Un mundo de mentiras

Publié par Contra información sur 22 Juin 2023, 17:15pm

“Hoy vivimos en un mundo donde la mentira y el fingimiento se han convertido en una norma aceptable que da la ilusión de ser feliz.

La búsqueda de la verdad es difícil de expresar y se corre el riesgo de ser excluido”.

A pesar de todo, he elegido volver a vivir mi vida buscando y defendiendo esta verdad.

La mentira de Estado no es nada nueva. Se remonta a la fundación de la nueva Francia actual, o dicho simplemente, desde 1789. Desde esa fecha histórica, los poderes del dinero nunca han dejado de mentir y manipular al pueblo. En nombre de la "muerte a los tiranos", han cometido genocidios contra pueblos y regiones enteras recalcitrantes a los cantos de sirena de los derechos del hombre y del ciudadano. El lema "libertad, igualdad, fraternidad" nunca ha tocado al común de los mortales. ¿Cuántos millones de personas murieron en las guerras revolucionarias sólo en beneficio de la alta burguesía? Fueron sacrificados en nombre de la noción tan reciente de la Patria. Este término, hasta entonces extraño, apareció por primera vez en vísperas de la batalla de Valmy.

Socialmente, toda la III República fue un desastre, como todo el mundo sabe. Las encantadoras secuelas de la 2ª Guerra Mundial duraron poco. Con el Tratado de Roma, la plutocracia tomó las riendas en nombre de la paz de los pueblos europeos. Ahora nos encontramos en su fase final de desarrollo. Apropiación, expolio, regresión, todas las facetas del neocolonialismo están cegando a los crédulos en nombre de la democracia, la paz y ahora la ecología. Desde Cromwell, el mundo anglosajón nunca ha dejado de hacer la guerra a otros en nombre del "Destino Manifiesto", que se reduce a la expansión económica que beneficia a un puñado de hombres mientras aniquila civilizaciones.

La camarilla plutocrática ha creado todas las guerras desde la Guerra de los Boers hasta nuestros días. El conflicto entre Ucrania y Rusia no es más que el último episodio fomentado por la camarilla de las potencias monetarias occidentales. El próximo campo de batalla será Mongolia.

Toda su maniobra se basa en la mentira y la manipulación. Si los grandes actores mundiales invierten en los medios de comunicación, es para moldear la opinión en su beneficio. Todos los llamados medios de comunicación dominantes están ahí puramente para engañarnos y y extraviarnos.

Sea cual sea el tema, todo son mentiras, manipulación de fuentes, falsos análisis, falsos modelos y discursos subjetivos. La deshonestidad está en todas partes. Luego está la corrupción, la ambición personal y la injerencia estratégica. Toda nuestra sociedad está adulterada. Ya no podemos encontrar ni una sola probidad todos los segmentos de la sociedad. El mundo occidental no es más que un campo fétido. La degeneración se ha convertido en un modelo, una nueva norma que presagia el fin de una civilización. Una sociedad que se convierte en un delirio colectivo no puede ir muy lejos.

Los que aún están empapados de sentido común son invisibles, a menudo perseguidos y condenados. Asistimos a una inversión catastrófica de los valores. El consumo exponencial de productos psicotrópicos y psicoactivos puede ser el origen, si no al menos un vector sistémico.

¿Hemos llegado a un punto sin retorno? Hay muchas razones para creerlo. La vuelta a la normalidad en una sociedad sana no será fácil, dada la magnitud del declive.

“Pero vivimos en un mundo en el que todos y cada uno de nosotros mentimos. La mentira es el cemento que mantiene unida a la sociedad. Si la gente dijera la verdad, todas nuestras estructuras colectivas se desmoronarían”. (Bernard Werber)

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