Se revela el 'rebbot' (reinicio): el manual del CEO-dictador de Elon Musk

Publié par Contra información sur 21 Février 2025, 16:30pm

La idea: En 2022, uno de los pensadores favoritos de Peter Thiel imaginó una segunda administración Trump en la que el gobierno federal estaría dirigido por un “director ejecutivo” que no fuera Trump y trazó un plan de acción sobre cómo podría funcionar. Elon Musk lo está siguiendo.

La historia detrás de esto: En 2012, Curtis Yarvin —el “filósofo de la casa” de Peter Thiel— propuso algo que denominó RAGE: Retire All Government Employees (Jubilar a todos los empleados del gobierno). La idea: tomar el control del gobierno de los Estados Unidos y destripar la burocracia federal. Luego, reemplazar a los funcionarios públicos con leales políticos que responderían ante un líder tipo director ejecutivo al que Yarvin comparó con un dictador.

“Si los estadounidenses quieren cambiar su gobierno, tendrán que superar su fobia a los dictadores”, dijo.

Yarvin, un programador de software, describió esto como un “ reinicio ” del gobierno.

El DOGE de Elon Musk es simplemente una versión rebautizada de RAGE. Exige renuncias masivas, excluye de sus oficinas a empleados de carrera, amenaza con eliminar departamentos enteros y se hace con el control total de sistemas y programas gubernamentales sensibles. DOGE = RAGE, enmascarado en el insulso lenguaje de la “eficiencia”.

Pero la confianza de Musk en el manual de Yarvin es más profunda.

En un ensayo de abril de 2022, Yarvin actualizó RAGE a algo que describió como una “revolución de la mariposa”. En un ensayo en su sitio de pago Substack, imaginó una segunda presidencia de Trump en la que Trump permitiría una transformación radical del gobierno. La propuesta le sonará familiar a cualquiera que haya visto a Musk causar estragos en el Gobierno de los Estados Unidos (USG) durante las últimas tres semanas.

Yarvin escribió:

“Tenemos que arriesgarnos a un comienzo con todas las de la ley, a un reinicio total del gobierno de Estados Unidos. Sólo podemos hacerlo otorgando soberanía absoluta a una sola organización, con poderes similares a los que tenían las autoridades de ocupación aliadas en Japón y Alemania en el otoño de 1945. Ese nivel de poder de emergencia centralizado funcionó para refundar una nación en aquel entonces, para ellos. Así que debería funcionar ahora, para nosotros ”.

(La metáfora de “arranque a máxima potencia” proviene de Star Trek e implica un proceso riesgoso de reiniciar una nave espacial ficticia de una manera que podría causar una “implosión”. La metáfora de la Segunda Guerra Mundial presenta al gobierno federal como un enemigo conquistado ahora controlado por una fuerza externa).

Yarvin escribió que, en un segundo mandato, Trump podría nombrar a una persona diferente para que actúe como “director ejecutivo” del país. Este director ejecutivo podría pasar por encima del gobierno federal, con Trump en segundo plano como “presidente de la junta directiva”. Las metáforas aclaran la idea central: dirigir el gobierno como una corporación rebelde en lugar de una institución pública sujeta a las reglas de la democracia.

Trump no será el cerebro… No será el director ejecutivo. Será el presidente del consejo de administración, él elegirá al director ejecutivo (un ejecutivo experimentado). Este proceso, que obviamente tiene que ser televisado, se completará con su toma de posesión, momento en el que comenzará inmediatamente la transición al siguiente régimen.

Este director ejecutivo aportará un nuevo estilo radical de liderazgo al gobierno federal:

El director ejecutivo que él elija dirigirá el poder ejecutivo sin ninguna interferencia del Congreso o los tribunales, y probablemente también se hará cargo de los gobiernos estatales y locales. La mayoría de las instituciones importantes existentes, públicas y privadas, serán cerradas y reemplazadas por sistemas nuevos y eficientes. Trump estará monitoreando el desempeño de este director ejecutivo, nuevamente por televisión, y puede despedirlo si es necesario.

¿Te suena familiar?

Yarvin continúa: Trump debería reunir un ejército de personas dispuestas a formar parte de su nuevo régimen. Una vez que gane, este “magnífico ejército” de “ninjas” “entrenados ideológicamente” y leales a Trump se lanzará contra la burocracia federal.

