Cómo los banqueros globales, los líderes corruptos y la manipulación de los medios nos están empujando hacia una catástrofe nuclear...
La crisis de Ucrania: una maniobra calculada
Los principales medios de comunicación presentan a Ucrania como una víctima inocente de una agresión no provocada, pero la historia cuenta una historia diferente.
Bajo el gobierno de Zelenski, Ucrania se ha convertido en un peón de un juego peligroso orquestado por élites globales que se benefician de los conflictos. Zelenski, aclamado como un héroe, es simplemente una herramienta de quienes se han enriquecido con todas las guerras importantes de la historia moderna.
La Segunda Guerra Mundial no tuvo como objetivo detener el fascismo: se trataba de asegurar los mercados y enriquecer a la élite bancaria.
Hoy en día se sigue el mismo guión.
Estados Unidos y el Reino Unido invierten miles de millones de dólares en Ucrania, no por altruismo, sino para asegurarse el acceso a su enorme riqueza mineral. Mientras tanto, a los ciudadanos comunes se les dice que se aprieten el cinturón, ya que sus gobiernos priorizan las bombas sobre la atención médica y las pensiones.
La desastrosa visita de Zelensky a la Casa Blanca expuso la fragilidad de las alianzas globales.
Ahora que la ayuda militar estadounidense está en tela de juicio y las potencias europeas se unen bajo la coalición "Europa Plus", la división política se profundiza.
No se trata sólo de defender a Ucrania: se trata de reformular la dinámica del poder global.
El despliegue de fuerzas de mantenimiento de la paz en condiciones inciertas conlleva el riesgo de un error de cálculo catastrófico.
¿Son estos movimientos una mera postura o un riesgo calculado por fuerzas ocultas que apuestan por la inestabilidad global?
Más allá de la guerra tradicional, el ámbito cibernético presenta una nueva frontera para el conflicto. El potencial de Rusia para el sabotaje cibernético de la infraestructura europea (redes eléctricas, cables submarinos) podría socavar la estabilidad económica y provocar discordia política. ¿Son las tensiones actuales un precursor de una guerra cibernética con repercusiones globales?
El espectro de una guerra nuclear se cierne sobre nosotros. La disposición de Rusia a considerar la posibilidad de utilizar armas nucleares tácticas de bajo rendimiento, combinada con las ambiguas líneas rojas de la OTAN, hace que el riesgo de una escalada sea aterradoramente real. La ausencia de un mensaje claro de disuasión no hace más que acentuar el peligro.
El objetivo final de la élite es claro: reducir la población mundial y consolidar el control sobre los sobrevivientes.
Millones de personas perecerían, la infraestructura colapsaría y los sobrevivientes quedarían dependientes de los mismos sistemas que orquestaron la destrucción.
La presión hacia guerras interminables, la erosión de las libertades civiles y la incansable maquinaria de propaganda apuntan a una agenda calculada.
A medida que aumentan las tensiones, la comunidad mundial debe emprender una reflexión crítica.
No se trata sólo de un problema regional: es un desafío global con potencial catastrófico.
Los gobiernos, los medios de comunicación y la sociedad deben priorizar la transparencia y el diálogo, exigiendo cuentas a quienes se benefician del caos.
- Despierta: Cuestiona las narrativas que difunden los medios de comunicación tradicionales. El verdadero enemigo no es Rusia ni Ucrania… es la élite global que se beneficia de nuestro sufrimiento.
- Actúa: comparte la verdad de forma activa. Apoya a los medios independientes y a las voces que desafían el status quo.
- Exigir la paz: negarse a ser cómplice. Exigir rendición de cuentas, no corrupción.
El camino por delante es oscuro, pero no es demasiado tarde para cambiar el rumbo.
Juntos, podemos resistir las fuerzas que nos empujan hacia la Tercera Guerra Mundial y construir un futuro basado en la verdad, la justicia y la humanidad.
- Manténgase informado.
- Mantente alerta.
- Y sobre todo, manteneos unidos.
- La verdad es nuestra mayor arma.