Los responsables de los medios de comunicación occidentales parecen pensar que lo peor del genocidio de Gaza es que está provocando una ola global de antisemitismo. ¡Las manifestaciones incomodan a los estudiantes universitarios judíos! ¡La gente en las redes sociales dice cosas desagradables sobre Israel! ¡Incluso hay algunos dementes por ahí (la mayoría mundial, de hecho ) que apoyan a Hamás !
Que otro niño palestino muera cada diez minutos, lenta y agonizantemente bajo los escombros de lo que solía ser su hogar, poco les importa. El verdadero problema con el asesinato masivo de niños palestinos por lod judíos es que hace que la gente odie al “Estado judío” genocida y, por extensión, a los judíos en general. Y eso, por supuesto, es doblemente malo.
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¿O no?
Podemos estar de acuerdo en que los sentimientos negativos irracionales o excesivos hacia los judíos o cualquier otro grupo son desafortunados. Consideremos el odio generalizado hacia los rusos promovido por los medios occidentales al servicio de la guerra estadounidense contra Rusia a través de Ucrania. Las potencias occidentales odian tanto a Rusia que cancelaron los Juegos Olímpicos Especiales. The Guardian, un medio británico supuestamente liberal de izquierda, reutilizó descaradamente la propaganda nazi para incitar a la rusofobia.
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Cambie esa imagen de caricatura de Putin con una estrella del Ejército Rojo a Netanyahu con una estrella de David y observe cómo The Guardian y el resto de los principales medios de comunicación occidentales comienzan a gritar sobre el antisemitismo.
Los defensores de la caricatura del Guardian podrían decir: “¡Pero es verdad! ¡Putin es como una criatura malévola e inhumana que derrama abundante sangre con el mundo entero en sus garras! A lo que la comunidad basada en la realidad podría responder: “en realidad, eso no es cierto para Putin y Rusia, pero sí lo es para el poder judío global y su cuartel general del crimen en la Palestina ocupada”.
La verdad es una defensa absoluta contra las acusaciones de difamación. Y un aspecto importante del descubrimiento y defensa de la verdad es la honestidad emocional . Si una gran cantidad de judíos se están comportando con odio como judíos, no es saludable no odiarlos y, específicamente, no despreciar el componente esencialmente judío de su comportamiento odioso y genocida. En cambio si ves el comportamiento, pero no se te permite reconocerlo y odiarlo, y mucho menos hablar en contra de él, por miedo a ser etiquetado como antisemita, has sido completamente atrapado en una relación abusiva (Gaslighting). En cambio, si uno hace todo lo posible por no darse cuenta de los aspectos específicamente judíos de ese comportamiento odioso y se centra sin descanso en el sionismo, el colonialismo de los colonos, el imperialismo estadounidense, etc., estás bajo “Gaslighting” (sólo a medias, porque esas cosas son reales... pero también lo es el aspecto judío que uno ignora, niega y reprime.
La honestidad emocional, en el sentido de que tus emociones reflejen la realidad real, es un pilar de la salud mental y de la acción eficaz en el mundo. Si tienes un vecino o familiar psicópata que abusa de la gente, darte cuenta de ello pero excusarlo ("él mismo sufrió abusos de niño") ya es bastante malo. Pero tragarse por completo el "juego de la compasión" de su falsa narrativa de victimización es aún peor. Como explica la Dra. Martha Stout, experta en psicópatas:
"A la hora de decidir en quién confiar, tenga en cuenta que la combinación de un comportamiento sistemáticamente malo o atrozmente inadecuado con frecuentes jugadas para obtener tu compasión es lo más parecido a una marca de advertencia en la frente de una persona sin conciencia que jamás te podrán poner."
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Las redes sociales están actualmente inundadas de propaganda judeo-sionista nauseabunda por valor de miles de millones de dólares, incluyendo este anuncio de $urvivor$' Reparation$. Las personas que exageran y sacan provecho de las historias de su propia victimización, mientras victimizan gratuitamente a otros, se conocen como psicópatas. ¿Puede toda una nación o tribu ser un psicópata? Esa es la pregunta que aborda Laurent Guyénot en "Israel, la nación psicópata".
El 7 de octubre, la resistencia palestina salió del campo de concentración de Gaza, atacó numerosos puestos militares israelíes y tomó rehenes. Israel respondió invocando la Directiva Aníbal y utilizando helicópteros de combate, tanques, cohetes y artillería pesada para masacrar a cientos de los suyos, así como a los combatientes palestinos que los custodiaban (y los trataban bien). Desde aquel asesinato masivo, los asesinos han estado llorando sobre cómo fueron victimizados y haciendo alarde de fotografías de los cadáveres que ellos mismos crearon como "prueba" de la barbarie palestina.
