Los acontecimientos recientes han suscitado una gran preocupación en relación con manifestaciones públicas en 2024-2025. En julio, París fue sede de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, que tenían menos que ver con los deportes y más con la celebración del mal. La ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de París 2024 fue toda para la gloria de Satanás del principio al fin y anunciaba la llegada de su efímero reinado sobre la tierra.
La ceremonia de clausura no ofreció respiro a estos temas. El llamado "Viajero Dorado" fue interpretado por algunos como una representación simbólica del Anticristo: una figura glorificada, radiante, rendía homenaje a Lucifer como la deidad solar.
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La ceremonia de clausura mostró como figura central al primer Jinete del Apocalipsis. De particular preocupación fue la aparición de un caballo blanco con un jinete sin rostro durante la ceremonia de apertura, una escena sorprendentemente reminiscente del primer jinete del Apocalipsis.
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Unos meses después, otra ciudad francesa, Tolouse decidió organizar un evento masivo que convirtió sus calles en un templo satánico al aire libre. Titulado “La Porte des Ténèbres” (“Las puertas del infierno”), el festival contó con máquinas gigantescas que se movían por la ciudad e interactuaban entre sí. Si bien la idea suena genial, hay un truco: las máquinas representan demonios, y toda la historia fue completamente satánica.
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Aún más alarmante fue el partido de fútbol en Alemania del 29 de marzo de 2025, entre el FC Kaiserslautern y el Fortuna Düsseldorf donde se realizaron rituales luciferinos explícitos, con pentagramas e invocaciones en latín a Satanás.
Tras una cuenta regresiva, una lámina negra transformó la Curva Oeste del Estadio Fritz Walter en una superficie oscura, revelando un pentagrama rojo invertido. Bajo este símbolo satánico, los organizadores desplegaron una pancarta con la frase en latín "Exaudi Nos, Lucifer, Et Surge Ex Abysso, Sume Animas Nostra", traducida como «Escúchanos, Lucifer, levántate del abismo y acepta nuestras almas». La exhibición culminó con una gigantesca figura demoníaca que emergió del pentagrama, representando una invocación luciferina, con efectos de humo y fuego. Durante su aparición, apareció una segunda pancarta en latín: «Ad Lucem Nos Trahe, Orbem Mundi Regna, Surge ex Flammis et Appare» , que se traduce como "Llévanos a la luz, gobierna el mundo, surgid de las llamas y aparece".
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Si piensa que esto es solo una broma o mero entretenimiento, debe preguntarse: ¿Por qué se invocaría a Lucifer para gobernar el mundo? ¿Por qué los organizadores dedicarían tantos esfuerzos a incorporar auténticos símbolos demoníacos como el pentagrama e incluirían invocaciones ritualísticas en latín?
Lo más preocupante es que la gente de la multitud encuentra estas exhibiciones entretenidas y divertidas, lo que refleja la mentalidad espiritual cada vez más oscura del mundo.
Fuentes: