Cómo los judíos tomaron el control de China y crearon el comunismo chino (Primera parte)

Publié par Contra información sur 12 Mai 2025, 18:24pm

El experimento social en China bajo el liderazgo del presidente Mao es uno de los más importantes y exitosos en la historia de la humanidad ”.

– El criptojudío David Rockefeller

El judío Henry Kissinger y el criptojudío David Rockefeller con el presidente chino Jaing Zemin (en el cargo, 1993-2003)

En este artículo, el punto central que exploraremos es cómo los judíos tomaron el control de China y convirtieron el país al comunismo, lo que resultó en un gobierno controlado por una élite criptojudía y masónica. Sin embargo, antes de adentrarnos en el material que desglosa el proceso de dos pasos que los judíos utilizaron para instaurar el comunismo, abordaré la historia de los judíos en China, ya que fueron un grupo muy exitoso y un pueblo en constante crecimiento. Los judíos chinos ocuparon altos cargos gubernamentales, dirigieron bancos y periódicos, y en general eran ricos en tiempos de revoluciones clave. Por lo tanto, comprender cómo los judíos chinos trabajaron juntos durante cientos de años antes de la creación del PCCh es fundamental. Al final del artículo, quedará claro que los judíos chinos fueron (y son) más poderosos e influyentes de lo que se creía.

Una breve mirada a la historia del judaísmo chino (≈750-1750 d. C.):

China tiene una larga y compleja historia judía que se remonta a principios del siglo VIII. La prueba del siglo VIII de la primera presencia judía en China fue una carta comercial escrita en judeo-persa, encontrada por Marc Aurel Stein(1). A continuación se encuentra una página de oraciones hebreas que data de finales del siglo VIII y principios del IX.

Como puede ver, la actividad judía china se remonta al siglo VIII, lo que facilitó el crecimiento de una población criptojudía secreta durante siglos (más adelante en este artículo se mostrarán pruebas de ello) y su posterior adquisición de poder e influencia. Es muy importante tener esto en cuenta de cara al futuro. Los judíos chinos más prominentes son los de Kaifeng, quienes establecieron una colonia con sinagoga alrededor del año 950 d. C. (2) y, curiosamente, estaban ubicados a lo largo de la antigua Ruta de la Seda (3), donde se sabe que los judíos dominaron como comerciantes de vanguardia desde su creación en el año 200 a. C. (4). Justo en la época en que la comunidad judía de Kaifeng se asentó a lo largo de la Ruta de la Seda, se estableció en Kaifeng un clan imperial judío (960 d. C.). Se les conoció como la Casa de Zhao durante la dinastía Song.

“El confucianismo formó un número relativamente grande de grupos entre los judíos a principios de la dinastía Qing… Entre estos eruditos confucianos judíos, Zhao Yingcheng, que pertenece a la familia Zhao , es el más representativo y tiene la mayor influencia”. (5)

Una nota al margen interesante para analizar (tenga en cuenta que el PCCh es una creación/herramienta judía)

También es interesante notar que durante los 17 años que Marco Polo pasó en China (en el siglo XIII) notó que los judíos tenían una notable influencia política.

“Algunas observaciones accidentales en los viajes de Marco Polo muestran que los judíos eran suficientes para poder ejercer influencia política en China y Tartaria” (6).

Los judíos de Kaifeng ascendieron rápidamente a la cima de la vida china y realmente comenzaron a alcanzar un nivel de éxito para el conjunto de los judíos nunca visto antes bajo la dinastía Ming.

“…durante la dinastía Ming (1368-1644),…la vida judía prosperó allí.” (7)

“Los judíos de Kaifeng fueron un grupo adinerado en el siglo XVI.” (8)

“Durante este período (dinastía Ming), la comunidad judía de Kaifeng entró en una edad de oro … se les animó a participar plenamente en la sociedad local, incluidos los asuntos públicos y el servicio gubernamental”. (9)

La dinastía Ming claramente mantuvo una estrecha relación con los judíos. No solo los animaron a participar plenamente en la sociedad a todos los niveles, sino que también les asignaron siete apellidos. Algunos de estos nombres aún se conocen hoy en día.