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Incluyo a los medios de comunicación dominados por judíos en la categoría de asesinos que lloran lágrimas de cocodrilo diciendo que son víctimas. Los judíos que dominan los medios de comunicación occidentales son los principales facilitadores del genocidio de Palestina. Sus mentiras sobre el 7 de octubre, y tantas otras cosas, son crímenes contra la humanidad.
Reconozco que la mayoría de los occidentales, incluso los muy informados, se tragan la falsa narrativa de que el acoso genocida y la mentira patológica de Israel no son representativos del comportamiento judío a lo largo de la mayor parte de la historia, y que hasta la creación de Israel los judíos eran siempre y en todas partes víctimas. Es un bonito mito, especialmente si eres judío. Pero obviamente no es cierto. Si alguien que tiene una larga historia de terribles conflictos con sus vecinos insiste en que siempre fue culpa de los vecinos, y que deberías compadecerle por ser siempre y en todo momento víctima de todo el mundo, puedes estar razonablemente seguro de que estás tratando con un psicópata... y no uno especialmente sutil.
Para encontrar relatos equilibrados de la historia judía, en contraposición a los cuentos de los psicópatas omnipresentes sobre su victimización sin fin por todo el mundo en la Tierra, recomiendo las siguientes fuentes:
Laurent Guyénot, From Yahweh to Zion.
Israel Shahak, Jewish History, Jewish Religion.
Kevin MacDonald, A People that Shall Dwell Alone.
Ron Unz on Jews, Nazis, and Israel including his latest “Zionism, Anti-Semitism, and Racialism.”
El tipo y la cantidad adecuados de antisemitismo
Tomando el engañoso término antisemitismo como "una predisposición negativa hacia los judíos", no abogo por la adopción universal de una negatividad generalizada, sino por un acto de reequilibrio en el que se reconozcan los aspectos problemáticos de la cultura judía en general, y del poder tribal judío en particular, y se asuma el compromiso de reducir el poder judío dentro de unos límites tolerables. Desde luego, no soy partidario de que nadie tenga ideas preconcebidas negativas sobre los judíos por el mero hecho de ser judíos. De la misma manera que los habitantes de los países más antiamericanos, como Irán, pueden marchar por millones gritando "muerte a Estados Unidos" mientras explican a los estadounidenses presentes en la marcha "no nos referimos a vosotros, es vuestro gobierno el que no nos gusta", nosotros podemos gritar "muerte al poder judío" mientras somos tan amables y hospitalarios con los judíos como los iraníes del Eje de la Resistencia lo son con los estadounidenses.
Y no es una idea descabellada mía, es la realidad de casi todo supuesto "antisemitismo". La idea de que los etiquetados como "antisemitas" por la ADL son personas mezquinas y odiosas es un invento propagandístico inventado. Llevo más de 15 años entrevistando a docenas de esos "antisemitas" en mi programa de radio, junto a docenas de judíos (a veces las categorías se superponen), y no se me ocurre ni un solo "antisemita" al que el judío medio de mente abierta no quisiera como persona, y viceversa. La persona antijudía más extrema que he entrevistado, Alfred Schaefer, es aparentemente un anfitrión amable, encantador y hospitalario y una delicia para le los visitantes judíos, o eso me han dicho. Y se trata de un tipo que está pasando años en la cárcel porque su comprensión de la historia contradice la psicopática narrativa judía del juego de la piedad.
Si reconocemos los aspectos negativos de la cultura judía y hacemos retroceder el daño que ha infligido al mundo, en realidad estaremos evitando que el tipo equivocado de antisemitismo -la rabia ciega y asesina contra todos los judíos de la Tierra- se nos vaya de las manos. La situación actual es como una olla a presión sobre un fogón cuyo fuego está al máximo. Miles de millones de personas en todo el mundo están siendo sometidas repetidamente a espasmos involuntarios de furia homicida al ver cómo inocentes son horriblemente lisiados, mutilados y asesinados por el psicópata Estado judío que ocupa la Palestina ocupada. Peor aún, los medios de comunicación dominados por los judíos les están abusando psicológicamente, diciéndoles que todo es culpa de Hamás y que cualquiera a quien no le guste la hecatombe israelí de inocentes es un antisemita. La ira reprimida, como la olla a presión, podría acabar explotando.
Los estudiosos del Islam saben que hay un dicho del Profeta (saas) que dice que llegará un momento en que hasta las rocas y los árboles gritarán "¡hay un judío escondido detrás de mí, venid a matarlo!". Obviamente no tenemos prisa por ver que las cosas lleguen a ese punto, aunque los carniceros genocidas de Gaza aparentemente sí la tienen. En un esfuerzo por posponer el Fin de los Tiempos tanto como sea posible, y resolver o mejorar los problemas en lugar de empeorarlos, necesitamos reequilibrar la narrativa filosemita dominante de la civilización occidental con una dosis vigorizante pero mesurada de antisemitismo basado en la realidad.
Kevin Barrett
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