El profesor Robert W Malone escribe una carta abierta a los camioneros canadienses

Publié par Contra información sur 13 Février 2022, 17:40pm

Me llamo Robert Malone y soy médico y científico residente en Estados Unidos.

Todos nos apoyamos sobre los hombros de gigantes. Las verdades sencillas son las que más importan. Las palabras sinceras, pronunciadas desde el corazón, pueden cambiar el mundo.

No deberíamos haber politizado la respuesta de la sanidad pública al SARS-CoV-2 y al COVID-19.

Y Justin Trudeau debería haberse centrado en gestionar la verdad real del COVID-19 en lugar de seguir el guión que le proporcionó la dirección del Foro Económico Mundial.

Ahora soy médico y científico, y estoy altamente capacitado y calificado en el desarrollo de vacunas y otros medicamentos.

Pero también he sido carpintero y jornalero, y sigo trabajando en mi granja. Conduzco una camioneta GMC dual diésel, un tractor agrícola Kubota, y puedo conducir una cargadora de ruedas o un equipo de caballos percherones. He mostrado mis potros percherones en la Royal Winter Fair. En el sentido original, soy un Teamster (camionero).

Me dirijo a ti con un corazón abierto, comprometido con la curación, aportando tres simples palabras.

Integridad. Dignidad. Comunidad.

Son tres simples palabras que suenan como campanas en el corazón de la gente honesta.

Benito Mussolini dijo una vez: "El fascismo debería llamarse más propiamente corporativismo, ya que es la fusión del Estado y el poder corporativo".

En las acciones de los gobiernos de Ottawa y Canadá, ahora podemos ver claramente la cara hasta ahora oculta del totalitarismo fascista global, es decir, la fusión del poder corporativo con el poder estatal, tal y como el fascismo fue definido por Mussolini.

Ahora estamos viendo señales impactantes de desesperación por parte de nuestros oponentes globalistas y corporativistas. La incompetencia del Partido de Davos es cada vez más evidente.

1) Por primera vez, podemos ver claramente que están dispuestos y son capaces de confabularse con Silicon Valley para armar el sistema bancario contra nosotros.

Llevarse 10 millones de dólares estadounidenses de una recaudación política de fondos es algo que la mayoría de nosotros no podría haber imaginado hace dos años.

Claramente, esto ha fracasado, porque ha expuesto a todos que existe una coordinación antinatural entre el gobierno, el sector de tecnología de la información y los bancos.

Y ahora tenemos pruebas directas en vídeo de esta colusión a partir de la infame grabación de la llamada de Zoom que documenta la participación del gobierno y del alcalde de Ottawa.

2) La censura va en aumento, y nuestros adversarios ya no tratan de justificarla.

Los ataques a Joe Rogan son realmente un acto de desesperación.

Atacar al icono mediático más querido de Norteamérica tiene muchos inconvenientes y, de nuevo, demuestra que están coordinados.

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Y ahora sabemos que Neil Young tiene un conflicto de intereses financieros debido al gran banco de inversión que posee casi la mitad de los derechos financieros de su catálogo de canciones.

Esta estrategia se vuelve en contra: Joe Rogan sigue siendo fuerte, y el sistema farmacéutico y bancario central es más odiado que nunca. Hará falta algo más que Neil Young para acabar con Joe Rogan.

3) Estos conspiradores están tan desesperados que ahora han pedido literalmente al Departamento de Defensa de EE.UU. que cometa un delito: alterar los datos de la base de datos epidemiológicos médicos de defensa.

Estúpidamente, ya había sido publicado - y ahora está siendo estudiado por la comunidad médica. LES PILLARON CON LOS PANTALONES BAJADOS, CAMBIANDO LOS DATOS A POSTERIORI. Supongo que esto merece una investigación penal.

Esto también será contraproducente, porque ahora la gente está expuesta personalmente y supongo que huirán a las colinas o se convertirán en denunciantes. He oído que el abogado Thomas Renz está siendo inundado con nuevas acciones de denuncia y comunicados de información.

4) Es hora de acabar con los FALSOS poderes de emergencia que se han utilizado para suspender tus derechos constitucionales y naturales.

No hay ninguna emergencia. En marzo de 2020 se descubrieron estrategias de tratamiento para curar el COVID-19 con medicamentos reutilizados. Omicron no es un asesino. La censura debe terminar.

Leyendo el libro profundamente académico del Dr. Mattias Desmet "La Psicología del Totalitarismo" -

“Las voces alternativas son estigmatizadas por un verdadero Ministerio de la Verdad, plagado de “verificadores de hechos”. La libertad de expresión se ve restringida por diversas formas de censura y autocensura; el derecho de los pueblos a la autodeterminación es violado por estrategias de vacunación coercitivas, que imponen a la sociedad una exclusión y segregación social hasta ahora impensables”.

Pasemos ahora a la integridad, la dignidad humana y la importancia de la comunidad.

La integridad es un compromiso con la verdad, en lo que dices, cómo vives y cómo tratas a los demás.

San Agustín, el doctor de la Iglesia Católica Romana, dijo célebremente: "La verdad es como un león. No tienes que defenderlo. Déjalo libre. Se defenderá.

La dignidad surge del respeto por nosotros mismos, a los demás y por mundo en el que vivimos.

