La agenda de los globalistas hoy: guerra, comercio, choque de naciones y caos global

Publié par Contra información sur 21 Février 2025, 17:26pm

¡Oh, qué red tan enmarañada tejemos con nuestras propias manos cuando empezamos a mentir!” ~ Sir Walter Scott 1771-1832 en su famoso poema “Marmion”

Este artículo pretende iluminar las múltiples circunstancias que el pensamiento occidental ha producido antes y después de las dos guerras mundiales, de modo que podamos descubrir lo que ocurrió, por una parte, a través de lo que se ha escrito y producido en el pasado, y por otra parte, a través de lo que sucede hoy y lo que sucederá mañana, dado que los grandes acontecimientos de la historia humana no caen del cielo, y Occidente no evoluciona en el vacío.

Sin embargo, existen preguntas legítimas que han sido planteadas por sabios, pensadores, revolucionarios y rebeldes en Occidente, así como por pueblos y naciones oprimidas ubicadas fuera del “muro central occidental”:

¿Qué ocurrirá cuando el desorden psicológico, los trastornos mentales y la confusión intelectual resultantes de la supresión y el asesinato de la “verdad” se mezclen con tendencias psicopáticas y caprichos políticos, con el objetivo de promover conflictos entre civilizaciones, religiones, razas y grupos, mediante la difusión del “engaño” y el fraude, prácticas de no política, difundiendo tesis “post-…” e imponiendo el “único camino” en la política, el pensamiento, la cultura… y en la visión universal del mundo, llamándolo después pensamiento y estudiándolo en universidades internacionales como cierto, y por tanto “sagrado”?… ¿Qué es esta locura?

¿Qué absurdo experimentaremos pronto cuando esta mezcla sin precedentes en la historia humana se transforme en la búsqueda de una tercera vía? ¿O de varias?

¿Qué nuevos caminos se vislumbran en el horizonte, si no el rugido de los aviones, los proyectiles de artillería, la destrucción de las ciudades, los cuerpos desmembrados y el olor a pólvora? ¡El caos total!

¿Qué verdad buscaremos mientras la verdad esté sepultada por Occidente desde su llamado “renacimiento” y su “humanismo” fabricado en el siglo XV? Sus pseudo revoluciones, su falsa Ilustración y su modernidad destructora, que explota todo lo que hay sobre y debajo de la tierra, y lo que hay en el fondo de los océanos. Y destruye las civilizaciones de Oriente, mata a sus habitantes, distorsiona sus culturas, envenena las mentes de sus élites y esclaviza a sus políticos (como explicó Serge Latouche en su precioso libro “La occidentalización del mundo”).

Nuestros “genios” de élite, “puros” como los ángeles, e “iluminados, humanos y compasivos” como los profetas y los santos, queman el mundo en cada etapa de su transición periódica, para inventar nuevos paradigmas en respuesta a sus nuevas agendas.

La repugnante repetición de los montajes y producciones de los “acontecimientos del “terrorismo islámico” ha quedado al descubierto, y sólo se benefician de ello los políticos occidentales y los regímenes árabes corruptos que normalizan sus relaciones con el sionismo israelí y la masonería occidental.

Los promotores de los proyectos de los “grupos de presión” llamados “estado profundo global” responden a los intereses de la oligarquía que controla tras bastidores el destino de los pueblos, y cuyo precio lo pagan los inocentes del mundo. Sin embargo, su descarada repetición engaña a los ignorantes, pese a que algunos pueblos europeos han empezado a “gestionar” sus mentes y a cuestionar a los beneficiarios, y algunos verdaderos intelectuales de la vieja izquierda, y algunos honestos nacionalistas y soberanistas –pese a los tropiezos de algunos de ellos– en Estados Unidos, Canadá y las capitales europeas, han empezado a señalar con el dedo a los verdaderos culpables.

El “negocio del terrorismo” y los viejos proyectos de guerra occidentales desde el siglo XIX, así como el genocidio (israelí-estadounidense) desde Henry Truman hasta Joe Biden, sin duda sólo sirven a los rabinos extremistas de Tel Aviv, a los sacerdotes del Talmud, a las industrias armamentísticas, a los banqueros, a los mercaderes de la guerra, a los lobbies de las multinacionales. ¡El resto es sólo parloteo, burla y poesía de fin de semana!

“Paz o guerra nuclear”. El “llamamiento a la humanidad” de Albert Schweitzer, ayer y hoy

Al contrario, el asunto es muy serio y da que pensar.

Porque hoy, no se trata sólo de un grito desesperado y ansioso, como el que emitieron los grandes pensadores; y los creadores de las oleadas de “apocalipsis”, o “rebelión”, “absurdo” y “ansiedad” de principios de los años 2000 producidas por el fin de la Segunda Guerra Mundial y que quedaron conmocionados por el fin del “ideal”, cuando vivieron los horrores de las guerras, presenciaron sus horrores y fueron testigos de las absurdas razones de su surgimiento, aquellos de tal talla como: Kafka, Ionesco, Beckett, Sartre, Camus, Foucault, Frantz Fanon , Buzzati, Martin Essling, Colin Wilson Fitzgerald, Faulkner, Hemingway, Colin Wilson, Orwell y otros!