[Él] lo lanzará directamente contra el estado administrativo, sin molestarse en confirmar nombramientos, solo usar nombramientos temporales según sea necesario. El trabajo de esta fuerza de desembarco no es gobernar. Es entender al gobierno. Es averiguar qué puede hacer realmente la administración Trump, cuando asume los plenos poderes constitucionales otorgados al jefe ejecutivo del poder ejecutivo...

El régimen debe tener la capacidad de gobernar cada institución que no desmantele. El régimen de Trump no es un saqueo bárbaro de las instituciones de Estados Unidos. ¡Gengis Kan no está en el edificio! Es una renovación sistemática de las instituciones de Estados Unidos. Ninguna marca o edificio puede sobrevivir. Pero el nuevo régimen debe realizar las funciones reales del antiguo, e idealmente realizarlas mucho mejor.

Muchas instituciones que son órganos necesarios de la sociedad tendrán que ser destruidas. Estos órganos tendrán que ser reemplazados. Si no han sido reemplazados ya en la etapa larvaria, o incluso si lo han sido, a escala, estos reemplazos necesitarán personal.

El gobierno no es el único objetivo de esta adquisición hostil, escribió Yarvin:

Por último, no basta con tener un ejército de ninjas paracaidistas grande o inteligente que se deje caer sobre todas las agencias del poder ejecutivo. Muchas instituciones de poder están fuera del gobierno propiamente dicho. Los ninjas también tendrán que aterrizar en los tejados de esos edificios, principalmente el periodismo, la academia y las redes sociales.

El nuevo régimen debe apoderarse de todos los puntos de poder, sin respetar las los papeles de protección. Todo puede ser nacionalizado, siempre y cuando el nuevo régimen tenga el personal, la tripulación, por así decirlo, para nacionalizarlo.

Yarvin imaginó un equipo de funcionarios gubernamentales experimentados y educados que serían reclutados para formar parte del nuevo régimen. Musk parece tener ideas diferentes. Como informa Vittoria Elliott de Wired, los principales lugartenientes de Musk en DOGE (Destrucción del Gobierno por Elon) son hombres muy jóvenes sin experiencia en el gobierno.

Yarvin no es el único que prevé una purga masiva del gobierno. En 2021, JD Vance elogió el trabajo de Yarvin y pidió una purga del gobierno:

Creo que lo que Trump debería hacer, si le diera un consejo, sería despedir a todos los burócratas de nivel medio, a todos los funcionarios públicos del estado administrativo, reemplazarlos con nuestra gente.

Al igual que Yarvin, Vance comparó al gobierno federal con un enemigo conquistado:

Desnazificación, desbaazificación... Tiendo a pensar que deberíamos apoderarnos de las instituciones de la izquierda y volverlas contra ella. Necesitamos un programa de desbaazificación, un programa de woke-ification.

Agregó que Trump debería desafiar cualquier orden judicial diseñada para detener su purga.

La idea de una purga masiva también aparece en los escritos de Balaji Srinivasan, cuyas ideas parecen derivar principalmente de las de Yarvin. He escrito mucho sobre Srinivasan en este boletín, por lo que no lo citaré extensamente aquí. Pero su idea central, que claramente tomó de Yarvin, es una toma de control corporativa de los gobiernos, que luego serán manejados como empresas tecnológicas (específicamente, Twitter). Así como Musk tomó el control de Twitter y despojó a los "blue chek" (insignias azules que verifican las cuentas más influyentes) de su estatus, ahora despojará a los funcionarios públicos, expertos y cualquiera que sea leal a la democracia en lugar del régimen actual.

Por supuesto, el complot para destruir la burocracia federal también tiene un socio en la ultraderechista Heritage Foundation. El Proyecto 2025, que claramente se está implementando a pesar de las burlas de los republicanos durante la campaña de 2024, también exige una purga y desmantelamiento del gobierno. Como advirtió la Asociación de Empleados del Gobierno Federal en julio pasado:

¿Qué podría pasar con nuestro gobierno y la fuerza laboral federal en 2025? Un grupo de organizaciones conservadoras tiene un plan, y no es bueno para los empleados federales.

