Los futbolistas se niegan a llevar la camiseta de la ideología LGTB que aboga por el transexualismo y la indiferencia sexual

Publié par Contra información sur 16 Mai 2023, 16:18pm

El 35º partido de la Ligue 1 entre el Toulouse y el Nantes, reedición de la última final de la Copa de Francia, estuvo marcado por un acontecimiento que nada tenía que ver con el fútbol. El TFC decidió expulsar a los jugadores que se negaron a llevar el flocado arco iris LGBT en sus camisetas con motivo del día internacional contra la homofobia.

La víspera, La Dépêche había revelado que los jugadores Zakaria Aboukhlal, Moussa Diarra y Saïd Hamulic se negaban a llevar el flocado. "Algunos jugadores de la plantilla profesional han expresado su desacuerdo con la asociación de su imagen con los colores del arco iris que representan al movimiento LGBT", declaró el club en un comunicado difundido minutos antes del comienzo del partido.

Aunque respetuoso con las elecciones individuales de sus jugadores, y tras numerosos intercambios, el Toulouse Football Club ha optado por excluir a estos jugadores. El club recordó que en su plantilla profesional están representadas 18 nacionalidades y cinco continentes, y que la apertura al mundo forma parte integrante de su ADN. "Nuestros jugadores son elegidos por sus cualidades humanas, independientemente de sus creencias o convicciones", añadió.

El derecho de los jugadores a la libertad de pensamiento es una cuestión delicada. Aunque el club tomó la decisión de retirar a los jugadores que se negaron a llevar el flocado arco iris, es importante recordar que todo el mundo tiene derecho a expresar sus creencias personales. Mostafa Mohamed, del Nantes, y Donatien Gomis, del Guingamp, también se negaron a llevar la camiseta con los colores LGBT.

Esta polémica recuerda a la del futbolista Idrissa Gana Gueye, que el año pasado se negó a jugar con una camiseta de los colores del arco iris con motivo del Día Internacional contra la Homofobia. El periodista Bastien Lejeune señaló la hipocresía reinante, mientras que al mismo tiempo la Federación Francesa de Fútbol organizaba la Copa del Mundo en Qatar, un país que castiga la homosexualidad con la pena de muerte.

Frente a la histeria que transmiten algunos, Bastien Lejeune recordó lo fundamental: "No es lo mismo ser homófobo que negarse a respaldar o asociarse a una ideología LGBT que promueve el transexualismo, la indiferenciación sexual... Creo que tenemos derecho a discrepar y que este requerimiento es estupefaciente y totalitario".

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