Un colega mío, el Dr. David Jernigan trata con éxito a pacientes lesionados por vacunas en Tennessee. Me llamó después de que publicara los resultados sobre la espectroscopia infrarroja y la conductividad eléctrica de la sangre viva y confirmó todos mis hallazgos. Compartió conmigo, que hace poco tiempo algunos miembros de su familia estaban comiendo carne y se pusieron muy enfermos. El Dr. Jernigan había desarrollado un método para capturar la frecuencia de un coágulo gomoso vacunado de una persona fallecida y ha desarrollado una manera científica para detectar esa frecuencia. Examinó a su familiar enfermo, que dio positivo. Después comprobó la carne que comieron y tenía la misma frecuencia del coágulo de sangre del cadáver. Posteriormente fue a su tienda de comestibles local y comprobó los productos cárnicos, y tanto la carne de vacuno orgánica como la inorgánica tenían la misma frecuencia de emisión. Me dijo que fuera a comprar carne a mi tienda de comestibles y que hiciera análisis de sangre vivas en diferentes productos para confirmar sus hallazgos.
Me he estado preguntando por qué he estado viendo en mi consulta a todas las personas no vacunadas con sangre contaminada. También he visto una cantidad cada vez mayor de personas con diarrea severa persistente que dura meses, pero resulta ser negativa cuando se realizan pruebas de óvulos y parásitos o cultivos de heces para bacterias. Sospechaba de la filtración de las vacunas, la fumigación de chemtrails, los hisopos y Covid de larga duración". Muchos están diciendo que lo que estamos viendo en la sangre son parásitos, pero no lo son. Son formas de vida sintéticas autoensambladas a base de hidrogeles, más parecidas a los microplásticos pero pero diseñadas biológicamente.
Esta mañana fui a una tienda de comestibles local y compré diferentes carnes que tenían algo de sangre visible en el paquete que pude analizar. También tenía curiosidad por los productos lácteos. Aquí están mis resultados:
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Se trata de un producto lácteo:
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Me parece que nuestro suministro de alimentos -en particular los productos animales- está contaminado con estructuras similares a las que encontramos en la sangre humana.
El Dr. Jernigan hizo pruebas de frecuencia en frutas y verduras y no obtuvo una señal positiva. Animo a otros a hacer la misma investigación y replicar mis hallazgos. Esto me explicaría por qué veo estas estructuras de sangre viva en todo el mundo. No importa si los productos son orgánicos o no.
El siguiente paso es encontrar una fuente local y tal vez hacer análisis de sangre viva en vacas o cerdos. Si están contaminados aunque no hayan sido vacunados, entonces puede ser ambiental, posiblemente a través de fumigaciones de geoingeniería. Las implicaciones para la humanidad son profundas.
Le pedí a mi colega el Dr. David Nixon en Australia que replicara mis hallazgos, y le preguntaremos a Matt Taylor en Ecuador y a Shimon Yanowitz en Israel. Tenemos que verificar estos hallazgos en todo el mundo. Seguiré trabajando con el Dr. Jernigan.