Según la decisión de la Justicia, el Ejecutivo y el laboratorio estadounidense deberán aportar documentación sobre la composición de las vacunas, incluyendo la posible presencia de "óxido de grafeno" o "elementos nanotecnológicos".

También se piden datos que demuestren la "inocuidad" de "la sustancia llamada ARN mensajero" y que acrediten con estudios de la agencia estadounidense de Estados Unidos, la FDA, "el carácter experimental" de las vacunas.

El magistrado pide que las autoridades "expongan si se han estudiado terapias anticovid-19 alternativas" y "en caso negativo, aclare por qué no se exploraron esas salidas", según el documento.

Los contratos firmados entre el gobierno y Pfizer también son objeto de escrutinio para comprobar si contienen cláusulas "de indemnidad civil o impunidad penal de los proveedores respecto de la ocurrencia de eventuales efectos adversos", entre otros detalles.

La decisión judicial exige además explicaciones sobre si se han realizado estudios "tendientes a explicar el notorio aumento de fallecimientos por covid-19 a partir de marzo de 2021 en relación al año anterior".