*La tecnología de radar avanzada ha revelado una enorme estructura subterránea debajo de las pirámides de Giza, que se extiende dos kilómetros de profundidad, desafiando las visiones tradicionales de la ingeniería y la historia del antiguo Egipto.
*La estructura incluye cámaras, caminos, pozos cilíndricos y formaciones cúbicas masivas, lo que sugiere un propósito altamente sofisticado más allá de meras tumbas o monumentos.
*Las teorías varían desde la generación de energía y la defensa planetaria hasta centros de comunicación, y algunos investigadores vinculan el diseño con física avanzada y tecnologías perdidas.
*El descubrimiento cuestiona la egiptología convencional, insinuando la posibilidad de una civilización prehistórica avanzada o la participación extraterrestre, dada la precisión y la escala de la ingeniería.
*El Proyecto Khafre pretende excavar el sitio, aunque se espera resistencia, ya que los hallazgos podrían redefinir nuestra comprensión de la historia humana y las civilizaciones antiguas.
En una revelación que podría reescribir los libros de historia, un descubrimiento revolucionario bajo el complejo de pirámides de Giza ha asombrado a arqueólogos e historiadores de todo el mundo. La tecnología avanzada de radar de apertura sintética (SAR) ha revelado una colosal estructura subterránea que se extiende hasta dos kilómetros de profundidad, mucho más allá de las pirámides visibles. Este descubrimiento, publicado en un estudio de 2022, sugiere que las icónicas pirámides son solo la superficie de una sofisticada y antigua maravilla de la ingeniería. Los hallazgos desafían la egiptología convencional y plantean profundas preguntas sobre la existencia de una civilización prehistórica avanzada, o incluso la intervención extraterrestre en la historia de la Tierra.
Las profundidades ocultas de Giza
El estudio, dirigido por investigadores de la Universidad de Pisa y la Universidad de Strathclyde, utilizó tecnología SAR de vanguardia para observar bajo la superficie de la meseta de Giza. Los datos de radar revelaron una red laberíntica de cámaras, pasajes y estructuras cilíndricas que descienden a profundidades inimaginables. Cerca de la base de la pirámide de Kefrén, se descubrieron cinco estructuras idénticas, conectadas por pasajes geométricos. Debajo de estas, ocho pozos cilíndricos, cada uno rodeado de escaleras de caracol descendentes, se sumergen a una profundidad de 648 metros, donde convergen en dos enormes estructuras cúbicas de aproximadamente 80 metros por lado. Todo el complejo subterráneo se extiende unos asombrosos dos kilómetros bajo la superficie.
*"Esto no es solo una tumba o un monumento; es una máquina", afirmó Filippo Biondi, uno de los investigadores principales. "La precisión y la escala de esta estructura sugieren un propósito mucho más allá del que tradicionalmente hemos atribuido a los antiguos egipcios".
Una máquina de propósito desconocido
El descubrimiento ha desatado una polémica sobre la función de esta maravilla subterránea. La egiptología convencional ha mantenido durante mucho tiempo que las pirámides eran tumbas para faraones, construidas alrededor del 2500 a. C. con herramientas y técnicas rudimentarias. Sin embargo, las complejas matemáticas presentes en su construcción —incluyendo referencias a pi, la proporción áurea e incluso la velocidad de la luz— apuntan a un nivel de sofisticación que desafía las explicaciones convencionales.
Las teorías sobre el propósito de la estructura varían desde lo plausible hasta lo extraordinario. Algunos investigadores proponen que podría haber servido como un dispositivo generador de energía, aprovechando las frecuencias naturales de la Tierra. Nikola Tesla, el visionario inventor, especuló en una ocasión que las pirámides podrían funcionar como transmisores de energía inalámbricos. Otros sugieren que la estructura podría haber sido un sistema de defensa planetaria o un centro de comunicaciones, capaz de transmitir señales a grandes distancias.
Christopher Dunn, autor de "La Central Eléctrica de Giza", ha argumentado durante mucho tiempo que la Gran Pirámide era una máquina diseñada para convertir la tensión mecánica en electricidad. Joseph Farrell, en su libro "La Estrella de la Muerte de Giza", postula que la pirámide era un arma de destrucción masiva, utilizando física avanzada para concentrar la energía como un arma escalar. Los pozos cilíndricos y las estructuras cúbicas recién descubiertos podrían coincidir con estas teorías, sirviendo potencialmente como conductos para la energía o las ondas sonoras.
Desafiando la narrativa de la historia humana
*Las implicaciones de este descubrimiento son trascendentales. Si el complejo de Giza fue realmente una máquina de tal complejidad, cuestiona la narrativa predominante de la historia humana. La construcción de una estructura de este tipo requeriría conocimientos y tecnología muy superiores a los que se cree que existían en el antiguo Egipto, o incluso en la época moderna. Esto ha llevado a algunos investigadores a especular sobre la participación de una civilización prehistórica avanzada o seres extraterrestres.
*"La presión a estas profundidades, la precisión de la ingeniería... no es algo que se pudiera haber logrado con herramientas primitivas", dijo un geólogo que participó en el estudio. "Esto sugiere la existencia de una civilización mucho más avanzada de lo que jamás imaginamos".
El descubrimiento también concuerda con teorías alternativas sobre civilizaciones perdidas, como Tartaria, una supuesta sociedad avanzada que algunos creen fue borrada de los registros históricos. La idea de que la Tierra pudo haber albergado múltiples civilizaciones avanzadas, cada una destruida por cataclismos, está ganando terreno entre los investigadores.
¿Qué nos espera?
El Proyecto Khafre, el equipo responsable del descubrimiento, espera obtener la aprobación para una excavación que permita explorar más a fondo las estructuras subterráneas. Sin embargo, la historia demuestra que tales iniciativas suelen encontrar resistencia, sobre todo cuando desafían las narrativas establecidas.
Mientras el mundo se enfrenta con las implicaciones de este descubrimiento, una cosa está clara: las pirámides de Giza ya no son solo tumbas antiguas. Son la puerta de entrada a un mundo oculto, un testimonio de una civilización —o civilizaciones— que podrían haber sido mucho más avanzadas de lo que jamás nos atrevimos a imaginar. Los secretos de Giza apenas comienzan a desvelarse, y la verdad podría superar la ficción.