Un egregor es producido por una poderosa corriente de pensamiento colectivo. Cuando varias personas se focalizan juntas sobre un mismo objeto, con una misma intensidad, desarrollan una energía común. Todos conocemos este efecto estimulante, que se experimenta cuando compartimos con otros un proyecto emocionante o un momento impactante. La actividad concentrada reúne las intenciones de cada persona en una conciencia colectiva, que parece llevar al grupo. Pero detrás de la impresión personal, hay un proceso regulado desarrollándose entre los seres humanos.
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Baso mis reflexiones sobre este vocablo según su etimología latina: ex = saliendo de, y gregs-gregis = el rebaño, la multitud, el conjunto. Se trata de la energía que emerge de una asamblea de personas animadas por una misma disposición de espíritu.
Un analista geopolítico describe muy bien síndrome del borrego que se vive actualmente: La gente es infeliz. Sí, pero no lo suficiente para detener esta tiranía. - Será mejor que me comporte sino me castigarán. - ¡MIEDO! - El miedo conduce al síndrome del borrego, esta enfermedad social profunda que nos azota hoy en día. Se ciñen a la narración -deben llevar máscara-, deben mantener una distancia de seguridad de 2 metros, la policía vela para hacer respetar las reglas...
Un sociólogo, director de investigación en el CNRS (Centro Nacional de Investigación Científica de Francia), expuso durante una conferencia muy densa varios aspectos de la gestión de la población: los individuos se comportan como una X abstracta: el miedo ha sido organizado por proyecciones informáticas abstractas, por modelizadores que no son médicos, y que por tanto están desconectados de la realidad de una epidemia en el sentido de vigilar su expresión tanto a nivel del agente patógeno como de la experiencia de la población.
Menciona cómo la atención de la gente se ha centrado en un "pastor" -el "druida marsellés" (N. del T. alusión al microbiologista francés, especialista des maladies infectieuses, Didier Raoult) - con el fin de hacer una gran distracción para evitar el tema central que era el del tratamiento temprano, tanto en el plano médico como en el ético. Al mismo tiempo, el espacio para la atención del rebaño se reduce, ya que el sistema ha puesto la medicina de la ciudad fuera de juego en una estrategia hospital-centrista (centrada en el hospital) dramáticamente errónea.
Y para los que han permanecido saludables, se les ha impuesto también un encierro con confinamiento.
Con distracciones que dejan a uno pensando: Un magistrado ha demostrado que entre octubre de 2020 y principios de abril de 2021, hubo 38 cambios en los detalles de las reglas, incluso en los detalles de los anexos del decreto.
Para mantener a los borregos en un espacio bien definido, se les ha impuesto también la nueva religión de la vacuna, punto de la llegada de la doxa, el discurso de los dominantes, y por tanto el discurso dominante de la sociedad, que justifica así su posición de dominación de diversas maneras: somos nosotros los competentes, con una narrativa global que se parece a un cuento infantil: el miedo al lobo feroz. La forma en que se escenifica este cuento provoca un tipo de creencia milagrosa.
De este modo, la "vacuna" se convierte en un eslogan político de un ideal simplista. Algunos discursos no tienen nada más que decir y lo repiten una y otra vez: "¡vacúnate!
Otra estrategia se desarrolla de forma global, sin tener en cuenta la diversidad de los seres humanos: el tecno-solucionismo, en relación con la tecno-vigilancia que es a la vez solucionismo y eslogan.
El lado religioso también es visible en su funcionamiento: todas las ideologías dividen el mundo en dos: amigos y enemigos, especialmente las ideologías religiosas, pero no sólo. En esta metáfora religiosa también encontramos chivos expiatorios, lo que permite que las emociones se desahoguen.
De hecho, hay que tener en cuenta que cada rebaño tiene un propietario más o menos rico en función del tamaño del rebaño. Así, una fundación más rica que algunos Estados del mundo lleva años desplegando una inmensa estrategia de tráfico de influencias internacional, que se une a las estrategias de la industria farmacéutica. Lo que tienen en común es la idea de marketing simplista consistente en decir "debemos vacunar para salvar a la humanidad". Hago un paralelismo aleatorio con la situación de un propietario de borregos que busca el máximo beneficio de la lana y la carne... La Fundación mencionada dice: "Somos los benefactores de la humanidad" como un propietario de ganado que busca desarrollar la economía de la región, ¡o incluso de la nación!
La vacunación de la masa que representa la población también evoca similitudes con las que son generalizadas para los borregos.
Obviamente, ¡no se les pide el consentimiento informado! Pero para la vacunación anti-covid de humanos, ¿podemos hablar de tal consentimiento? En primer lugar, ¿quién está realmente informado entre médicos, los que se inyectan, los decidores políticos y otras partes interesadas?
Aparentemente todos están de acuerdo, pero ¿a qué nivel? ¿Con un conocimiento puramente mental o con un conocimiento biológico del producto inyectado y de las múltiples posibilidades de reacción de los inyectados? Por otro lado, ¿podemos hablar de un real consentimiento cuando se trata de obtener un pase sanitario para trabajar o viajar, que nada tiene que ver con el efecto vital del contenido de la inoculación?
¿Qué queda de la noción de inviolabilidad del cuerpo humano que lo distingue en principio del de un borrego?
