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¿Cuántos habitantes de Gaza hambrientos han sido asesinados a tiros mientras hacían cola para recibir sobras?
¿Cuántos habitantes de Gaza quedan aún en la situación actual?
400 mil personas simplemente fueron borradas de la faz de la tierra bajo los escombros, según el profesor israelí Yaakov Garb.
La mitad de esos niños. Y eso se suma a las decenas de miles de asesinados oficialmente por nuestro "amigo y aliado", la única democracia en Oriente Medio.
¿Me despertaré con la noticia de que otro proyecto de ley gubernamental se aprueba en el Parlamento?
¿Otro proyecto de ley que pretende legalizar el asesinato de bebés hasta su nacimiento o la eutanasia administrada por el Estado?
Es casi como si viviéramos en tierras bajo el control de un culto a la muerte.
Y aún no he empezado a preocuparme por el tiempo.
Otra ola de calor golpeará Europa en verano y quién sabe lo que eso podría significar.
Claro, antes significaba ir a la playa o broncearse en el jardín de la cervecería local, pero ya no.
Hay que sembrar el miedo, aumentar los impuestos y borrar las libertades.
El sol, que sustenta la vida, y más significativamente el CO2, el gas de la vida, son ahora nuestros enemigos, esperando atacar en cualquier momento para dejarte a ti y a tus seres queridos… un poco húmedos.
Ah, y tengo entendido que los murciélagos en China han vuelto a hacer de las suyas.
No sé exactamente qué han estado haciendo, pero según los medios, podría matarme en los próximos meses.
Eso si una bomba nuclear iraní o la llovizna inglesa no me alcanzan primero.
Como pueden imaginar, con todo lo anterior, me aterra salir de casa. Y me aterra pensar. Porque, ¿cómo puedo saber siquiera que esos pensamientos son míos? ¿Y si Vladimir Putin los puso ahí sin que yo lo supiera?
Y ya no se trata sólo de los rusos.
Sir Kier Starmer me dijo, y nunca miente, que debemos prepararnos para la guerra en nuestro propio suelo, ya que un ataque de Rusia, Irán o Corea del Norte podría ser inminente.
Seré sincero: pensé que nosotros, el pueblo, ya estábamos en guerra en el Reino Unido.
Hasta donde puedo ver, el Gobierno declaró la guerra al pueblo de esta nación hace mucho tiempo.
Pensé que matar a bebés a término y practicar eutanasia a personas era simplemente otra técnica de campo de batalla para aumentar la destrucción energética, la inseguridad alimentaria, el empobrecimiento, la indigencia y la desmoralización.
Es hora de unas palabras de nuestros patrocinadores.
“La técnica de matar bebés a término y practicar la eutanasia en el campo de batalla se presenta en asociación con la industria de la sustracción de órganos”.
Culto a la muerte, amigo.
¿Y cómo se supone que debemos prepararnos para una guerra en nuestro propio territorio? Ya no tiene sentido vigilar las fronteras, porque llevan décadas abiertas y si Rusia, Irán y Corea del Norte hubieran querido invadir, ya lo habrían hecho.
Generales de alto rango, francotiradores militares y científicos nucleares habrían estado en la piscina del Holiday Inn o entregando sus pedidos de Uber Eats durante meses.
Y no tenemos dinero para defendernos, porque el mismo gobierno que nos advierte que nos preparemos lo está despilfarrando todo. Al menos lo que queda.
La pequeña figura del hombre de acción ucraniano estuvo de nuevo en Londres esta semana en otra de sus giras para llenar los bolsillos de mi chándal.
Esta vez, sus pequeños corredores de Primark se fueron con otros 280 millones de libras de dinero de los contribuyentes británicos.
Pero por el lado positivo, al menos Starners mantiene a un muchacho ucraniano travesti feliz.
No quiere que otra casa sea incendiada ¿verdad?
Un momento. Quizás si todos tuviéramos una identificación digital, el Gobierno podría saber qué hace cada uno y, por lo tanto, mantenernos a salvo.
Me pregunto por qué nadie ha sugerido eso todavía.
¿Me he perdido algo? ¿Hay algo más que deba aterrorizarme con razón?
¿Hay algo más que debería estar discutiendo con mi esposa en la cocina, en voz baja, para no causarles pesadillas a los niños?
Ah, estoy seguro de que habrá algo más en un minuto.
Pero ¿qué pasaría si, escúchame bien, por una vez no temiéramos aquello que nos dicen que debemos temer?
Leer más: Es un culto a la muerte, amigo
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