Durante la dinastía Ming (1368-1644), un emperador Ming asignó siete apellidos a los judíos, por los que aún se les conoce: Ai, Shi, Gao, Jin, Li, Zhang y Zhao. De estos, Jin y Shi recuerdan a los nombres judíos occidentales: Oro y Piedra. La inscripción de 1489 enumera otros siete: Yen, Kao, Mu, Huang, Nie, An, Zuo, Bai y Zhou. Al parecer, solo siete nombres sobrevivieron después de 1642. (10)

Tras la caída de la dinastía Ming ante un ejército rebelde liderado por Li Zicheng, una dinastía de corta duración reinó durante 5 años y finalmente fue reemplazada por la dinastía Qing. (Judíos de Kaifeng y descendientes de la Casa de Zhao) Zhao Yingcheng y su hermano Zhao Yingdou, también mandarín, ocuparon importantes puestos gubernamentales en la década de 1660 bajo la recién formada dinastía Qing.

Zhao Yingcheng y su hermano también “fueron fundamentales en la reconstrucción de la sinagoga que fue destruida en la inundación de 1642” (11).

Es fundamental comprender que estos judíos actúan como el judío religioso promedio que se ve en Estados Unidos o en cualquier otro lugar. Por ejemplo, en el siglo XIX, los judíos de China solo se casaban con mujeres de su misma religión. Dado que los judíos de Kaifeng eran así durante el siglo XIX, es seguro decir que la situación era similar en los siglos anteriores, considerando los hechos conocidos: misma religión, mismas prácticas, mismo crecimiento poblacional, etc.

Estos judíos chinos están totalmente asimilados a la cultura china, pero son un grupo conspirativo separado y oculto dentro del pueblo chino.

Artículo académico en la revista “The Leisure Hour” sobre “Los judíos de China”, página 333: “Los judíos de China 1867 – “ Ellos (los judíos chinos) mantienen su fe con la tenacidad característica que distingue a la raza hebrea, e incluso ahora solo se casan con mujeres de su propia religión ” (12)

Historiador Henry Hart Milman: «Ellos (los judíos chinos) habían cultivado el conocimiento con éxito; y algunos de ellos, como atestiguan las inscripciones existentes, habían sido altamente honrados con el favor imperial y habían alcanzado el rango de mandarines. Una de estas inscripciones —fechada en 1515— elogia a los judíos por su integridad y fidelidad en la agricultura, el comercio, la magistratura y el ejército, y por la adecuada observancia de sus propias ceremonias religiosas». A continuación, añade: «En otros aspectos, son estrictamente judíos ... solo se casan entre ellos ... no hacen ni intentan hacer prosélitos». (13)

Como se mencionó, aunque parecen chinos, en realidad solo representan al pueblo judío y trabajan para una nación y un pueblo extranjeros. Dicho de otro modo, son judíos disfrazados de chinos, mimetizados, lo que facilita la infiltración y el control de todo el país.

El padre Fahey sobre los judíos que viven en otros países:

Los miembros de la nación judía, si bien mantienen su lealtad a su propia nación, también son ciudadanos de otras naciones. Dadas las aspiraciones mesiánicas de su propia nación, están obligados a esforzarse por dominarla sobre las demás, pues están firmemente convencidos de que solo así reinarán la justicia y la paz en la tierra. Los cargos que alcanzan en los consejos y asambleas legislativas de otras naciones deben ser, lógicamente, para ellos, al menos principalmente, medios para impulsar la dominación de su propio pueblo. Cuando asisten como secretarios de Lloyd George y Clemenceau y asesores del presidente Wilson, sabemos que la ciudadanía inglesa, francesa y estadounidense se utilizará para promover los intereses de una nación que cree firmemente que los ingleses, franceses y estadounidenses están destinados por Dios a someterse a ella. (14)

Con los judíos chinos ocurre lo mismo.

La realidad es que los judíos siempre se han unido como tribu, han trabajado con ahínco para infiltrarse en los gobiernos, han monopolizado los sistemas financieros de las naciones, han instigado guerras y se han esforzado por sembrar el caos y la división en las sociedades. Los medios de comunicación internacionales, al estar en manos de los judíos, no arrojarán luz sobre estas simples realidades de la vida.

