Cuando la “Cuestión de Oriente » se desarrolló en Europa en los países occidentales, la cuestión era como unirse contra el peligro representado por el Califato Otomano y sus conquistas de islamización.
El mundo occidental o el sistema Dajjal mediante sus élites oligárquicas se han emparado del mundo islámico y han tomado por las fuerzas de las armas - mediante las élites instaladas y formadas y formateadas para servir y donar- las riquezas de sus tierras desde hace más de dos siglos y este colonialismo continua bajo diferentes entidades, OTAN, ONU, FMI, OCDE, OMC…El poder de estas organizaciones se ejerce sobre una dimensión planetaria, mientras que el poder de los estados está limitado a una dimensión nacional.
El Jalifato se ha convertido en un tema tabú, manipulado por las oligarquías locales instauradas y conectadas con el sistema Dajjal.
Los estados naciones se crearon con del debilitamiento del imperio Otomano. El 29 de octubre de 1923, se proclamó la República turca, eligiendo al francmasón Kamal Ataturk como presidente, después de haber abolido el sultanato y suprimiendo el jalifato el 3 de marzo de 1924, desde entonces el mundo musulmán no ha encontrado dirección espiritual.
En el Mundo Musulmán se instalaron élites locales que obran mediante sociedades secretas a saber: la masonería y otras sociedades secretas que han jurado fidelidad a sus logias.
Después de la primera Guerra Mundial, las élites oligárquicas buscaron una remodelación del Orden del Mundo encauzándola para el servilismo. El presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson(14) proclamó el derecho a “la autodeterminación”, provocando así la formación de los estados naciones a través del Medio Oriente dominado antes de la guerra por el imperio Otomano. Por consiguiente, la proclamación del derecho a “la autodeterminación” para todos los pueblos se ha convertido en realidad, un medio de construir estructuras de poder bajo la forma de Estados-naciones, que las naciones occidentales no sólo han contribuido a construir, sino sobre las cuales han ejercido su hegemonía. Con el fin de controlar a los pueblos, había que construir instituciones de control. Países como Irak, Arabia Saudita, Jordania, Líbano, Siria, Kuwait, etc., no existían antes de la Primera Guerra Mundial.
Los grandes principios universalistas raramente emanan de consideraciones altruistas, responden a imperativos materiales. El principio de la libertad de navegación ha sido enarbolado por Inglaterra en el los siglos XVII y XVIII para asegurar su supremacía marítima y expandir su hegemonía comercial al conjunto del planeta. Al igual que el slogan de libre-intercambio decretado por los países occidentales en el siglo XIX y XX para forzar a China a abrir su mercado a las mercancías occidentales bajo el nombre de “políticas de las puertas abiertas”. De igual manera será “el principio de la libertad de información” tenazmente defendido por los Estados Unidos, después de la segunda guerra mundial para asentar su supremacía ideológica a nivel mundial en el campo político, militar, económico y cultural. El de la tecnología e información son campos reservados para las potencias.
No es difícil de reconocer, bajo una forma a penas reformada, el discurso clásico del colonialismo, justificando su ocupación mediante la necesidad de instaurar una tutela sobre las poblaciones infantiles, por un mero reemplazo del concepto “misión civilizadora” por la de “democratización”, absorbiendo la retórica racista de Bernard Lewis sobre la incapacidad ontológica de las sociedades árabes a asumir su propio destino.
Las élites han querido siempre controlar a las poblaciones y los individuos para ejecutar su agenda. Les importa un comino que el sistema político sea fascista, comunista, democrático o socialista. Las élites buscan el control en cada sistema de gobierno, creando líderes, dictadores y después los destruyen cuando ya no les sirven. El objetivo siempre es el mismo dar poder a las élites oligárquicas, destruir la autoridad establecida y dividir a la sociedad financiando a todas las partes.
Invadir y amenazar a los reticentes al Nuevo Orden Mundial
En junio de 2006, una revista militar, Armed Forces Journal (AFJ)(15), presenta dos mapas de Oriente Medio(16).