La comunidad es lo que nos une, los unos a los otros, y da propósito y sentido a nuestras vidas.

En lo que respecta a las vacunas genéticas COVID, la ciencia está establecida".

No funcionan para evitar la infección, la replicación y la propagación a otras personas, y no son completamente seguras. En nuestra vida diaria, con nuestros amigos, con nuestras familias, con nuestros colegas, todos sabemos que esto es cierto.

No son completamente seguras y se desconoce la naturaleza completa de los riesgos. Sin embargo, la inmunidad natural que desarrollan los sistemas inmunitarios sanos tras la infección y la recuperación del COVID-19 es duradera, amplia y altamente protectora contra la enfermedad y la muerte causadas por este virus.

Ahora tenemos a Omicron. Estas vacunas fueron diseñadas para la cepa original de Wuhan, un virus diferente. Estas vacunas no evitan la infección por Omicron, la replicación del virus o su propagación a otras personas, y hay datos que sugieren que aumentan el riesgo de infección y enfermedad.

Estas vacunas genéticas tienen fugas, tienen una baja durabilidad, e incluso si cada hombre, mujer y niño en los EE.UU. y Canadá fueran vacunados, estos productos no pueden lograr la inmunidad colectiva y detener el COVID.

Si hay un riesgo, debe haber una elección.

Esta es la verdad fundamental de la bioética moderna.

Todos los procedimientos médicos, las vacunas y los medicamentos conllevan riesgos.

Todos tenemos derecho a comprender estos riesgos y a decidir por nosotros mismos si los aceptamos voluntariamente.

Negar esto es negar la dignidad humana.

El mal tiene muchas raíces. La voluntad de negar la dignidad humana es una de las más importantes. En nuestros corazones y almas, todos sabemos que esto es cierto.

Respecto a nuestros hijos

Aunque soy un médico profundamente comprometido con el juramento hipocrático, soy ante todo un marido, un padre y un abuelo. Les pido que me concedan un momento para hablar de nuestros niños y de nuestra responsabilidad fundamental de protegerlos.

Al menos tenemos que alimentar y proteger a nuestros hijos. Ese es el trabajo número uno. Es tu trabajo. Es mi trabajo. No les corresponde a ellos protegernos. Y en los últimos dos años, nuestra sociedad y nuestra respuesta de salud pública no han logrado protegerlos. Muchas de las cosas que nuestro sistema de salud pública nos ha exigido hacer a nuestros hijos los han perjudicado directamente.

Las autolesiones, el suicidio y el abuso de drogas entre los niños han despegado en todo el mundo. La ansiedad, el acoso, la intimidación y la coacción se han convertido en la norma. El coeficiente intelectual medido en los más jóvenes ha descendido. Los retrasos fundamentales de la infancia son fáciles de medir. Y se están produciendo daños físicos en los niños por la inyección de vacunas genéticas para proteger a los mayores de un virus.

Como padre, es en última instancia tu responsabilidad proteger a tus hijos. Si se ven perjudicados por estas vacunas genéticas, eres tú quien tendrás que cuidarlos. Y tú llevarás esa carga el resto de tu vida y la de ellos. De media, entre uno de cada dos mil, y uno de cada tres mil niños que reciben estas vacunas serán hospitalizados a corto plazo con daños causados por la vacuna. Sólo con el tiempo sabremos qué daños pueden producirse a largo plazo.

Las vacunas no evitan que nuestros hijos se infecten con Omicron, ni que los niños infectados contagien a otros. En cambio, las empresas farmacéuticas y el gobierno están casi totalmente protegidos de cualquier daño que estos productos puedan causarles. Si tu hijo resulta dañado por estas vacunas, usted se quedará solo con su dolor y la carga de los cuidados.

Estas vacunas genéticas pueden perjudicar a vuestros hijos. Pueden dañar su cerebro, su corazón, su sistema inmunitario y su capacidad para tener hijos en el futuro. Y muchos de estos daños no se pueden reparar.

Así que, por favor, infórmese sobre los posibles riesgos de que sus hijos se vean perjudicados por estos productos médicos experimentales. No dejes que nadie te diga lo que tienes que hacer. Piensa por ti mismo. Porque es tu responsabilidad protegerlos y cuidarlos. Si se dañan, ninguna autoridad regional, ningún funcionario de salud pública del gobierno, ningún médico de la televisión estará allí para ayudarle. Usted, su familia y su hijo tendrán que soportar la carga por sí mismos.

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Cuando era niño, un joven y brillante presidente estadounidense dijo: "No preguntes lo que tu país puede hacer por ti; pregunta lo que tú puedes hacer por tu país".

Canadá es tu país. Eres dueño de este increíble don, pero debes defenderlo si quieres conservarlo, o los globalistas te lo quitarán. Prometen que en el futuro no tendrás nada y serás feliz. ¿Les crees?

Hoy, les pido a todos que tengan en mente y en sus corazones las palabras del Presidente John F. Kennedy. Todos podemos ser líderes, y tú has estado a la altura de la tarea. Gracias por su servicio a Canadá y al mundo.

Sobreviviremos a esto y superaremos estas dificultades, si podemos mantener estas tres simples palabras en nuestros corazones.

Integridad.

Dignidad.

Comunidad.

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