El doctor Charles Morgan, exagente de la CIA y asesor del ejército estadounidense en ciencias neurológicas, habló a los cadetes de West Point en 2018 sobre el estado actual de la tecnología.
Informó a los cadetes sobre experimentos de 2013 en los que se colocaron implantes neuronales a seres humanos que les permitían controlar brazos protésicos con el pensamiento. Experimentos en los que una persona puede controlar las manos de otra con solo llevar un gorro de electroencefalograma. Experimentos en los que se transmite información de una mente a otra. Y experimentos en los que se borran recuerdos.
El doctor Morgan admite que disponen de la tecnología necesaria para actuar sobre una persona concreta y que están trabajando en la capacidad de borrar los recuerdos de cualquier ser humano que elijan. Su mayor reto hace cinco años era poder interactuar con el hipocampo sin utilizar cables físicos. Y es muy probable que éste sea uno de los factores que han motivado el despliegue de las inyecciones experimentales COVID.
Mediante microscopía de campo oscuro, la doctora Ana Maria Mihalcea ha captado con gran detalle lo que la literatura científica describe como tecnologías eficaces que existen en la actualidad. Tecnologías como los Quantum Dots (Puntos Cúanticos).
Los puntos cuánticos son nanotecnologías con capacidad para organizar, operar, comunicar y construir estructuras dentro de la sangre. Lo hacen con una fotoluminiscencia sintonizable que puede programarse para dictar diversas tareas a través de la comunicación óptica. La descripción y las imágenes que aparecen en la literatura científica comparadas con lo que ha capturado la microscopía de campo oscuro de Mihalcea son las mismas. Se pueden ver los Quantum Dots parpadeando en diferentes colores actuando como la inteligencia artificial que dirige el autoensamblaje a su alrededor. Se crean burbujas dentro de la sangre que actúan como lugares de construcción. Dentro de estas burbujas de construcción, los Quantum Dots organizan los diversos materiales en el autoensamblaje.
Estas tecnologías se encuentran tanto en la sangre de los vacunados como en la de los no vacunados. En función de los materiales disponibles, los Quantum Dots provocarán su autoensamblaje. Las vacunas COVID están llenas de metales raros y pesados para fabricar todo tipo de nanotecnología. Pero parece que casi todo el mundo está infectado con algún tipo de nanotecnología. Según varios equipos de investigación, la sangre de todo el mundo parece contener los materiales necesarios para producir los filamentos y el entramado de esta tecnología. Muestras de sangre aparentemente sanas se han transformado por completo aplicando apenas 10 miliamperios de corriente eléctrica durante dos horas. Y parece como si hubiéramos sido infectados por los Chemtrails.
La enfermedad de Morgellons se declaró por primera vez en 2002. Es cuando fibras sintéticas o filamentos crecen en el cuerpo de una persona. Se ha teorizado durante décadas que esto se estaba propagando a través de Chemtrails. Y bajo un microscopio, parecen ser los mismos filamentos que hoy la gente llama coágulos de sangre. Y lo que las revistas científicas llaman hidrogeles autoensamblados. Según Dane Wiggington de Geoengineering watch punto org, se están rociando nanopartículas en todo el mundo.
La buena noticia es que la investigación del doctor Mihalcea ha encontrado un remedio. El hierro de la sangre infectada se ha oxidado a un estado 3+. Y tomando antioxidantes uno es capaz de disolver estos coágulos de filamentos. Ella ha encontrado que la terapia de Quelación EDTA remediará la sangre infectada dentro de 3 días. Y la mega-dosis de Vitamina C también funciona.