Anderson Cooper es el impulsor de la propaganda elitista por excelencia que se hace pasar por periodista, razón por la cual no tuvo nada que decir cuando se le confrontó recientemente con la verdad sobre un programa de hace tiempo de la CIA.
El siguiente videoclip le dice todo lo que necesita saber acerca de Cooper y sus colegas en los principales medios de comunicación corporativos. Si bien pueden apoyar o no a diversos políticos, siempre se puede contar con ellos para trabajar como "socios" de los poderes no elegidos que conforman el Estado administrativo.
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Así que, sí, la Operación Sinsonte es algo real. Fue revelada durante las audiencias celebradas por el senador estadounidense Frank Church hace más de 45 años.
El Comité Church fue un comité selecto del Senado de EE.UU. en 1975 que investigó los abusos de las agencias de tres letras, la CIA, la NSA, el FBI y el IRS. Estas agencias, junto con muchas otras que ni siquiera existían en 1975, desde entonces no han hecho más que crecer en tamaño, alcance y poder sobre nuestras vidas.
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El senador Frank Church, fotografiado en 1975 presidiendo las audiencias del Senado sobre el abuso de poder de las agencias federales.
Incluso el Daily Beast, de tendencia izquierdista, publicó el 12 de julio de 2017 un artículo titulado Cómo la CIA pagó y amenazó a periodistas para que hicieran su trabajo. Gran parte de la información del Daily Beast procedía de Carl Bernstein, otro periodista con cierto prestigio detrás ded su nombre, que informó sobre la Operación Mockingbird en 1977 en un artículo para Rolling Stone.
He aquí un breve extracto del artículo del Daily Beast:
Bernstein reveló el funcionamiento de la Operación SinSonte, en la que muchos periodistas -incluidos ganadores del Premio Pulitzer- se unieron a la nómina de la CIA, escribiendo historias falsas para difundir la propaganda agitada de la agencia y proporcionar información de inteligencia. Otros periodistas fueron amenazados y chantajeados para que cooperaran con Mockingbird, y a muchos se les dio información falsificada o inventada sobre sus acciones con el fin de engendrar su apoyo a la misión de la CIA. El programa nunca ha sidointerrumpido oficialmente.
Esta historia de abusos por parte de las agencias de tres letras debería enseñarse en todos los institutos y universidades estadounidenses, pero no es así. Hay que ir a buscarla.
Seguramente, Anderson Cooper, de la CNN, conoce los informes de Bernstein sobre la Operación Mockingbird.
Pero, si escuchamos a Cooper, nos hace creer que la Operación Ruiseñor es sólo una gran broma.
Todo lo que Cooper tenía que ofrecer a la conversación en el clip de vídeo de arriba fue: "Estás haciendo el ridículo".
Ni siquiera merece la pena comentarlo.
Cooper avergüenza a todos los periodistas legítimos. Por culpa de estafadores como él, odio siquiera llamarme periodista en 2023. Él y los de su calaña han empañado para siempre el significado de la palabra. Deberían dimitir avergonzados por todo el daño que han causado con sus informes falsos y engañosos. Pero nunca lo harán. Están demasiado bien pagados y se han vuelto demasiado adictos al acceso que tienen a los ricos y poderosos. Si alguna vez empezaran a informar de la verdad, dejarían de ser invitados a todos los cócteles elegantes de las élites ricas y políticamente conectadas de Washington, Nueva York, Los Ángeles, París y Londres.