¿Tenemos en cuenta la mortalidad de la vacuna anti-covid? Lo que distingue claramente un borrego de un humano, se expone en una entrevista de Debriefing de France Soir (eliminada de google) La realidad de los humanos es la complejidad. Tenemos 2 ideologías, cada una tan absoluta como la otra. En medio de personas razonables que piensan que hay vacunas buenas y no tan buenas, categorías de personas que deben ser vacunadas y otras que no, edades en las que es necesario vacunar y otras en las que puede ser útil o peligroso. ¡Que cada cosa se discuta, como se hace con todos los medicamentos!
Los ancianos residentes en instituciones también tenían derecho a un tratamiento estandarizado que no tenía en cuenta sus necesidades individuales: Morir solo en tiempos de Covid: ruptura de la civilización. "Aturdidos por el miedo y el dolor, aceptamos lo inaceptable [...] Se fue desnuda en una bolsa de cadáveres. Se fue sola y humillada. Se fue sola, sin hacer ruido. Se ha quedado sola y el duelo es imposible. Con una voz clara y precisa, en la que, a veces, se dispara la emoción, Catherine Frot lee el conmovedor testimonio de franceses enfadados y afligidos que no han podido asistir a su madres, a su padres, en sus últimos momentos.... Durante más de un año, debido a la gestión "sanitocrática" de la crisis por parte de una administración que ha establecido protocolos absurdos e inhumanos, se ha prohibido a miles de personas ver a sus familiares, tanto en los EHPAD como en los hospitales.
Los rebaños también están representados por números: vacunar a los niños para mejorar las tasas de vacunación no solo no tenemos en cuenta las necesidades de los niños a esta edad, sino que también se les perjudica.
Ha surgido un nuevo tipo de egregor: El detector de Covid: el nuevo trabajo de estudiante que compensa. Desde que el Covid-19 se instaló en Francia, un nuevo trabajo se ha hecho popular entre los estudiantes: el detector. Las pequeñas carpas blancas han invadido nuestras calles y se han instalado por tiempo indefinido frente a nuestras farmacias. Los franceses se apresuran a averiguar para saber si son portadores de la enfermedad.
Según la encuesta de France Info, "se han realizado más de 220 millones de pruebas de detección de Covid-19 en Francia desde el inicio de la crisis sanitaria". Hay una cosa en común entre todos estos pequeños centros de detección: los que “hacen tests" son veinteañeros. Uno podría pensar que estos jóvenes están estudiando salud. Esto no es así, ni mucho menos, según France Info: Los estudiantes que se encuentran en los barnums (carpas) de París proceden de todos los ámbitos: arquitectura, recursos humanos, peluquería, etc.". Los que han creado y dirigen tal egregor parecen utilizar a estos estudiantes sólo para llevar a cabo su negocio, sin preocuparse de limitar el poder creativo de estos jóvenes para que puedan disfrutar de una vida profesional satisfactoria más adelante.
Un egregor de algunos periodistas ha crecido. Un artículo de Jean Paul Baquiast que presenta el libro del periodista alemán Udo Ulfkotte, antiguo reportero de investigación del gran medio de comunicación alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung. Su título traducido al francés: "periodistas comprados.: cómo los políticos y las finanzas dirigen los medios de comunicación". Por supuesto, los medios de comunicación no se apresuraron a promocionar este libro .....
Muchos docentes han entrado en el juego de las medidas sanitarias, imponiéndolas y sometiéndose obedientemente a la Doxa, mientras escotomizan sus sentimientos. Un director ilustra los posibles excesos en Derrape, un cortometraje que presenta un fascismo que no dice su nombre, pero cuyo Laurent Firode se burla de los excesos de tres personas que relatan esto con la emoción del deber cumplido.
Los seres humanos poseen un potencial y habilidades mucho mayores que los animales. Por ejemplo, algunas personas están despertando y revelando vivamente después de haber pasado por 2 años de covid; se preguntan, basándose en sus observaciones y en el de su alrededor: ¿Debo tomar mi próxima dosis? Un especialista en genética desarrolla una cuestión poco estudiada hasta ahora: Una pregunta fundamental y no resuelta: ¿Hasta cuando podemos estimular nuestra capacidad inmunitaria? De hecho, todo el mundo debería recuperar su inmunidad total y no condicionarla a los peligros que obligan a nuestro sistema a producir (AC) (anticuerpos) inadecuados.
Por su parte, algunos oficiales salen decididamente del rebaño del ejército: 3 altos oficiales del Ejército de los Estados Unidos denuncian el escándalo de las vacunas.
Los que tenían la ilusión de creer que un pueblo podía ser conducido como un rebaño han olvidado que cuando los borregos se reúnen voluntariamente, pueden ponerse en marcha según sus impulsos motrices y sus ímpetus de vida. De hecho, en contra de lo que se esperaba, no son los profesionales de la salud los que se han puesto en primera línea, sino los camioneros, que están hartos de "todas las medidas liberticidas anti-Covid.
Entre el rebaño de médicos, puede haber carneros (¡borrego no castrado capaz de procrear!): que definen la hipocresía de un sistema moribundo: ¿Qué vale una vida? Hacer esta pregunta ya es violencia... La violencia está por todas partes en nuestro mundo, pero ¿no es la peor violencia la que avanza sin mostrar su verdadero rostro? Este médico también denuncia el objetivo cínico y perverso servido por una buena intención de fachada.
¡Hay incluso un egregor de científicos que frecuentan las altas esferas del espíritu humano! Entre ellos, un médico disecciona brillantemente en una conferencia del Consejo Científico Independiente, a partir de la 1h11'30'', sobre qué medios el sistema se arroga el derecho de dominar la situación coronavirus para reducir a la población a un rebaño sumiso.