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Le blog de Contra información


La policía intensifica la guerra del Estado británico contra el periodismo independiente

Publié par Contra información sur 20 Octobre 2024, 16:24pm

Asa Winstanley

Asa Winstanley

El allanamiento al periodista de investigación Asa Winstanley no tiene nada que ver con el terrorismo (salvo el del gobierno británico), sino con asustarnos para que guardemos silencio sobre la complicidad de Gran Bretaña en el genocidio de Israel

El gobierno y la policía del Reino Unido –el estado británico– dejaron claro hoy que están librando una guerra de intimidación contra los periodistas independientes del país en un intento desesperado por silenciarlos.

Diez agentes de la policía metropolitana realizaron una redada al amanecer en el domicilio del periodista de investigación Asa Winstanley y confiscaron sus dispositivos electrónicos en virtud de la draconiana Ley Antiterrorista del Reino Unido. Una carta de la policía metropolitana indica que el editor asociado de Electronic Intifada está siendo investigado por la fuerza por “fomentar el terrorismo”.

Winstanley es el último periodista independiente (y el más destacado) en ser blanco de la policía antiterrorista en las últimas semanas. Antes, Richard Medhurst fue arrestado en el aeropuerto de Heathrow cuando regresaba al Reino Unido de un viaje al extranjero. Luego, Sarah Wilkinson fue detenida y su casa fue saqueada.

@Jonathan_K_Cook

Este es un relato absolutamente impactante de la periodista Sarah Wilkinson sobre su reciente arresto violento por parte de 16 policías antiterroristas, varios de ellos enmascarados, a las 7.30 de la mañana.

Destrozaron o robaron muchas de sus pertenencias; vació una urna con los restos de su madre sobre el suelo; le han negado el derecho a tocar cualquier dispositivo electrónico, incluso un teléfono, a pesar de que padece una afección médica potencialmente mortal; le robaron el pasaporte, que debe presentar o le dará lugar a un delito de libertad bajo fianza y posiblemente a una pena de cinco años de cárcel; y mucho más además.

 
 
 
 
 
 
This is an utterly shocking account from journalist Sarah Wilkinson of her recent violent arrest by 16 counter-terrorism police, several masked, at 7.30am. They smashed up, or stole, many of her belongings; emptied an urn of her mother's remains over the floor; have denied her… Show more
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Winstanley ha avergonzado repetidamente al establishment británico al exponer sus vínculos encubiertos y profundos con Israel y su colusión con el lobby israelí.

En su libro  Weaponising Anti-Semitism: How the Israel Lobby Brought Down Jeremy Corbyn,  Winstanley expuso con impactantes detalles cómo el antisemitismo fue utilizado como arma contra el ex líder laborista.

El libro habría resultado una lectura incómoda para su sucesor, Sir Keir Starmer, actual primer ministro británico, porque documenta su papel en la campaña de desprestigio.

Mientras estaba en la oposición, el Partido Laborista de Starmer amenazó con expulsar a Winstanley como miembro (él renunció en protesta ) y realizó amenazas legales contra él.

Como señala el sitio web Electronic Intifada: “Ahora que el Partido Laborista es el partido gobernante del Reino Unido, tiene el potencial de utilizar el aparato del Estado contra aquellos que considera sus propios enemigos políticos –o los de Israel–”.

No hay ninguna razón para que la policía allane el domicilio de Winstanley ni se apodere de sus dispositivos electrónicos. La absurda acusación de “fomentar el terrorismo” se relaciona claramente con su trabajo en Internet, que es de dominio público.

El Estado británico quiere insinuar a través de la redada y la confiscación de sus dispositivos que de alguna manera esconde información secreta o clasificada o que está en contacto ilícito con grupos terroristas y que se obtendrán pruebas incriminatorias de las búsquedas en esos dispositivos.

No lo hará. Si hubiera alguna sospecha real de que Winstanley tenía esa información, la policía lo habría arrestado en lugar de hacer un espectáculo público de una redada a las seis de la mañana y un registro que sabían de antemano que no daría resultados.

No se trata de terrorismo en absoluto. Se trata de atemorizar a quienes se oponen al genocidio de Israel en Gaza y a la complicidad de Occidente en él para que guarden silencio. Si el Estado británico persigue a alguien como Winstanley, se supone que hay que concluir que pronto también vendrán a por mí.

Incluso el nombre de la operación antiterrorista es performativo: “Operación Incesante”. El mensaje que el Estado quiere enviar es que no descansará hasta tenernos a todos entre rejas.

No crean en estas tonterías. La policía no tiene nada contra Winstanley. Revelar información sobre Israel y su genocidio, y la culpabilidad del gobierno británico, no es un delito. Al menos, no todavía.

Quieren que pienses que lo es, por supuesto. Quieren que te asustes y te quedes mudo. Porque cada vez que sales a protestar, le recuerdas al mundo que el gobierno británico y sus matones de azul son los verdaderos criminales, por permitir el genocidio.

jonathan-cook

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