Todo el alboroto mediático sobre la "catástrofe" de la superpoblación humana es un montaje. Porque debes saber que el peso total estimado de los insectos en la Tierra (los que viven encima) equivale al peso de 45.000 millones de seres humanos, y como los insectos comen de dos a tres veces su peso al día (como mínimo), ¡añádele a eso el peso de todos los demás animales y se hará una idea de la falsedad que hay que tragarse!
Sin contar con los vivos (gusanos, bacterias, etc.) que viven debajo y que corresponderían al doble de lo que está arriba.
¡El pretexto de la superpoblación es falaz! Tomemos un hombre medio de un metro setenta y cinco, que ocupa una superficie de un metro cuadrado, multiplíquelo por el número de habitantes de la Tierra y obtendremos una superficie/volumen muy pequeño.
Pero, en realidad, ¿en beneficio de quién y, sobre todo, de qué idea religiosa/financiera subyacente?
En 1989, un estudio Memorandum-200 del asesor de seguridad nacional estadounidense Henry Kissinger, que data de 1974, preconizaba la esterilización forzosa de una parte del mundo subdesarrollado (sic), lo que se hizo particularmente en Brasil, por ejemplo, con el acuerdo del gobierno, pero sólo afectó a las mujeres africanas, actualmente en Ruanda con los programas de todas las organizaciones que operan bajo la égida de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Las excusas para ayudar así a estos países son totalmente falaces; se trata simplemente de apropiarse de los recursos naturales de estos países en beneficio exclusivo de "amos" que no nos desean el bien.
Hay que señalar que:
Para ciertos periodistas, autores, industriales y políticos, el género humano es una plaga, y propongo que empecemos con ellos la inyección mortal.
El calentamiento global es uno de los ejes para llevar al inconsciente humano que el número de terrícolas es la causa fundamental del calentamiento global que se pregona en todos los medios de comunicación. Tradúzcase: ¡disminuya su número y las monedas de oro crecerán en los árboles! ¡El rumor hábilmente propagado menciona una posible ley, que equiparará la negación del cambio climático con el terrorismo (sic)!
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Transcripción.
La prueba a través de la imagen
Estas dos fotos tomadas con 65 años de diferencia en la Antártida muestran la acumulación de nieve que hubo entre esas dos fechas. La estatua de abajo estaba plantada encima de los edificios de la estación soviética y ahora está a ras de suelo (15 metros de diferencia). Esto hace la cantidad de billones de toneladas de hielo adicional que hay en esta área.
Tenga en cuenta que el creador de esta teoría nebulosa, el Sr. Al Gore (iniciador del IPCC), es muy cercano al AIPAC, el círculo de influencia judío encargado de vigilar a los senadores estadounidenses y de perseguir a los malpensados. Este hombre gana mucho dinero traficando con el impuesto sobre el carbono y ha sido galardonado con un premio Nobel por su acción interesada para salvar la Tierra (sic). Esta teoría del calentamiento global concuerda perfectamente con la "génesis".
La composición actual del aire es:
78% nitrógeno
21% de oxígeno - 0,93% de argón
0,034% de dióxido de carbono, alrededor de 350/400 PPM, que no varía con el tiempo (medida realizada en muestra de hielo de hace varios miles de años), lo que contradice a los alarmistas del clima.
Por supuesto, dado que nuestro planeta es un mundo finito, algún día tendremos que ocuparnos de nuestra atmósfera si queremos que continúe la vida en la Tierra. El impuesto sobre el carbono no solucionó nada, salvo desplazar los problemas y enriquecer a unas cuantas almas bondadosas, al igual que las buenas decisiones de la COP.
Mientras no se saquen a la luz las verdades incómodas, nada será posible.
La tierra en su conjunto es un "sistema vivo", las razas humanas no pueden separarse de su entorno, la naturaleza tiene vida propia que está en simbiosis con todas las formas de vida de la tierra (plantas, árboles) forman parte de este conjunto, suprimir totalmente "un biotopo" repercutirá en todos los demás seres vivos.
La diferencia fundamental entre las tres religiones monoteístas radica en muy pocas cosas: la religión cristiana promete el paraíso, el purgatorio o el infierno; la religión musulmana promete el paraíso al buen creyente y el infierno al mal creyente; la religión judía no promete nada, no hay vida después de la muerte (el paraíso está, pues, en la tierra).
Pierre Rey