De todo lo recopilado hasta ahora, se ha establecido que los judíos han tenido éxito y han ocupado puestos de influencia y poder durante siglos, manteniendo su comportamiento tribal judío clásico. Espero que ahora puedan comprender por qué es tan crucial estudiar la historia de los judíos chinos (¡y esto fue solo un breve resumen!). Todo este éxito y poder simplemente les permite seguir creciendo en número e infiltrarse con éxito, como lo han hecho en todos los demás países en los que han vivido. Con la historia de los judíos chinos exitosos en mente, quiero acercarme al momento en que los judíos elaboraron su proceso de dos pasos para allanar el camino hacia el comunismo chino para ofrecerles la misma imagen: que los judíos aún eran influyentes en ese entonces. Una vez que vean la evidencia de que los judíos han prosperado en China durante muchos siglos, incluso en la época de los eventos que fueron necesarios para abrir la puerta al comunismo, pueden atar cabos y ver claramente que su influencia habría estado activa en estos eventos.

Actividad judía en China (1800-≈1930):

En 1864, un oficial judío de la marina británica estimó que en total había un millón de judíos chinos.

Y décadas después vemos que un judío, el Sr. Soss, le dio un informe a un corresponsal del New York Times que ¡hay casi 5.000.000 de judíos en China! (15) No solo eso, sino que los judíos de China tuvieron éxito y fueron honrados con muchos de alto estatus en la sociedad.

El éxito de los judíos chinos a principios del siglo XX también está atestiguado en el siguiente periódico (1905).

Por eso vemos al rabino Jacob S. Raisin describir al judaísmo chino de esta manera: “Ellos (los judíos chinos) aumentaron constantemente en número en China, produciendo gente sabia y culta”. (16)

Al reflexionar sobre toda esta información clave, cobra todo el sentido que el periodista católico Istvan Bakony diga: «Pero parece ser una característica especial del judaísmo chino, como han dicho muchos historiadores israelitas —y también lo confirman estos monumentos arqueológicos—, que los judíos chinos Tiao-Kiu-Kiaou eran expertos en agricultura. Esto les ha permitido infiltrarse entre los campesinos, al igual que su gran talento militar también les ha permitido infiltrarse en el ejército, creando una quinta columna del imperialismo israelita infiltrado en todos los niveles de China ». (17)

Lo que es aún más asombroso es que, durante los siglos XIX y XX, mientras todos estos judíos chinos seguían ganando poder, judíos de la diáspora extranjera llegaron a China y también la dominaron. Así que, claramente, hubo colaboración entre ellos.

Un artículo académico sobre la historia de los judíos en Shanghai registra:

Los comerciantes judíos estuvieron entre los primeros extranjeros que llegaron a Shanghái para trabajar y vivir cuando el puerto se abrió al comercio exterior en noviembre de 1843. A pesar del importante papel que desempeñaron varios de estos residentes judíos en Shanghái, así como en el comercio internacional en ese momento y durante el siglo siguiente, los investigadores apenas están comenzando a centrar su atención en esta comunidad. (18)

Además, un artículo escrito por un judío dice: «Shanghái era una ciudad de enormes oportunidades, una ciudad internacional abierta y libre para todos los que deseaban venir y hacer fortuna rápidamente . Los judíos babilónicos la aprovecharon al máximo y tuvieron un éxito rotundo ». (19)

Asimismo, un artículo de otro judío sobre los judíos de Shanghái: « Había una comunidad judía numerosa y diversa en el casco antiguo de Shanghái. Eran algunas de las personas más ricas de la ciudad y construyeron muchas de las estructuras más imponentes, incluido el Hotel Cathay en el Bund» (20).

El Times of Israel admite abiertamente que estos comerciantes judíos dirigían Shanghái. (21) Entre ellos se encontraban los Sassoon, los «Rothschild del Este».

Los primeros registros de la colaboración entre Sassoon y los judíos de Kaifeng datan de 1850. Usando el sentido común, los judíos chinos obviamente estaban ayudando y trabajando con todos los judíos de la diáspora que comenzaron a mudarse allí, no solo con los Sassoon.

Un ejemplo de colaboración que demuestra otras tareas importantes que se estaban llevando a cabo entre los judíos chinos y los nuevos judíos que se mudaron es un hombre llamado Bruno Schindler, quien participó activamente. "Fue editor y director de la editorial Lund Humphries & Co. Ltd., así como fundador y editor de la revista Asia Major y cofundador y editor de las revistas Islamica, Caucasica y Armenia. Durante una visita a Shanghái en 1913 , ayudó a fundar una comunidad judía allí ". (22)

Además, a principios del siglo XX, alrededor de la década de 1920, “agentes judíos soviéticos que, mientras estaban en Kaifeng, establecieron relaciones con los restos de la comunidad judía allí…” (23)

Como resultado de la dominación judía en China durante los siglos XIX y XX, Shanghái se convirtió en un refugio para miles de judíos rusos que huían de la revolución en la década de 1920. En la década siguiente, unos 20.000 judíos llegaron para escapar de la Alemania de Hitler (24). Estos judíos rusos no huían; eran bolcheviques judíos enviados a China para convertirse en asesores principales de los futuros líderes del PCCh. Este tema se ampliará más adelante en este artículo.

