Inyecciones: Google Trends muestra que algo grave está ocurriendo

Publié par Contra información sur 9 Novembre 2021, 15:09pm

Cuando un médico emite un diagnóstico, la primera reacción del paciente suele ser buscar en Internet. Como estamos en una época de inyecciones masivas de productos experimentales, nos preguntamos si el volumen de búsquedas de ciertas palabras en Google reflejaba los efectos secundarios experimentados por los inyectados.

Para realizar este pequeño trabajo, hemos utilizado Google Trends, una herramienta de Google Labs que nos permite conocer, en un periodo determinado, la frecuencia con la que se introduce una palabra en el buscador de Google. En las siguientes tablas, las curvas van de 0 a 100, siendo 100 el número máximo de búsquedas del término (en este caso para Francia), o si se quiere, su "popularidad". Por lo tanto, no visualizaremos aquí un volumen de investigación sino una evolución de la "popularidad" que traducirá los intereses, las preguntas e incluso las preocupaciones de la población.

En la siguiente tabla hemos elegido "trombosis" como término de búsqueda:

La curva es en gran medida inusual. Se reconoce una evolución atípica de la popularidad del término trombosis. Desde noviembre de 2016 hasta febrero-marzo de 2021, la popularidad de la palabra no varía. Desde marzo de 2021 hasta hoy, la curva alcanza un máximo antes de retroceder, sin alcanzar el nivel de los años anteriores. No es posible disociar esta popularidad excepcional del período de vacunación intensiva. [N.B.: la curva de vacunación en Francia sube desde finales de febrero (vacunación completa del 2,4% de la población el 1 de marzo) y hasta finales de agosto (vacunación completa del 60,3% el 1 de septiembre). Desde finales de agosto, forma una meseta ligeramente ascendente (vacunación completa del 68,2% el 2 de noviembre). Por lo tanto, el grueso de las vacunaciones tuvo lugar entre marzo y agosto. Durante este periodo, casi 46 millones de franceses recibieron al menos una dosis].

Las mismas observaciones para el término "pericarditis" (ampliar imagen):

Evolución del interés por el termino "pericarditis" de nov. 2016 a nov. 2021

Lo mismo ocurre con el término "miocarditis":

Evolución del interés por el termino "miocarditis" de nov. 2016 a nov. 2021

O los términos asociados "vacuna cardiaca":

Evolución del interés por el termino "vacuna cardiaca" de nov. 2016 a nov. 2021

También los términos "problema vacuna".

Evolución del interés por el termino "problema vacuna" de nov. 2016 a nov. 2021.

Para los términos "efecto secundario de la vacuna".

Evolución del interés por el termino "efecto secundario de la vacuna" de nov. 2016 a nov. 2021.

O incluso las palabras "informar de los efectos secundarios de las vacunas", términos que ya no expresan una simple preocupación o ansiedad por los efectos secundarios inesperados, sino la voluntad de "hacer algo".

Evolución del interés por el termino "informar de los efectos secundarios dude las vacunas" de nov. 2016 a nov. 2021.

Vemos muy claramente que el interés por ciertos términos relacionados con los efectos secundarios de las "vacunas" no precede a las inyecciones, sino que las siguen. La gente empieza a hacer preguntas después de haber sido inyectada, especialmente a partir de principios de marzo de 2021, cuando empiezan las inyecciones masivas. Por tanto, la población en su conjunto ha confiado en el discurso político, mediático y pseudocientífico y se ha sumado a los vacunódromos con los ojos cerrados. Esto significa que estas búsquedas posteriores a la vacunación reflejan la preocupación por los efectos adversos reales que las personas experimentan en sí mismas o en sus seres queridos después de ser inyectadas. Es obvio que sin los graves efectos secundarios de las "vacunas", la curva de interés de los términos "trombosis", "miocarditis" o "pericarditis" probablemente se habría mantenido tan plana como en 2016-2017-2018-2019 y 2020. Y lo que es más grave, la repentina popularidad de los términos en cuestión, que son bastante técnicos y poco difundidos, demuestra que probablemente un dictamen médico o un diagnóstico ya ha sido emitido por un profesional de la salud. ¿Se preocuparon estos últimos de alimentar los datos de farmacovigilancia? Por último, la aparición, durante el mismo periodo, de una voluntad de informar sobre los efectos secundarios de las vacunas confirma que en la mente de las personas estos efectos se deben efectivamente a las inyecciones y no a una causa aleatoria.

Las curvas que presentamos son indicios (aproximados) de que algo grave está ocurriendo. Valen lo que valen, pero nos parece que reflejan una tragedia que probablemente no ha hecho más que empezar.

Antonin Campana

Autochtonisme