Reitero, para que nos quede claro, que hoy no se trata de una declaración catastrófica de ideas “reaccionarias”, “idealistas” o “religiosas” obsesionadas con el relato de los horrores del “apocalipsis bíblico” o del “fin de los tiempos” para los musulmanes; o del “horror” de la inversión de los tiempos, de las “crisis humanas”, y de los choques y horrores de las guerras, como sucedía en el placer de escribir a principios del siglo pasado, sobre la caída de la civilización, acompañando a la “crisis del hombre en la era moderna”, lo que produjo los conocidos conflictos filosóficos, artísticos y literarios que han dominado el pensamiento occidental desde el siglo XIX, entre la “racionalidad” seca y la “irracionalidad” que rechaza el rigor de los racionalistas.

Se trata más bien de una abstracción de una amarga y tangible realidad universal que la humanidad vive hoy y sufre sus desgracias en un momento en que Occidente pretende ser “racional” hasta la médula y “humanitario” hasta la embriaguez:

¡Esa “razón” ha hecho su trabajo y la historia humana ha llegado a su fin!

¡Que se ha instaurado la democracia y el totalitarismo político ha desaparecido para siempre!

¡Que se haya establecido la seguridad, la paz mundial y la hermandad entre los pueblos!

¡Que el “amor universal”, la prosperidad y la armonía global están garantizadas para todos los pueblos… como dijo sarcásticamente el pensador francés Philippe Sollers –recientemente fallecido– después de las consignas “balzacianas” de Bush padre para justificar la destrucción norteamericana de Irak en 1991!

Luego Sollers añadió a lo lejos:

“¡No, y mil veces no!… porque hemos descubierto que la democracia es una ilusión y un mito, que se han difundido los extremismos de todo tipo, que la brujería se ha convertido en algo común, que los derechos humanos son una mentira, que la paz es una broma pesada y repugnante… y que las guerras están a nuestras puertas, amenazando a la humanidad más que nunca…”

Entonces, ¿qué han “creado” nuestras élites para la humanidad, después del colapso de la Unión Soviética y la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989?

En la nueva fase de la construcción occidental, después de la “Guerra Fría”, en la que se creía que las viejas tesis (kantianas-hegelianas) sobre la fraternidad y la paz internacional volverían a florecer con la victoria de la razón, la Ilustración y la modernidad, Occidente –después del desmantelamiento de la Unión Soviética– comenzó a promover la creencia de que el “fin de la Guerra Fría” representaba el momento histórico en el que se podría controlar el nuevo curso de la historia humana. Y en este proceso; la tesis de Fukuyama sobre el “fin de la historia” fue una expresión de la “fase triunfante” de Occidente –en su forma “progresista” de “El Imperio”.

Entonces, ¿qué nos sugirieron los think tanks de élite de los hacedores de política exterior en la Casa Blanca, cuando publicaron en la revista Foreign Policy tesis para entender el nuevo mundo, inmediatamente después del fin de la Guerra Fría, que son tesis catastróficas, excluyentes de la historia humana, y hostiles a todo lo que contradiga las “creencias de las élites del estado profundo en Occidente”, a saber: El fin de la historia de Francis Fukuyama, El choque de civilizaciones de Samuel Huntington, y la más peligrosa de ellas es la “Teoría del Nuevo Caos Global”, con raíces ideológicas inspiradas en la “Biblia hebrea” que inspiró al profesor Leonard Lewis, el maestro del orientalismo anglosajón, que fue el marco de los grupos “neoconservadores” y “evangélicos extremistas” en los gobiernos de Bush Jr. desde el Partido Republicano, y el creador del desastre de la llamada “Primavera Árabe” que fue implementada literalmente por Barack Hussein Obama desde el Partido Demócrata?

Por todas estas razones y datos: ¿Cuál es el nuevo y feliz mundo que Occidente quiere para la humanidad después de su última invención de su “geopolítica política genocida” en 2025 en Gaza y el sur del Líbano?

Queridos amigos y enemigos, busquen en sus cerebros y en sus referencias; sólo encontrarán catástrofes que tienen la apariencia de nada, distorsión, confusión, error e ilusión. Pero están disfrazadas de “civilización”, “humanidad”, “progreso”, “democracia”, “derechos humanos” y revestidas con elegancia del alto estatus de los “valores occidentales supremos”.

El gran pensador René Guenon lo confirma en su maravilloso libro La crisis del mundo moderno: “Occidente es la mayor anomalía de la historia”.

Moulay Taieb Baiti

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