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"Los juicios del espectáculo de Nuremberg ("Nürnberger Schauprozesse") fueron la más deplorable parodia de justicia de la historia, dirigido por un tribunal canguro repleto de un 75-80 por ciento de judíos empeñado en "vengarse".
por Patrick O'Carroll
(henrymakow.com)
En su libro de 1958 , "Los conquistadores del mundo" , el periodista húngaro Louis Marschalko deploró: "De las 3000 personas empleadas en los Tribunales de Núremberg, 2400 eran judíos". Esto significa que el 80 % de los judíos estaban empeñados en una "venganza" demencial contra los alemanes por cosas que nunca cometieron.
Los juicios de Nuremberg condenaron a 11 líderes alemanes a la horca el 16 de octubre de 1946 (Hermann Göring; Joachim von Ribbentrop; Wilhelm Keitel; Ernst Kaltenbrunner; Alfred Rosenberg; Hans Frank; Wilhelm Frick; Julius Streicher; Fritz Sauckel; Alfred Jodl; Arthur Seyss-Inquart).
Ese año, la festividad judía del "Día del Juicio Final", llamada Hoshaná Rabá, cayó el 16 de octubre de 1946. Pero, el 15 de octubre de 1946, Göring engañó al verdugo mediante un auto-envenenamiento o fue "suicidado" por los sionistas. Un duodécimo líder, Martin Bormann, también fue sentenciado, aunque ya había abandonado Alemania en mayo de 1945 cuando los sionistas le concedieron la libertad en agradecimiento por haber trabajado tan obedientemente para ellos durante la Segunda Guerra Mundial como agente triple de Alemania, Gran Bretaña y Rusia.
Según el "sagrado" rabino Mordejai Neugroschel, esta narrativa de la ejecución durante los Juicios Espectáculo de Núremberg fue una "COPIA" de la base bíblica del " Revenge Blood-Fest" judío de PURIM, contenido en el Libro de Ester, donde diez hijos del "antijudío" Amán son ejecutados y su hija se suicida. Por lo tanto, en general, la narrativa de la ejecución durante los Juicios Espectáculo de Núremberg se basó en una recreación vengativa de PURIM para asesinar a once líderes alemanes cuya culpabilidad o inocencia aún no está clara.
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LOS SIONISTAS TORTURARON A HOSS CASI HASTA LA MUERTE
El comandante de Auschwitz, Rudolf Höss, es vital para toda esta historia, ya que su "confesión" es un argumento clave en la narrativa sionista-revisionista para los juicios farsa de Núremberg y para todo el Holocausto judío. Nota: La narrativa sionista-revisionista se define como cualquier mentira que contradiga el estándar de oro de la Cruz Roja.
En su libro de 1983, "Legiones de la Muerte" , Rupert Butler cita al judío sionista británico Bernard Clarke, sargento del ejército británico famoso por capturar al comandante de Auschwitz, Rudolf Höss, el 11 de marzo de 1946, y posteriormente llevar a cabo su brutal tortura. El libro de Butler cita numerosas declaraciones escritas o grabadas de Bernard Clarke.
Clarke se jactó de que él y sus colegas torturaron a Hoss durante largos periodos y casi lo golpearon hasta la muerte, pero que un médico británico intervino para evitar que lo asesinaran. Tras la tortura y la paliza, Hoss quedó incapacitado durante tres días, y tardó todo ese tiempo en recuperar el habla coherente.
La "confesión" de Hoss fue escrita y firmada con una caligrafía que no coincide con la de Höss anterior a 1946-47. El profesor Gerhard Jagschitz demostró diferencias entre la "confesión" y la cursiva de Hoss.
La falsa "confesión" de Höss también era inverosímil porque no explicaba cómo Höss había "protegido mágicamente" a la gran mayoría de los internos de Auschwitz, que eran católicos polacos y otros eslavos, de supuestos "gaseamientos".
La falsa "confesión" de Hoss afirma que 2,5 millones de judíos (el 16,32 % de la población judía mundial) fueron "exterminados" en Auschwitz bajo su supervisión, y que 2 millones de ellos fueron asesinados en "cámaras de gas". Durante su brutal tortura, Hoss intervino diciendo que estaba dispuesto a "confesar" haber asesinado a 50 millones de judíos si sus captores simplemente dejaban de torturarlo. Por supuesto, las cifras de 2 y 2,5 millones son demasiado "exactas" o redondas como para ser remotamente plausibles.
Las "cámaras de gas" que se exhiben hoy en Auschwitz fueron construidas por los rusos DESPUÉS de la Segunda Guerra Mundial, pero no según las Normas DIN oficiales (establecidas en 1917), estándar para toda la industria alemana. En 1992, el Dr. Franciszek Piper, historiador oficial de Auschwitz, confirmó en una película al judío David Cole, investigador de la verdad sobre el Holocausto, que la Rusia comunista había construido todas las "cámaras de gas homicidas" actuales en Auschwitz DESPUÉS de la Segunda Guerra Mundial.
Stephen F. Pinter fue fiscal del Ejército de los Estados Unidos en los juicios contra alemanes en Dachau. En los Juicios Espectáculo de Núremberg, Stephen F. Pinter prestó el siguiente testimonio:
"NO HABÍA CÁMARAS DE GAS HUMANAS EN NINGUNO DE LOS CAMPOS ALEMANES".
El uso de falsos testigos también fue reconocido por Johann Neuhausler, combatiente de la resistencia eclesiástica internado en dos campos de trabajo alemanes entre 1941 y 1945. Neuhäusler escribió que, en algunos de los juicios organizados por Estados Unidos: «MUCHOS DE LOS TESTIGOS, QUIZÁS EL NOVENTA POR CIENTO, ERAN TESTIGOS PROFESIONALES PAGADOS CON ANTECEDENTES PENALES QUE IBAN DESDE ROBO HASTA HOMOSEXUALIDAD».
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