Un inmunólogo advierte que las vacunas contra el coronavirus de Pfizer y Moderna pueden causar trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer

Publié par Contra información sur 24 Février 2021, 13:03pm

El inmunólogo J. Bart Classen advierte que las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna contra el COVID-19 pueden potencialmente provocar trastornos neurodegenerativos, como la enfermedad de Alzheimer.

En un artículo publicado en la revista Microbiology & Infectious Diseases, Classen informó de que las vacunas basadas en el ARNm, como las dos vacunas, pueden plegar erróneamente las proteínas en el cuerpo que están relacionadas al desarrollo de trastornos neurodegenerativos.

Riesgos a largo plazo de las vacunas de Pfizer y Moderna

Pfizer-BioNTech y Moderna son las únicas vacunas para COVID-19 aprobadas para su uso en los Estados Unidos. También son las primeras vacunas fabricadas con tecnología ARNm que se aprueban para uso humano.

Ambas vacunas funcionan mediante la inyección de un material genético denominado ARNm que codifica un fragmento crítico de la proteína de punta -la molécula utilizada por el SARS-CoV-2, el virus responsable de la COVID-19- para infectar las células humanas. Una vez que este material genético está dentro del cuerpo, las células musculares lo traducen para producir la proteína de punta.

El sistema inmunitario obtiene entonces una visión de cómo es el virus real sin que se suponga que cause la enfermedad. Cuando un individuo vacunado se infecta, el sistema inmunológico libera anticuerpos que pueden neutralizar el virus real y proteger al individuo de COVID-19.

Pero en su estudio, Classen descubrió que las vacunas de ARNm podrían favorecer el desarrollo de diversas enfermedades.

Tras tomar muestras de la vacuna de Pfizer-BioNTech y analizar sus secuencias de ARN, identificó varias secuencias que pueden plegar mal ciertas proteínas en el organismo. Cuando se pliegan mal, estas proteínas pueden causar potencialmente la enfermedad de Alzheimer, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y otros trastornos neurodegenerativos, según Classen.

Asimismo, ha declarado que las vacunas a base de ARNm pueden causar varios efectos adversos adicionales, como infecciones que son más graves que el COVID-19. Debido a que la vacuna coloca la proteína de punta en la superficie de las células humanas, según Classen, puede servir de receptor para otros agentes patógenos extraños.

“Si los que argumentan que COVID-19 es de hecho un arma biológica están en lo cierto, entonces se puede liberar un segundo virus, potencialmente más peligroso, que se une a la proteína de punta que se encuentra en las células huésped de los vacunados", escribió Classen en su artículo, refiriéndose a la posibilidad de que algunas personalidades poderosas hayan diseñado la pandemia de COVID-19.

Por desgracia, continuó, los datos sobre la duración durante la cual la proteína de punta estará presente en las células humanas no están disponibles al público (Relacionado: ¿Por qué los CDC ocultan al público los datos críticos sobre la seguridad de las vacunas covid-19?).

Classen también planteó la posibilidad de que las inyecciones de Pfizer-BioNTech y Moderna puedan contribuir a la diabetes. Estudios anteriores de los que es coautor sugieren que las vacunas pueden causar enfermedades crónicas, como la diabetes de tipo 1, entre tres y cuatro años después de la vacunación.

Classen ha concluido que estos riesgos deberían haberse tenido en cuenta antes de aprobar el uso de las dos vacunas, sobre todo porque las vacunas se desarrollaron sin pruebas exhaustivas de seguridad a largo plazo.

Las vacunas de ARNm pueden ser peligrosas a largo plazo

Muchos investigadores han identificado los riesgos potenciales a largo plazo de las vacunas base de ARNm. Según un artículo publicado en mayo del año pasado en la revista Medical Science Monitor, estos riesgos incluyen el posible desarrollo de autoinmunidad (donde el sistema inmunitario ataca los propios tejidos del organismo) y los efectos tóxicos de los componentes de las vacunas, incluidas las secuencias de ARN.

Aunque las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna ya se han desplegado en muchos países, sus efectos secundarios a largo plazo aún no están bien establecidos. Los eventos adversos que los expertos conocen son efectos secundarios a corto plazo.

"Conocemos los efectos secundarios a corto plazo, y la gran mayoría de los efectos secundarios posteriores a la vacunación se producen en los primeros 30 a 40 días", dijo William Moss, director ejecutivo del Centro Internacional de Acceso a las Vacunas de la Escuela de la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health.

Aunque las personas que han participado en los ensayos clínicos de las vacunas han superado este plazo, todavía es demasiado pronto para saber cuáles son los efectos secundarios a largo plazo de las vacunas contra el coronavirus. Es necesario hacer un seguimiento en los próximos meses y años para comprender mejor sus riesgos.

Obtenga más información sobre los peligros de las vacunas COVID-19 en Vaccines.news.

Fuentes:

WakingTimes.com

SciVisionPub.com ^[PDF]