El plan está detallado en un proyecto llamado Proyecto 2025, organizado por la ultraderechista Heritage Foundation y respaldado por más de 100 organizaciones conservadoras.
El plan promete tomar el control del sistema de controles y contrapesos de nuestro país para "desmantelar el estado administrativo", es decir, las operaciones de las agencias y programas federales de acuerdo con las leyes y regulaciones actuales, incluidas muchas de las leyes y regulaciones que rigen el empleo federal.

Los lectores habituales quizá recuerden que en septiembre, la Heritage Foundation y grupos de interés tecnológico particulares de San Francisco celebraron una conferencia llamada " Reboot 2024: The New Reality".

La nueva realidad

Análisis: Lo que antes parecía una teoría marginal ahora está siendo llevada a cabo por los poderes corporativos que han capturado por completo nuestro gobierno. Si bien hay algunas diferencias menores entre el enfoque de Yarvin y el de Musk, a continuación presentamos un resumen de lo que tienen en común:

1. Instalar un director ejecutivo dictador

El plan de Yarvin: Trump nombra a un director ejecutivo para que dirija el país como una corporación privada, eludiendo al Congreso y los tribunales.
Los movimientos de Musk: actúa como director ejecutivo federal, exige control unilateral sobre programas gubernamentales sensibles y se posicionó como un tomador de decisiones no electo mientras Trump permanece en un segundo plano.

2. Purgar la burocracia

Plan de Yarvin: “Jubilar a todos los empleados del gobierno” (RAGE, por sus siglas en inglés): despedir a los funcionarios de carrera y reemplazarlos por leales.
Las acciones de Musk: DOGE está desmantelando equipos, exigiendo renuncias masivas, dejando a los empleados fuera de las oficinas y amenazando con despidos masivos en el gobierno federal. Mientras tanto, DOGE está reclutando a jóvenes inexpertos que deben su lealtad a Musk/Thiel.

3. Construir un ejército leal

Plan de Yarvin: reclutar un ejército “entrenado ideológicamente” para reemplazar a los expertos e imponer el nuevo régimen.
Las medidas de Musk: rodearse de partidarios jóvenes e inexpertos que impongan su voluntad sin cuestionarla. El Proyecto 2025 también proporcionará cuadros republicanos para dirigir lo que queda del gobierno federal.

4. Desmantelar las instituciones democráticas

El plan de Yarvin: Quitar poder a las agencias federales, a los tribunales y al Congreso, centralizando la autoridad bajo el poder ejecutivo.
Las acciones de Musk: socavar la credibilidad del gobierno federal, restar importancia a la supervisión legal y desafiar a las autoridades regulatorias. Desmantelar agencias y funciones gubernamentales sin ningún plan para reemplazarlas.

5. Tomar el control de los medios y la información para mantener el poder

El plan de Yarvin: tomar el control del gobierno, el periodismo, la academia y las redes sociales para controlar las narrativas públicas.
Las acciones de Musk: comprar Twitter, despedir a periodistas, impulsar la propaganda y promover narrativas marginales mientras ataca a los medios tradicionales. Liderando la adquisición tecnológica hostil como el "CEO" de Trump.

¿Me perdí algo?

Conclusión: Hay mucho más que decir. Lo que más me sorprende es que la prensa política, en general, no informa al público de que Musk está adoptando un enfoque sistemático, que se ha venido describiendo en foros públicos durante años (algunos medios de prensa, como el Washington Post y Los Angeles Times, son propiedad de multimillonarios muy interesados en arrodillarse ante Musk y Trump).

Estamos presenciando la implementación metódica de una estrategia planificada desde hace tiempo para transformar la democracia estadounidense en una autocracia corporativa. El manual fue escrito a la vista de todos y ahora se está siguiendo paso a paso. Algunos descartan a los Yarvin del mundo como locos desquiciados, pero esa es la cuestión. Estos tipos, con sus ideas extrañas y peligrosas, han llegado muy lejos en 2025. Basta con mirar las noticias.

Yarvin presentó su visión como un escenario ficticio o improbable. Lamentablemente, ahora parece ser nuestra nueva realidad. El fracaso de la prensa en conectar estos puntos no es sólo un descuido periodístico, es una advertencia crítica que no se ha captado sobre el desmantelamiento sistemático de la gobernanza democrática. Para cuando la mayoría de los estadounidenses comprendan lo que está sucediendo, el "reinicio" -la destrucción del gobierno- puede que ya esté completo.