Un primer mapa y un segundo mapa recompuesto según criterios técnicos y religiosos. El autor de estos mapas es un Teniente-coronel retirado: Ralph Peters, autor de numerosas obras de geopolítica. Estos mapas han sido meticulosamente preparados, por el Think Thanks e instancias militares que quieren controlar lo que les queda por controlar.
La destrucción de las fronteras y la sumisión de los países islámicos al Nuevo Orden Mundial no son los únicos proyectos desarrollados por Ralph Peters. También insta a la creación de un “Estado sagrado islámico”, formado por los lugares santos del Islam: la Meca y Medina.
Ralph Peters escribió un artículo “Fronteras de sangre, ¿qué hacer para mejorar el Medio Oriente?”: “La causa principal del largo estancamiento del mundo musulmán reside en su tratamiento reservado a la Meca y Medina considerados como feudo por la familia real saudita. Los lugares santos del Islam sometidos al control de la policía del Estado de uno de los más fieles y opresivos regímenes del mundo han permitido a los Sauds proyectar su creencia wahabita a la vez intolerante y disciplinada más allá de sus fronteras(…) imaginad como el mundo musulmán se sentirá mejor, si la Meca y Medina estuvieran dirigidas por un Consejo representativo de rotación, surgido de las principales escuelas y movimientos del Islam en el Mundo en el seno de un Estado Sagrado islámico- una especie de súper Vaticano musulmán-donde el porvenir de la fe sería debatido en lugar de ser arbitrariamente fijado”. Muy conmovedor. Según Ralph, reformar el Islam con el fin de adaptarlo a los principios occidentales y modificar las mentes musulmanas para que acepten plenamente la nueva religión mundial en gestación. Algunos hablan de un Vaticano musulmán(17).
Los planes de Ralph Peters son en perfecta sintonía con las “discusiones de Kronberg” (Kronberger Gespräche) guiado desde 1995 por el más influyente de los thinks tanks europeos: la Fundación Bertelsman (18). Para sus promotores, se trata de favorecer la emergencia de un inmenso bloque euro-atlántico prolongado hasta el Estado de Israel: a los que ellos llaman: “tres pilares del judaísmo”, y al que los musulmanes deberán plegarse.
Todo pasa como si los adeptos de esta política tienen como programa el mejor de los mundos(19).
Los adeptos de la agenda del Nuevo Orden piensan que a los países islámicos les hace falta un “empujón”, a saber: guerras, asesinatos, terrorismo, derrocamientos,….para que se integren completamente el sistema mundial.
Las guerras se desencadenaran en el Medio Oriente, en la península coreana, en Indonesia, en Pakistán, Libia, Somalia, Afganistán, Costa de Marfil, Arabia Saudita, Timor Oriental….
La integridad de esta reflexión estratégica del Pentágono la describe Thomas P.M. Barnett en un libro(20). El autor es un profesor de l’US Naval War College.
Según el pensamiento de las élites mundialistas, hay dos tipos de países en el mundo actualmente: 1) Las naciones que funcionan en el nuevo sistema mundial, o las que van con determinación hacia esta dirección que son el “núcleo funcional”. 2) Las naciones que no funcionan actualmente en el sistema mundial y que no se prevé que lo hagan en un futuro previsible, a menos que no sean forzadas por las tropas europeas o americanas, o mediante la amenaza de la invasión. Estas naciones se llaman “Los que no quieren la integración”
La estrategia seguida por los países colonizadores es someter a esos países siguiendo la estrategia conocida con el nombre de “nueva carta del Pentágono”.
Los disturbios del “poder popular” se abaten en los países musulmanes de Oriente y Occidente (Machrik y Magrib) obligando a los hombres fuertes de todos los horizontes a la dimisión (Mubarak, Ben Ali) o anunciar grandes “reformas”(Marruecos). La rapidez con la cual los gobiernos de Túnez, de Egipto han sido barridos del poder demuestra a qué punto la infiltración en las esferas de poder y de la sociedad civil es real. Libia por ahora se resiste, y los que no hacen nada, llorarán mañana por no haberlo evitado. Todo llegará.
