Esta imagen no la encontrarás casi en ningún medio. Esta imagen no encaja en la apisonadora global del arrepentimiento obligatorio de los Blancos, porque son blancos, contra los Negros, porque son negros. Esta mujer está de pie. Está sola, pero está de pie cuando todas las demás están de rodillas. Sólo hace falta un ser humano que se atreva a comportarse como tal para que haya esperanza. Recuerde estas palabras de Victor Hugo: Si sólo queda uno...
Una información más que discreta fue revelada por la prensa deportiva rusa. Mientras que los futbolistas de los Estados Unidos tienen que arrodillarse, ahora para honrar la memoria de Floyd, que no era un niño del coro, a finales de junio, durante el partido femenino entre el club North Carolina Courage y el Thorns de Portland, la jugadora del primer club, Samantha Murphy, permaneció de pie cuando ambos equipos se arrodillaron. El momento fue simbólico, ya que fue el primer partido profesional después de la interrupción del coronavirus.
Porque "los verdaderos héroes se ponen de pie, no de rodillas".

Este arrodillamiento fue incluso acompañado de una declaración conjunta de culpabilidad colectiva:
“We took a knee today to protest racial injustice, police brutality, and systemic racism against Black people and people of color in America. We love our country and we have taken this opportunity to hold it to a higher standard. It is our duty to demand that the liberties and freedoms this nation was founded upon are extended to everyone,” the statement read, according to the Deseret News.
Hace ya algunos años que los deportistas americanos se arrodillan contra la violencia policial y luego contra Trump. La onda de Floyd radicalizó el movimiento. Como si el amor a la patria fuera sólo una renuncia, un arrepentimiento, una responsabilidad colectiva puesta en escena. Estamos esperando las procesiones de flagelación colectiva.
Los principales medios de comunicación guardaron silencio. Fox News simplemente y discretamente informó que Samantha Murphy recibió un premio especial por este acto de los medios sociales. Sin más preámbulos. Afortunadamente, el club no le impuso ninguna sanción, según la prensa.
En el mundo globalizado de hoy, toda resistencia es individual. Porque ya no hay una fuerza política capaz de organizar y sistematizar movimientos de resistencia a la ideología mortal imperante. Estos actos son tanto más fuertes como simbólicos.
Como Victor Hugo escribía en su poema Ultima Verba.
Aún así, seríamos como la hoja muerta,
Cuando, para complacer a César, todos seríamos devueltos;
Cuando el proscrito debería estar huyendo de puerta en puerta,
A los hombres desgarrados como un harapo a los clavos
Ante las traiciones y las cabezas inclinadas,
Me cruzaré de brazos, indignado pero sereno.
Lealtad oscura a las cosas caídas,
¡Sea mi fuerza y mi alegría y mi pilar de bronce!
Si sólo quedan mil de nosotros también estaría
Si solo quedan cien allí estaré también
Y si solo quedan diez, seré el décimo
Si solo quede uno, ese uno, !seré yo!