Fue también durante los siglos XIX y XX que los judíos trabajaron para sentar las bases de la masonería en China; los judíos también se convirtieron en los líderes de las logias.

Libro académico escrito por un judío –

La masonería fue un importante factor de progreso empresarial e integración social con la comunidad extranjera, además de proporcionar un espacio de relajación, lejos de las diversiones menos saludables que abundaban en Shanghái. Los judíos no tuvieron dificultad para ascender en la masonería y muchos sirvieron como maestros de sus logias. La Gran Logia del Distrito del Norte de China, constituida en Shanghái el 9 de noviembre de 1877, contaba con varios miembros judíos de alto rango. (25)

El autor también afirma que durante la década de 1920, el éxito continuo de los judíos en la masonería, desde su constitución en 1877, nunca cesó. “Los sefardíes de Shanghái estaban bien representados en las logias de la masonería, y varios pertenecían a más de una de las once logias del Distrito del Norte de China” (26).

Así pues, era evidente que los judíos habían establecido una red masónica, y la combinación de judíos criptochinos y judíos de la diáspora extranjera dominaba estas logias. Posteriormente, los judíos intentaron extender sus logias B'nai B'rith a China, lo que lograron en 1928. Estas logias exclusivamente judías experimentaron un éxito creciente en 1930. (27)

El proceso de dos pasos para traer el comunismo

PASO 1 : Primera guerra chino-japonesa (1894-1895)

Los judíos llevaron a China al comunismo mediante su primera y principal tarea: crear un movimiento para derrocar a la dinastía Qing. Lo lograron, primero, utilizando el factor desestabilizador de la primera guerra chino-japonesa, provocando agitaciones políticas lideradas por Sun Yat-sen que desembocaron en la revolución de 1911 y la formación de una República (creada para simular anticomunismo y así crear una futura dialéctica entre nacionalistas y comunistas chinos). Durante el período de la República, consolidaron, definieron y unificaron el territorio chino, que durante un tiempo estuvo bajo el control de diversas juntas militares. Este período se conoció como la Era de los Caudillos. (28)

Entre 1900 y 1949, cuando los comunistas judíos tomaron el poder, alrededor de 8.963.000 personas murieron como resultado de la lucha por el republicanismo en China (29). Pregúntese: ¿quién se benefició realmente de la caída de la dinastía Qing y de toda la muerte y destrucción que le siguió? ¡ Ciertamente no los chinos étnicos! Fueron los judíos quienes, una vez más, se beneficiaron de la muerte de otros.

En 1912, Sun Yat-Sen nombró a Chen Jintao, fundador del Banco de China, director financiero y jefe de la oficina central de auditoría en Beijing (30) y luego, en 1924, Sun estableció la centralización del sistema bancario chino (31).

Fuentes que destacan la participación judía en la revolución de 1911:

Sitio web judío que traduce un fragmento del libro “Los judíos en China”, editado por el profesor Pan Guang: “Algunos judíos participaron en la creación de la “nueva China” y, hasta el día de hoy, dedican toda su energía al desarrollo de reformas en China”. (32)

“Nueva China” se refiere a la república temprana que se formó después de la caída de la última dinastía.

Congreso Judío Euroasiático: “ En la historia de la nueva China, tras la revolución Xinhai (burguesa) de 1911, los judíos participaron activamente en la formación de un nuevo estado. La ausencia de antisemitismo en la tradición cultural china y el apoyo de las autoridades (desde los emperadores hasta los líderes de la República Popular China y la República Popular China) permitieron a las comunidades judías de China recorrer un largo y próspero camino de desarrollo”. (33)

Ayudaron a crear la Nueva China y luego fueron honrados allí durante las décadas siguientes. (34)

Fuentes que ilustran el papel de las sociedades secretas chinas y la masonería en la revolución de 1911:

Andreeva Svetlana Gennadievna, Candidata de Ciencias Históricas:

Así, los partidos que surgieron durante la Revolución Xinhai conservaron en gran medida las características de las asociaciones tradicionales. La afiliación familiar o provincial fue el factor decisivo en la creación del partido. En algunos casos, las sociedades secretas tradicionales chinas se convirtieron en el partido principal. (35)

Chen Jiongming, francmasón, apoyó los esfuerzos revolucionarios de Sun Yat-sen para derrocar a la dinastía Qing. Por lo tanto, la revolución de Sun Yat-sen contó con el apoyo de la francmasonería. (36)

Sun Yat-Sen, el líder de la revolución, también era masón. Esto se analizará más adelante en este artículo.