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En un mapa del « club de Roma », -una de las entidades que sirven de pantalla al gobierno invisible-, percibimos que el mundo entero ha sido redibujado en 10 gobiernos regionales, o en 10 super-naciones. Si nos concentramos sobre la “nación regional nº 7”, veremos que se extiende desde Marruecos hasta la frontera de la India y Rusia.
Utilizando, disturbios planificados, guerras, asesinatos, dimisiones, la élite mundialista invisible obliga a los dirigentes fuertes que resisten a desalojar el poder para fundirlos en un gobierno regional número 7.
Los países que no se resisten y quiere formar parte del gobierno regional, sus responsables perderán completamente la soberanía nacional. No podrán decidir de lo que es bueno o malo de las necesidades de su país y de sus objetivos estratégicos ni a corto ni a largo plazo.
Los reyes, dictadores militares intentaran desesperadamente parar el movimiento que empuja al derrocamiento, anunciando reformas y democracia.
Hay que saber que los acontecimientos están totalmente escenificado y concebido para remplazar los gobiernos/monarcas/dictadores militares por “democracias” engañosas y manipulables.
Si se interpreta el desarrollo de los acontecimientos en los países islámicos como una lucha entre los pro-occidentales y los anti-occidentales, no se podrá comprender nada en esta puesta en escena. Los dirigentes pro-occidentales del Túnez y de Egipto han sido derrocados; al igual que el gobierno anti-occidental de Libia, aunque resiste a duras penas.
Los gobiernos pro-occidentales de Arabia Saudita, Kuwait, Omán, Qatar, están destinados a sentir la presión muy pronto. Al igual, los gobiernos antioccidentales de Yemen y del Norte del Sudán soportan la misma presión.
La cuestión es simplemente saber si el líder que reina en un país está dispuesto a abandonar su soberanía nacional al gobierno regional número 7 (África del Norte y Medio Oriente). Si está dispuesto a renunciar a sus prerrogativas nacionales no será a corto plazo derrocado. Tanto si está a favor o no, tendrá a medio plazo que desaparecer.
La élite invisible a través de sus herramientas gobiernos y demás entidades está tomando posesión estratégica y real de la tierra y la han dividido en 1- América del Norte, 2- Europa del Oeste, 3-Japón, 4- Australia, África del Sur y el resto de las economías del mercado desarrollado, 5- Europa del Este, incluyendo a Rusia, 6- América Latina, 7- África del Norte y Medio Oriente, 8-África Tropical, 9- Asia del Sur y Sur-este, 10-China.
Referencias
(14) En 1919, en la conferencia por la Paz en Versalles, el presidente americano fue aconsejado por el coronel Mandell House y Bernard Barouch , los dos eran miembros de la Tabla Redonda de los Estados Unidos.
(15) Esta revista no es más que una parte de un verdadero imperio de la prensa militar americana. La casa madre de AFJ, Army Times Publishing Company es una filial de la muy poderosa sociedad Gannett, que publica en Estados Unidos más de 90 periódicos (USA Today y USA Weekend) y controla 22 estaciones de televisión.
(16)http://www.globalresearch.ca/articlePictures/ralph_peters_solution_to_mideast_medium.jpg.
(17) Pierre Hillard, La marche irrésistible du nouvel ordre mondial, François-Xavier de Guibert, Paris, 2007, page 73.
(18) Pierre Hiillard : La Fondation Bertelsmann et la « Gouvernance Mondial », Éditions François-Xavier de Guibert, 2009.
(19) Aldous Huxley, Le meilleur des mondes, Plon, 2004.
(20) Thomas P. M. Barnett: The Pentagon’s New Map. Putnam Publishing Group. 2004.