El CDC estadounidense (Centro de Control de Enfermedades) ha dado a conocer las alarmantes cifras de mujeres embarazadas que murieron durante el parto en 2021 en Estados Unidos, para constatar un aumento del 60% respecto a 2019 y el nivel más alto registrado desde 1965.
¿Qué es la "muerte materna"?
La Organización Mundial de la Salud la define como "la muerte durante el embarazo o dentro de los 42 días posteriores al final del embarazo por cualquier causa relacionada o agravada por el embarazo o su tratamieno, pero excluyendo las causas accidentales o secundarias".
Estados Unidos tiene la tasa de mortalidad materna más alta de todos los países desarrollados, según el Commonwealth Fund y los últimos datos de la OMS. Según un informe de marzo de 2023 del CDC, la tasa de mortalidad materna para 2021 fue de 32,9 muertes por cada 100.000 nacidos vivos, frente a una tasa de 23,8 en 2020 y de 20,1 en 2019.
Esto no se debe a Covid... pero nadie habla de las vacunas.
La CNN, desafiando toda lógica, atribuye este aumento en 2021 únicamente al virus. Sin embargo, 2021 fue el año de una variante menos letal con una mayoría de la población ya en contacto con el Sars-CoV-2. Si la causa de este aumento de la mortalidad materna fuera realmente el virus, entonces lógicamente debería haber sido más marcado en 2020, el año de la cepa viral más letal en una población aún no inmune.
La llegada de las inyecciones de ARNm en 2021 no es mencionada en absoluto por la CNN, ni por los CDC, que no proporcionan ninguna estadística basada en el estado de vacunación Covid. Sin duda, los provax se habrían jactado si en 2021 se hubiera producido un descenso de las muertes maternas, que se habría atribuido a la campaña de vacunación de las mujeres embarazadas. Sin embargo, ha ocurrido todo lo contrario.
La CNN sigue animando a las embarazadas a vacunarse
Sólo la disparidad entre etnias es destacada y diseccionada por el CDC, mostrando un fenómeno de larga data que las mujeres negras e hispanas se ven más afectadas, especialmente por cuestiones relacionadas con la pobreza, como los hábitos alimentarios y el acceso a una atención de calidad. Algunos lo ven como un intento de distracción.
En su reportaje, la CNN repite una vez más la importancia de vacunar a las embarazadas contra el Covid, considerándolas aún en riesgo a pesar de que el 99% de la población estará inmunizada en 2023. En un artículo reciente recopilamos los datos científicos que demuestran que esa medida debe evitarse a toda costa. Las inyecciones provocan entre siete y ocho veces más abortos espontáneos en mujeres con menos de 20 semanas de embarazo.
¿Y el efecto de las medidas restrictivas?
El posible efecto de las medidas Covid tampoco se menciona en ninguna parte del análisis de la CNN. Cabría pensar en el uso obligatorio de mascarillas durante el parto, que puede haber empeorado las condiciones de trabajo de muchas futuras madres, aumentando el número de desenlaces mortales en mujeres cuya salud ya estaba afectada.