)? Sí. ¿La cultura? Sí. ¿La decadencia y la inmoralidad de la sociedad? Sí. ¿La comida que comen? Sí. ¿Los medicamentos de venta libre que toman? Sí. ¿Los medicamentos que toman con receta? Sí, sin duda.

Todas estas cosas los están matando, algunas de ellas de forma obvia, pero los verdaderos peligros son las cosas que los están matando suavemente, las cosas que nos dicen que no son importantes.

Todas estas cosas los están matando, algunas de ellas de forma obvia, pero los verdaderos peligros son las cosas que los matan suavemente las cosas que nos dicen que no son importantes.

La medicina moderna considera que ninguna de estas cosas tiene una influencia lo suficientemente significativa en el cuerpo, el espíritu o el alma (a los que, por supuesto, ningún médico presta atención) como para ser peligrosa. Si, como seres humanos, estamos por encima de un cierto umbral de quejas y dolencias, se nos considera "normales" y las quejas y dolencias por debajo de ese umbral son estadísticamente irrelevantes. Pero se van sumando.

Morimos más jóvenes de lo que deberíamos. Nos debilitamos antes de lo que deberíamos. Y aunque nuestros cuerpos puedan seguir funcionando físicamente a través de los milagros de la medicina moderna, estamos muertos por dentro, con el alma envenenada y un cuerpo y un cerebro que apenas funcionan, pero lo suficiente para que la mayoría de la gente piense que ya es bastante.

Vivir una vida con sentido y propósito es en realidad más importante que vivir una vida con un cuerpo completamente saludable, y en el mundo actual no tenemos ni lo uno ni lo otro. Nuestras almas están siendo lentamente asesinadas por una cultura materialista y sin sentido donde el consumismo es el nombre del juego de la vida. No necesito enumerar los problemas presentes en esta cultura asesina de almas, pero a la cabeza de esta muerte lenta está el movimiento hacia el transhumanismo y la creación deliberada de un mundo sin fundamento moral.

El cuerpo físico también es asesinado suavemente por todos los agentes tóxicos mencionados a los que estamos expuestos día tras día. La mayoría de ellos son lentos y suaves, y operan sin obstáculos bajo el radar de la mayoría de la gente - y ciertamente bajo el radar de aquellos que deberían vigilar tales cosas.

¿Es intencionado? ¿Estamos siendo sometidos a este lento genocidio como parte del esfuerzo eugenésico global para librar al mundo de comedores inútiles? O, lo que es aún más terrible, ¿para librar al mundo de todos los seres humanos que están hechos a imagen de Dios junto con la propia naturaleza? Un programa que aparece claramente en el tomo de C.S. Lewis That Hideous Strength, (Esa horrible fuerza) así como en las obras de muchos otros autores como George Orwell y Aldous Huxley.

Es probable que todo lo que he mencionado aquí no se ha realizado en el marco de esta mala intención en mente. Pero estoy dispuesto a apostar que mucho de ello lo fue (vea el trabajo de David Icke). Puede que se haya convertido en la naturaleza de la bestia crear una cultura que, en su arrogancia atea, ignore las sutilezas de la vida y la existencia.

La mayoría de los ejemplos tóxicos que he presentado aquí son el resultado de la omisión - por ejemplo, omitir cualquier forma de diligencia para evitar sus efectos tóxicos, o suprimir completamente las cosas que caen en las resoluciones materiales inferiores de nuestra experiencia, haciéndolas estadísticamente irrelevantes - si no puedes verlo claramente, entonces simplemente ignóralo. Obviamente, todo lo "invisible", como el amor, la belleza, el arte, Dios, la unidad y la esencia de la vida, se ignora completa y casi salvajemente. Así es nuestro mundo: una humanidad que agoniza silenciosa y suavemente.

Todd Hayen

off-guardian