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El imperio bajo el que vivimos es todo aquello a lo que nos han enseñado a temer. Nuestros gobernantes son los asesinos. Nuestros gobernantes son los terroristas. Nuestros gobernantes son los tiranos. Nuestros gobernantes son el problema.
El otro día publiqué un ensayo titulado “Los sionistas promueven la islamofobia porque es más fácil que lograr que la gente quiera a Israel”, basado en la notoria superposición entre los virulentos partidarios de Israel y las personas que promueven el odio a los musulmanes.
Lo que no sabía en ese momento hasta que los lectores me alertaron fue que Drop Site News había publicado un artículo el mes pasado sobre un informe de encuesta filtrado encargado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel que en realidad concluyó que promover la islamofobia es la forma más efectiva de combatir la forma en que la opinión pública mundial se ha vuelto contra Israel.
“Según el estudio, la mejor táctica de Israel para combatir esto es fomentar el miedo al 'islam radical' y al 'yihadismo', que siguen siendo altos”, escribe Ryan Grim, de Drop Site. “Al destacar el apoyo israelí a los derechos de las mujeres y los derechos de los homosexuales, a la vez que se plantea la preocupación de que Hamás quiere 'destruir a todos los judíos y propagar el yihadismo', el apoyo israelí se recuperó en un promedio de más de 20 puntos en cada país”.
Así que esta es una táctica real y planificada. El vitriolo estridente que hemos visto últimamente sobre el islam y los musulmanes se fomenta deliberada y sistemáticamente como una estrategia calculada.
Una de las cosas más estúpidas de esta última ola de histeria islamófoba es que Estados Unidos, Israel y sus aliados son mucho más asesinos y tiránicos que todo el mundo musulmán combinado.
La administración Trump está enviando el portaaviones más grande del mundo y varios buques de guerra a aguas latinoamericanas, donde libra una nueva y engañosa guerra contra el terrorismo, con ataques cada vez más frecuentes contra embarcaciones que transportan presuntos "narcoterroristas". Ni siquiera ocultan que, en realidad, se trata de preparar un intervencionismo de cambio de régimen en Venezuela, un gobierno que Washington lleva tiempo intentando derrocar debido a sus enormes reservas de petróleo y su incumplimiento del orden mundial capitalista.
La alianza de poder estadounidense hace constantemente cosas como esta : libra guerras, bombardea países, impone sanciones mortíferas, organiza golpes de Estado, apoya conflictos por poderes, se inmiscuye en elecciones extranjeras; todo con el objetivo de dominar el planeta por completo. Se acepta como norma general y la prensa occidental a menudo apenas informa sobre sus abusos (¿sabías que Trump ha bombardeado Somalia más de 80 veces este año?), pero eso no la hace menos mortífera y tiránica.
Y nos dicen día tras día que todos debemos tener miedo de los musulmanes, quienes incluso con una población mundial de dos mil millones de personas todavía logran ser mucho, mucho menos violentos y destructivos que la alianza de poder centralizada de Estados Unidos.
¡Diablos! Los estados musulmanes más abusivos son cómplices de Estados Unidos, como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, cuya masacre genocida en Yemen fue respaldada por Estados Unidos y sus aliados entre 2015 y 2022. Los Emiratos Árabes Unidos están financiando atrocidades genocidas en Sudán ahora mismo. El imperio centralizado por Estados Unidos es la estructura de poder más destructiva del planeta, y los estados musulmanes más destructivos cuentan con el respaldo de esa misma estructura de poder occidental.
El imperio bajo el que vivimos es todo aquello a lo que nos han enseñado a temer. Nuestros gobernantes son los asesinos. Nuestros gobernantes son los terroristas. Nuestros gobernantes son los tiranos. Nuestros gobernantes son el problema.
Nuestros gobernantes quieren que les agitemos los puños a los musulmanes, a los inmigrantes, a los gobiernos desobedientes y a los miembros de otros partidos políticos tradicionales para que no empecemos a agitárselos a ellos.
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