¿Recuerdas “1984” de George Orwell?
La película basada en el libro del mismo título, se estrenó en Estados Unidos en 1984, aquí disponible en Youtube en su formato original.
Verlo te da una impresión similar a la de escuchar y ver el Foro Económico Mundial (FEM), que se celebró en Davos, Suiza, del 23 al 26 de mayo de 2022.
Mostró un mundo distópico, donde la guerra es paz y la paz es guerra, donde se propagan mentiras las 24 horas del día, los 7 días de la semana, así crees que es la verdad, y cuando finalmente miras la verdad a los ojos, te ríes, porque es tan increíble, que crees que es solo otra mentira.
Estamos viviendo en el año 1984.
Eso es el Foro Económico Mundial. Eso es Davos. Esos son los globalistas.
Ése es el culto oscuro de la élite, la verdad de los eugenistas.
Eso es lo que el Gran Reinicio, la Agenda 2030 de la ONU y la Cuarta Revolución Industrial nos depararían si permitiéramos que ocurriera: ese es el sueño húmedo de Klaus Schwab.
Él y su FEM –y todos los seguidores de la élite– creen que este será su mundo futuro, un mundo distópico, donde nada es lo que parece, con una población drásticamente reducida, y los sobrevivientes siendo transhumanos digitalizados, esclavos de la élite, que no poseen nada pero es feliz.
Esos son los planes, o más bien los eran antes de Davos 2022, con la OMS celebrando su Asamblea Mundial de la Salud anual en paralelo con el FEM –recuerde, no hay coincidencias– debatiendo cómo anular la soberanía de sus 194 países miembros con un “Tratado de Pandemia” que todo lo controle, transfiriendo la OMS de propiedad privada a WHT, para la Tiranía de la Salud Mundial (World Health Tyranny).
Sí, el 80% de la OMS es propiedad de intereses privados, no es realmente una agencia de la ONU, responde a quienes la financian: principalmente las grandes farmacéuticas, Bill Gates y numerosos otros grupos de intereses privados e individuos multimillonarios.
Están fracasando amargamente.
Al menos por ahora. La globalización, su sueño, se está desmoronando. Seguirán intentándolo y tenemos que estar en constante alerta.
Recuerda, la libertad no es gratuita.
Tenemos que luchar por ello.
¡Pero nosotros, el Pueblo, venceremos!
Peter Koenig