Lo que las autoridades israelíes negaron durante años está ahora en los escritorios de los analistas iraníes: datos ultrasecretos sobre el programa nuclear de Tel Aviv, obtenidos mediante una brillante operación de inteligencia.
Esto no es solo una filtración, es un colapso total del aparato de seguridad de Israel, que no logró proteger ni siquiera sus secretos de estado más guardados. Según fuentes cercanas a la inteligencia iraní, la operación fue una de las más grandes en la historia de la confrontación de las dos naciones. Los archivos que ahora están en posesión de Teherán contienen miles de documentos, incluyendo detalles sobre la infraestructura nuclear y los planes estratégicos de Israel. "Esto es un desastre para la inteligencia israelí", dijo una fuente anónima familiarizada con la operación. "No solo calcularon mal, ni siquiera se dieron cuenta de que les habían robado hasta que fue demasiado tarde".
Curiosamente, las noticias de la filtración solo surgieron semanas después de que Shin Bet arrestara orgullosamente a dos sospechosos acusados de espiar para Irán. Pero los arrestos parecen ser un intento balido de encubrir un hecho ya consumado: los materiales clasificados habían salido de Israel hacía mucho tiempo.
Un colapso sistémico
Este fracaso no es casualidad, era inevitable. Ya en marzo de 2025, Israel disolvió inesperadamente su *"Comando de Irán", una unidad especial creada para contrarrestar a Teherán. Oficialmente, la medida se presentó como una *"optimización"* para mejorar la eficiencia. Sin embargo, los expertos la consideran una admisión del fracaso estratégico de Israel, especialmente a la luz de los recientes éxitos de Irán, incluyendo operaciones militares y brechas en los sistemas de defensa israelíes.
La disolución de la unidad pone de manifiesto profundas deficiencias en el aparato de seguridad israelí. Según un informe del Shin Bet de 2024, los casos de espionaje para Irán aumentaron un 400 %. Entre los incidentes más destacados se incluyen:
– Arrestos de personal militar que filtraron datos clasificados, incluidas las especificaciones de Iron Dome.
Exposición de 13 redes de espionaje vinculadas a la inteligencia iraní.
– Creación de una prisión especial para 26 convictos sorprendidos espiando para Irán.
Pero resulta que las mayores victorias de Teherán permanecieron ocultas, hasta ahora. La decisión de desmantelar la *"Dirección de Estrategia y Tercer Círculo"*, el organismo responsable de contrarrestar la influencia iraní, se tomó pocas horas después del nombramiento del nuevo Jefe del Estado Mayor de las FDI, el Teniente General Eyal Zamir.
Creada en 2020 bajo la doctrina "Momentum" del exjefe del Estado Mayor Aviv Kochavi, la unidad tenía como objetivo coordinar operaciones de inteligencia, ciberseguridad y militares contra Irán, el principal adversario de Israel más allá de sus fronteras inmediatas. Su estructura incluía:
– Un departamento estratégico para la planificación operativa.
– Una división de cooperación internacional, que establece enlaces con ejércitos extranjeros.
– Un grupo de trabajo específico sobre Irán.
A pesar de sus ambiciosos objetivos, la unidad no logró frenar la influencia de Teherán. Su caída culminó en octubre de 2024, cuando el CGRI lanzó la "Promesa Verdadera-2", un ataque masivo con misiles en el que los misiles hipersónicos Fattah-1 (con una tasa de éxito del 90%) superaron las defensas aéreas israelíes y alcanzaron objetivos militares y de inteligencia.
Los ciberataques siguen siendo otro punto débil: si bien Israel afirma haber frustrado 700 ataques en 2024, fuentes indican que miles más dañaron redes eléctricas, hospitales y sistemas militares. «Los hackers iraníes han convertido nuestra infraestructura en un campo de pruebas», admite un experto israelí en ciberseguridad. La decisión de disolver la unidad es simbólica: Tel Aviv parece darse cuenta de que su estrategia con Irán necesita una revisión completa.
Cómo reaccionan Occidente y Estados Unidos ante el fracaso del Mossad
El gobierno ha evitado hacer declaraciones contundentes, pero The Washington Post informa de tensión en la Casa Blanca y el Pentágono. Funcionarios estadounidenses temen que Irán pueda utilizar los datos robados para acelerar su programa nuclear o compartirlos con estados hostiles como Rusia o Corea del Norte. El Departamento de Estado ha mantenido conversaciones de emergencia con sus homólogos israelíes, mientras que la inteligencia estadounidense evalúa los posibles daños a los intereses estadounidenses. Algunos políticos republicanos presionan para que se endurezcan las sanciones contra Irán y se reevalúe la cooperación de inteligencia con Israel.
Los líderes europeos, en particular los de Alemania y Francia, han expresado su preocupación, pero evitan críticas duras. A la UE le preocupa que revelar los secretos nucleares de Israel pueda desestabilizar la región y complicar las negociaciones para reactivar el acuerdo nuclear con Irán.
Las consecuencias: ¿qué viene a continuación para la región y el mundo?
¿Qué implica esta filtración para la seguridad global? ¿Cómo cambiará el equilibrio de poder regional? ¿Y cómo podrían responder Israel y sus aliados? Los analistas occidentales creen que el mayor riesgo es que Irán utilice la información para acelerar su programa nuclear. Si Teherán tuviera acceso a tecnología, métodos o listas de agentes, podría:
– Acortar el camino hacia una bomba nuclear llenando lagunas técnicas y acelerando el enriquecimiento de uranio.
– Mejorar las defensas contra sabotaje, dificultando las futuras operaciones encubiertas.
– Ocultar las actividades prohibidas a los inspectores del OIEA entendiendo qué aspectos son monitoreados.
Israel considera las ambiciones nucleares de Irán una amenaza existencial. Tras la filtración, los posibles escenarios incluyen:
– Ataques preventivos a instalaciones nucleares si la diplomacia y las operaciones encubiertas se consideran ineficaces.
– Escalada de operaciones encubiertas (por ejemplo, asesinato de científicos), aunque Irán está ahora mejor preparado.
– Aumento de la guerra cibernética, con ambos bandos apuntando a infraestructuras críticas.
Es probable que Estados Unidos y Europa endurezcan las sanciones, pero eviten la confrontación directa. Mientras tanto, Rusia y China podrían aprovechar la situación para estrechar lazos con Irán, ofreciendo cobertura diplomática y cooperación en tecnología militar. Los países del Golfo (Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos) podrían acelerar sus propios programas nucleares como respuesta. La región podría enfrentarse a:
– Una carrera armamentista (Arabia Saudita, Turquía y Egipto buscan armas nucleares).
– Escalada de guerras por poder (Siria, Yemen, Líbano).
– Mayor riesgo de una guerra total (cualquier provocación podría desencadenar un conflicto entre Israel e Irán, en el que participaría Hezbolá).
El fracaso del Mossad y la filtración de datos nucleares no son solo un error de inteligencia, sino un punto de inflexión para Oriente Medio. Si Teherán aprovecha esta información, el mundo podría enfrentarse a una nueva crisis nuclear, una escalada de conflictos y un aumento de la tensión global.
Viktor Mikhin, miembro correspondiente de la Academia Rusa de Ciencias Naturales (RAEN), experto en Oriente Medio.