Más judíos bolcheviques llegaron a China poco después de la revolución.

Revista ruso-judía LECHAIM: “En 1914 y después de la revolución de 1917, los judíos volvieron a emigrar de Rusia a China. La comunidad judía más grande surgió entonces en Harbin: 25 mil personas. Se publicaron periódicos, se abrieron hospitales y escuelas judías, y surgieron organizaciones sionistas. Hasta la década de 1930, hubo una intensa vida cultural tanto en las comunidades rusa como judía de China.” (37)

Anteriormente en el artículo había un par de fuentes que también mostraban que muchos judíos bolcheviques llegaron a China durante el período 1910-1930, por lo tanto;

(38)

PASO 2 : Segunda Guerra Sino-Japonesa (1937-1945)

La segunda guerra chino-japonesa fue la guerra que pretendía derrocar a la República e instaurar el comunismo.

Nota interesante al margen: David Crook, un judío que era ideólogo comunista y espía, fue reclutado por la policía secreta soviética NKVD y fue enviado a China durante la segunda guerra chino-japonesa. (39)

Harry Dexter White, judío, fue un alto funcionario del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y un importante arquitecto del FMI, además de su primer director.

Durante la Guerra Civil China (1927-1949), destruyó intencionalmente la economía de la China nacionalista, perjudicando económicamente a su clase media. Esto desestabilizó la administración de Chiang Kai-Shek, preparándolo para su derrota y la imposición del comunismo

Masones y criptojudíos de grado 33: Roosevelt, Churchill con Chiang Kai-Shek (1943)

Gracias al control oculto de los judíos sobre Japón (Protocolo 7), sumado a la influencia directa de las finanzas judías internacionales sobre Japón, pudieron ejecutar con éxito este proceso de dos pasos. (El control criptojudío sobre Japón merece otro artículo).

¡Fueron las finanzas judías las que desempeñaron un papel decisivo en el reconocimiento del surgimiento de Japón en el escenario mundial en primer lugar!

Barra lateral del artículo:

El banquero judío Jacob Schiff utiliza a Japón como marioneta para financiar y apoyar a los revolucionarios comunistas en Rusia durante la guerra ruso-japonesa [HILO] (40)

En China, los tres personajes principales del proceso fueron Sun Yat-Sen, Chiang Kai-shek y Mao Zedong. Cada uno de ellos será examinado individualmente y, finalmente, se los vinculará.

Sun Yat-Sen:

1) Era masón (41)

2) Su esposa era judía

Istvan Bakony: “ Los judíos también han utilizado a sus mujeres en China para atrapar a grandes líderes , siguiendo las reglas establecidas en el Libro de Ester de la Biblia ya mencionado, que relata cómo la judía Ester, ocultando su origen y religión israelitas, engañó al emperador persa para que se enamorara y se casara con ella, convirtiéndose así en emperatriz de Persia. Desde esta posición, gestionó el nombramiento de su tío como primer ministro. En China, la familia Song de judíos Tiao-Kiu-Kiaou obtuvo grandes éxitos en este siglo por los mismos medios. Una de las hermanas Song se casó con el Dr. Sun Yat-sen , el hombre que derrocó a la antigua monarquía china y fundó la República, convirtiéndose en el primer presidente. Otra hermana se casó con el mariscal Chiang Kai-shek , presidente de la China nacionalista. La viuda del Dr. Sun Yet-sen se unió a la China Popular Maoísta , donde reside actualmente y donde, con el prestigio de ser la viuda del héroe nacional, sin duda puede contribuir a los planes del judaísmo internacional ”. (42)

El comentario del Sr. Bakony sobre la ayuda de la viuda de Sun a los planes del judaísmo internacional cobra todo el sentido si consideramos también lo siguiente: