Mucho se está hablando en los últimos días de apariciones de supuestos objetos volantes no identificados y poco, muy poco, de lo que sucede sobre el terreno, unos cientos de metros más abajo. Y casualmente, todo ello surge cuando se ha producido un escándalo acerca de lo sucedido con los gasoductos Nord Stream y el más que seguro sabotaje de los mismos por parte del gobierno estadounidense, entre otras cosas.
Y es que hay muchos asuntos de los que los gobiernos parecen no querer hablar, como, por ejemplo, lo sucedido en el estado de Ohio, Estados Unidos, con el trágico accidente de un tren, que podría tener nefastas consecuencias para la población.
La historia es la siguiente: la pasada semana, un tren de más de 100 vagones descarriló en East Palestine, Ohio, cerca de la frontera del estado con Pensilvania, una ciudad que tiene unos 5.000 habitantes. El accidente lanzó cincuenta de esos cien vagones de mercancías fuera de las vías. Veinte de los vagones de carga del tren transportaban materiales peligrosos, diez de los cuales fueron detallados. Si bien el accidente no tuvo víctimas mortales, de esos diez automóviles, cinco contenían cloruro de vinilo presurizado, un gas cancerígeno altamente inflamable.
Para abordar el escenario volátil alrededor del lugar del accidente, la Agencia de Manejo de Emergencias de Ohio ejecutó su plan de ventilar el gas tóxico con una quema controlada para evadir una explosión descontrolada que presentaba el riesgo de daños catastróficos.
Sin embargo, esa operación envió grandes columnas de humo que contenían cloruro de vinilo, fosgeno, cloruro de hidrógeno y otros gases al aire mientras las llamas de la quema controlada continuaban durante días. El fosgeno en particular es un gas altamente tóxico que puede causar vómitos y problemas respiratorios. La toxicidad del gas fosgeno es tan potente que anteriormente se utilizó como arma química durante la Primera Guerra Mundial.
Los químicos peligrosos en el aire llevaron a los funcionarios a emitir órdenes obligatorias de evacuación y refugio del lugar dentro de un radio de una milla a partir del lugar donde descarriló el tren. Esas órdenes obligaron a casi 2.000 residentes de Palestina Oriental a abandonar sus hogares. A pesar del riesgo para la seguridad pública en las proximidades del lugar del accidente, más de 500 personas dentro de los parámetros de la orden de evacuación se negaron a abandonar sus hogares. Sin embargo, esas órdenes se levantaron el 8 de febrero, lo que permitió a los residentes regresar al área adyacente al desastre.
Pero parece que la cosa, lejos de lo que cuentan las autoridades, aún no ha terminado. Y es que se están produciendo muertes de animales en una cantidad que está alarmando a los habitantes de East Palestine. Es decir, las consecuencias que la explosión de estos vagones podrían acarrear a los habitantes de aquella ciudad y todo aquel que esté cerca podrían ser terribles.
De hecho, muchos conocidos comunicadores alternativos de éxito, como es el caso de Stew Peters, lo están denunciando en sus redes sociales: “Todos estos “objetos voladores” son una distracción para desviar su atención de las cantidades masivas de cloruro de vinilo mortal que el gobierno decidió quemar en las tierras agrícolas de Ohio”.
¿Y ahora el problema son los globos chinos y los supuestos OVNI? Parece que es un intento descarado de desviar la atención. De hecho, hay muchos medios que están calificando todo lo que está sucediendo en Ohio como un nuevo Chernóbil.