Poco a poco la gente comienza a darse cuenta que bajo la denominación de laicismo, conspira la religión del diablo, a saber la masonería. La pobre señora fue transportada al hospital más próximo para evaluar su salud mental.
Cuando el Congreso se disponía a votar a favor el compromiso presupuestario, una taquígrafa, Dianne Reidy que oficia en la Cámara de los Representantes ha tomado la palabra: “No es el trabajo del Señor”,
“Nuestra nación no está guiada por Dios, nunca lo ha estado, sino, nuestra constitución no hubiera sido escrita por masones, van contra la voluntad de Dios. Nadie puede servir a dos maestros!”
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