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"El verdadero enemigo es la mente reducida a un gramófono, y esto sigue siendo cierto tanto si uno está de acuerdo como si no con el disco que está sonando en un momento dado. ~George Orwell
La modificación y el control del comportamiento son esenciales para el tipo de control social pretendido por la toma de posesión tecnocrática fascista del planeta Tierra, actualmente en curso. Los controladores no pueden tolerar en absoluto la protesta, la disidencia o incluso la abstención respecto a sus demenciales programas, por lo que es necesario que se aseguren de que los individuos no puedan expresar opiniones contrarias. Sus planes simplemente no pueden llevarse a cabo sin una obediencia masiva, o al menos la percepción de tal obediencia.
Si no te conformas con seguir automáticamente los bloqueos autoritarios que se interponen en tu camino, debes ser aislado antes de crear una ola de disidencia dentro de la colmena.
Y así la jaula para contenerte toma forma.
La publicidad, las relaciones públicas, la propaganda, Hollywood, la televisión, los medios de comunicación dominantes, la cultura de los famosos y los influenciadores constituyen el primer nivel de control social. Estas entidades sirven para presentar de manera omnipresente un ejemplo del comportamiento, ideas y creencias necesarias para que encajes en el rebaño. Moldean tu comportamiento a través de la repetición, informándote constantemente de lo que es aceptado y esperado, y tu subconsciente recibe el mensaje alto y claro.
El segundo nivel es la censura oficial, la censura corporativa y la cultura de la nulidad, todas ellas destinadas a silenciar las opiniones discrepantes. Además, este nivel tiene una eficacia multidimensional. Hay quienes son directamente censurados y/o expulsados de las plataformas de expresión, además del efecto adicional de la autocensura, que es la autorregulación semiconsciente del propio discurso para ajustarse a las normas y estándares actuales percibidos, y para evitar los riesgos de hacerlo.
El tercer nivel, que emerge ante nuestros ojos, implicará el uso de tecnología avanzada, IA, aprendizaje automático y monitorización algorítmica de tu discurso en público, y eventualmente en privado, para silenciarte inmediatamente y castigarte al instante por expresar un pensamiento equivocado. Escribo este artículo en este momento porque me llamó la atención un reciente artículo de France 24 titulado "Los clubes holandeses van a desplegar "tecnología inteligente" para combatir el racismo de los seguidores", que ilustra claramente cómo será el nivel 3.
He aquí un extracto del artículo...
"Tres grandes clubes de fútbol holandeses participan en proyectos piloto que utilizan tecnología inteligente, incluida la inteligencia artificial, para identificar y combatir los comportamientos racistas de los seguidores, anunció el miércoles la federación de fútbol del país.....
En el PSV, que está estrechamente asociado con el gigante holandés de la tecnología Philips, se utilizarán cámaras y equipos de sonido para medir la participación de los seguidores en los partidos "con información directa a los aficionados para motivarlos y hacerlos cantar".
Los programas informáticos que utilizan la inteligencia artificial podrán detectar los gritos censurables y alertar a los responsables humanos, que podrán ver una redifusión, declaró la KNVB.
En Zwolle, al este del país, los visitantes se desplazarán a los partidos con sus entradas en sus teléfonos, accesibles a través de una aplicación móvil, que podrá dar a los aficionados información en tiempo real sobre las condiciones de seguridad en torno al estadio, entre otras cosas." [Fuente]
Eso es mucho ingenio y recursos para resolver el lamentable problema de que la gente sea idiota, pero por desgracia, ya sabemos cómo se comercializan este tipo de sistemas y cómo evolucionan y se extienden por la sociedad una vez que han sido probados para el supuesto beneficio de hacer un mundo más seguro e inclusivo.
Estoy seguro de que el nivel 4 implicará un nivel transhumanista de tecnología de lectura de la mente, donde los individuos pueden ser perfilados y seleccionados de acuerdo con sus creencias sociales antes de que hayan cristalizado estas ideas en sus propias mentes. De hecho, ya había leído que uno de los sueños más descabellados de Klaus Schwab y su equipo era desarrollar herramientas para leer la mente de las personas mientras viajan por el mundo para identificar sus intenciones.
La obra de ficción profética de Orwell, 1984, creó una imagen de cómo podría parecer una sociedad tan rígidamente controlada. La gente común está encerrada en una realidad inflexible y anquilosada de conformidad, mientras que los que están detrás de la cortina son libres de dedicarse a cualquier forma de depravación que puedan imaginar. Y por supuesto, esto ya está ocurriendo en nuestro mundo... Epstein no se suicidó, según dicen.
Pero mi propósito aquí no es informar de las noticias actuales ni invitar al desánimo sobre la naturaleza del mundo que cambia rápidamente. Mi objetivo es que seas plenamente consciente del valor de tu propia mente en todo esto. Ese es el precio que hay que pagar. Son tus propias ideas originales sobre lo que es posible para ti en esta bola de confusión las que realmente pueden conducir las cosas en una dirección positiva.
Al fin y al cabo, si el hecho de reclutar al mundo entero en una plantación de esclavos homogeneizada, gestionada de forma centralizada y monocultural, estuviera sometido a un voto esto no se produciría. Bueno, en realidad, no sucederá de todos modos, pero esa es otra conversación.
He hablado en detalle sobre el hecho de que la mayoría de la gente no se da cuenta de que la mayor parte de su comportamiento NO es orgánico a sí mismo. Es decir, la mayoría de las cosas que la gente hace a diario son el resultado de programas que se ejecutan dentro de su mente subconsciente, y no sirven a su propio interés de estar sano, rico y feliz, con relaciones funcionales y gratificantes.
¿Tu comportamiento es orgánico y original para ti, o hay algo fuera de ti que te programa?
El hecho de que se dedique tanta energía y esfuerzo a controlar lo que piensas y cómo te expresas debería decirte lo poderoso que eres en realidad. Cuanto más entiendas esto, más libertad tendrás en tu vida para convertirte en la persona que mereces ser, y para vivir la vida que mereces vivir.
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