Daños de las vacunas: 300.000 muertes en EE.UU., 148.000 millones de dólares perdidos, y el 10% dice que murió algún miembro de su unidad familiar

Publié par Contra información sur 8 Avril 2023, 15:22pm

"Quizá lo más extraordinario de la situación actual es que la mayoría de los estadounidenses ni siquiera saben que esto está ocurriendo".

"...este recuento de muertes en un año es 5,2 veces superior al número de soldados estadounidenses muertos en combate durante la guerra de Vietnam en 10 años".

- John Leake

Por fin está aquí el Vaccine Damage Report de Ed Dowd. El informe analiza el exceso de mortalidad en la población trabajadora saludable de Estados Unidos, esos 148 millones de estadounidenses de entre 18 y 64 años que aún tienen trabajo. Lo más chocante es que se calcula que 300.000 de ellos han muerto por los efectos de las inyecciones de ARNm COVID19 y que otros 1,4 millones están clasificados como discapacitados. En todo el mundo, esto equivaldría a unos 5 millones de muertes y 46 millones de personas discapacitadas por las inyecciones y unos 900 millones de personas que han sufrido algún tipo de lesión/efecto secundario.

Acaba de publicarse una encuesta del Instituto Rasmussen que corrobora que "algo terrible ha ocurrido en EE.UU.". Muestra que el 10% de los estadounidenses afirma que alguien de su familia ha muerto y sospecha firmemente que la causa de la muerte son las inyecciones de ARNm. Esta cifra se divide a partes iguales entre personas que votan a demócratas y republicanos, lo que demuestra que no se trata de una respuesta políticamente motivada, sino simplemente de una triste imagen de la situación y de enfado. Aproximadamente el mismo número de personas (11%) afirma que algún familiar ha muerto a causa del COVID. Lo más notable es que, sin los titulares de los medios de comunicación, muchos de estos 1 de cada 10 hogares pueden pensar que su sufrimiento es "raro" y que han tenido mala suerte. La indignación aumentará sin duda cuando estas personas conecten los puntos.

Actualización: La encuesta de Rasmussen refleja seguramente un voto de protesta, no muertes reales. Todas las personas (de todos los bandos del espectro político) que han sufrido o han sido testigos de sufrimiento, o que conocen a alguien que ha sufrido, presumiblemente marcaron la casilla porque se sentían sin voz ante la peor corrupción del sistema. Piense en ello como una llamarada de emergencia en la escena de un crimen.

@DowdEdward via Peter McCullough

Esto no va a parar, las cifras son demasiado grandes. Si uno de cada diez viviera con alguien que ha muerto, serían muchos más los que lo sabrían. Un estudio similar realizado en enero mostró que una cuarta parte de los encuestados afirmaron haber conocido personalmente a alguien que creían que había muerto a causa de las inyecciones/"vacunas".

Una tasa increíblemente alta de personas afectadas en la flor de la vida:

Lo que dicen los datos de este informe es que alrededor del 82% de las personas que se inyectaron no sufrieron efectos secundarios, pero el 18% sufrió efectos secundarios desde leves hasta mucho más grave. Esto es estadísticamente enorme. Esta alarmante cifra se ve corroborada por los datos sobre la tasa de absentismo laboral en 2022, que era un 29% superior a la de 2019, antes de la crisis COVID. Como nos recuerda Ed Dowd, esto rompe todos los moldes, una desviación estándar 11 de la norma. Esto es una señal roja intermitente. Nada como esto ha sucedido antes en los datos. Nada como esto ha sucedido en el mercado laboral de EE.UU. en toda su historia.

Casi el 1 % sufrió algún tipo de discapacidad y lo que es peor entre el 0,05 y el 0,1% murió, tal vez murió 1 de cada 1000 personas, y esto es del grupo de edad saludable de 18 a 64 años. Esto representa un exceso de mortalidad del 23% en este grupo sano durante 2021 y 2022. En una entrevista hace unas semanas, Ed Dowd explicó que el exceso de mortalidad era mayor en la población sana y trabajadora que en la no trabajadora, probablemente debido a los requisitos de "vacuna" impuestos a los trabajadores y no a los jubilados o desempleados.

En su entrevista con Tucker Carlson hace unas semanas, Ed Dowd explicó entonces que el exceso de muertes era mayor en la parte de la población en edad laboral sana que en los desempleados, probablemente debido a los mandatos de tratamiento médico que se aplicaban a los trabajadores y no a los desempleados.

2021 fue un año terrible para los menores de 75 años

PhinanceTechnologies

Se categorizaron cuatro niveles diferentes de daño, explicados en este cuadro:

Edward Dowd pide apoyo para realizar este análisis en otros países, como Australia, Canadá, Israel, Japón y otros. Los gobiernos deberían realizar estas evaluaciones, pero no lo hacen. En Australia se está abandonando el mayor ensayo de seguridad de una vacuna médica sólo un año después de su inicio. 14.000 australianos murieron de algo misterioso el año pasado y nadie quiere investigarlo.

Si las vacunas fueran seguras y eficaces estarían haciendo cientos de estudios. En cambio, los ciudadanos privados tienen que hacer la investigación que el gobierno no quiere hacer.

Las cifras australianas para 2022 muestran tasas de mortalidad muy similares a las estadounidenses. La población estadounidense es 15 veces mayor, aunque sólo el 70% está vacunado, y sus cifras anteriores provienen de 2021 y 2022, mientras que los datos australianos provienen de un solo año y se extienden a toda la población, no sólo a los trabajadores.

REFERENCIAS

US Vaccine Damage Report Report (2022) Phinance Technologies.