Miller's Organic Farm, situada en el remoto pueblo amish de Bird-in-Hand (Pensilvania), lleva casi 30 años funcionando.
La granja suministra todo tipo de productos, desde carne de vacuno alimentado con pasto y queso, hasta leche cruda y huevos ecológicos, pasando por productos lácteos de búfalo de agua alimentado con pasto y todo tipo de productos, todo ello a unos 4.000 miembros de un club privado de alimentación que pagan mucho dinero por alimentos integrales de alta calidad.
Los miembros del club privado de alimentación aprecian su libertad para obtener alimentos de un agricultor independiente que no procesa su carne y sus productos lácteos en las instalaciones del Departamento de Agricultura de EE.UU., que obliga a preparar los alimentos de formas que, según Miller's Organic Farm, los hacen menos nutritivos.
Amos Miller, el propietario de la granja, sostiene que prepara los alimentos como Dios manda, pero el gobierno estadounidense no lo ve así.
Recientemente enviaron agentes federales armados a la granja y exigieron el cese de las operaciones. El gobierno también pretende imponer multas de más de 300.000 dólares, una exigencia tan elevada que dejaría a la granja fuera del negocio.
Se trata de un ataque a la libertad religiosa de los Amish a sólo 150 millas de Washington D.C.
Para ser aún más independiente, la granja de Miller tampoco utiliza gasolina ni fertilizantes, por lo que la guerra entre Ucrania y Rusia no afecta a sus resultados, a diferencia de cualquier otro competidor agrícola del país.
Miller no depende de los grandes actores de la industria ni del gobierno, y proporciona alimentos sanos a su comunidad de la manera que cree que Dios dispuso. El gobierno está tratando de intimidar su operación y cerrarla.
Si crees que los amish deben tener derecho a ejercer sus creencias religiosas y su capacidad de proporcionar alimentos saludables a su comunidad, firma nuestra petición en LeaveThemAlone.com y la entregaré personalmente en el Tribunal Federal del Distrito Este de Pensilvania.