Overblog
Editer l'article Suivre ce blog Administration + Créer mon blog

Le blog de Contra información


Descubra “Tóxicos: los nuevos envenenadores”

Publié par Contra información sur 1 Novembre 2024, 21:15pm

Descubra “Tóxicos: los nuevos envenenadores”

¿Alguna vez has sentido esa ligera ansiedad al contemplar nuestro mundo moderno, preguntándote qué hay detrás de las fachadas de nuestra sociedad aparentemente brillante? Mi último libro te sumerge en el corazón de las inquietantes verdades que tejen nuestra vida diaria.

En esta fascinante obra, trazo un camino modesto, fundamentado y factual que te guía a través de la oscuridad de nuestro tiempo, revelando el envenenamiento insidioso que amenaza a nuestro planeta. En los albores del siglo XXI, nos enfrentamos a una degradación planificada de nuestro medio ambiente, orquestada por fuerzas oscuras que se alimentan de la codicia y la impunidad. Al exponernos a los peligros invisibles de la contaminación del aire, el agua y la tierra, "Tóxico - Los Nuevos Envenenadores" te invita a abrir tus ojos a verdades que a menudo son ignoradas.

Pero este libro va más allá de la simple denuncia. Explora cómo las tecnologías modernas, desde el 5G hasta las armas de energía dirigida, se están utilizando para manipular y esclavizar las mentes humanas. Lejos de ser una ficción distópica, este libro retrata una realidad aterradora: la de que las multinacionales agroalimentarias y farmacéuticas, en colusión con el complejo militar-industrial, transforman nuestra existencia en un laberinto de morbosos beneficios.

Cada página es una invitación a la reflexión, un grito de alarma ante la locura desmedida de las élites autoproclamadas. Es un llamamiento a la resistencia contra un sistema donde la tecnología digital y la inteligencia artificial se utilizan para el control total de la población. Si alguna vez se ha sentido abrumado por los acontecimientos o desorientado por los desafíos de nuestro tiempo, este libro le proporcionará las claves para comprender y actuar. Es mucho más que un libro; es una guía simplificada hacia la toma de conciencia y el compromiso. Al leerlo, te unirás a la lucha por un mundo donde la verdad y la justicia triunfen sobre la manipulación.

No dejes que la ignorancia te envuelva. Sumérgete en este cautivador y alarmante universo, y descubre cómo puedes contribuir a preservar nuestra dignidad humana y nuestros valores fundamentales.

Consigue tu copia de "Toxique - Les nouveaux Empoisonneurs" hoy y ¡conviértete en un actor del cambio necesario!

Aquí está el enlace para hacer regalos interesantes en Navidad:

https://www.thebookedition.com/fr/toxiques-les-nouveaux-empoisonneurs-p-411384.html

Mientras tanto, aquí hay un extracto para que se ponga un poco...

¡Buena lectura a todos!

***

ENVENENAMIENTO DEL ALMA

El vicio de los vicios

En el gran teatro de las pasiones humanas, donde se desarrollan los dramas y las comedias de nuestra época, hay fuerzas oscuras que, como sombras siniestras, se deslizan e infiltran en el tejido mismo de nuestra existencia colectiva. Estas fuerzas, vestidas con los diversos abrigos del wokismo, el activismo LGBT, el transhumanismo, el satanismo, la masonería y otras tendencias, no son simples peculiaridades o aberraciones sociales. Encarnan el envenenamiento insidioso del alma humana, ese vicio supremo que, socavando los fundamentos mismos de nuestra ética y de nuestra razón, nos conduce inexorablemente a una degradación moral y espiritual.

El wokismo, por su pretendida búsqueda de justicia social, parece tener la llave de la virtud al tiempo que impone una ortopraxis rígida y a menudo tiránica. Detrás de su máscara de igualdad e inclusión se esconde a veces una voluntad de erradicación de los valores tradicionales y un rechazo implacable de toda forma de disentimiento.

Por otro lado, el activismo LGBT, a pesar de sus legítimas reivindicaciones en materia de derechos humanos, puede a veces deslizarse hacia una retórica militante que fragmenta aún más la cohesión social, y a menudo, ocultando los conflictos latentes bajo capas de relativismo moral.

El transhumanismo, con su sueño de una transformación radical de la condición humana por medio de la tecnología, promete una utopía de inmortalidad y perfección, amenazando con deshumanizar la esencia misma de nuestra naturaleza convirtiéndonos en simples productos de una experimentación tecnológica.

El satanismo, al mostrarse como una rebelión contra los valores establecidos, busca manipular a los espíritus exacerbando las tinieblas interiores, mientras que la masonería, con sus misterios y ritos antiguos, se desarrolla en un universo donde los principios de transparencia y moralidad a menudo se pierden en los laberintos de la oscuridad.

Por último, la sinagoga rebelde, con su abierta desconfianza hacia las tradiciones y sus intentos de reinterpretación de las doctrinas establecidas, contribuye a un clima de confusión y discordancia, a menudo en detrimento de la estabilidad y la cohesión social.

Estos movimientos e ideologías, lejos de ser simples epifenómenos, son los vectores de una crisis más profunda, la del alma humana misma. Cada uno, a su manera, busca remodelar o subvertir los principios fundamentales sobre los que descansa la dignidad humana, en un torbellino de reformas y revoluciones que apenas parecen perceptibles a simple vista, pero que, en realidad, envenenan poco a poco la sustancia de nuestra existencia.

Así, nos encontramos en una encrucijada, enfrentados a este vicio de los vicios, esta corrupción que amenaza con minar los valores intemporales y reducir a nada la integridad espiritual de la humanidad. Es más importante que nunca desvelar estos fenómenos y reflexionar profundamente sobre la manera de preservar la pureza y la grandeza de nuestra alma colectiva frente a estas amenazas insidiosas.

 

  1. El Progresismo

En los albores del siglo XXI, el progresismo, a menudo celebrado como un faro de luz e innovación social, se enfrenta a una serie de críticas acerbas que cuestionan sus profundas y a veces desastrosas repercusiones sobre la sociedad. Impulsado por el entusiasmo de reformas audaces y aspiraciones igualitarias, este movimiento está en realidad provocando trastornos cuyos efectos no son uniformemente positivos. Desde la fragmentación social hasta la creciente polarización, pasando por los conflictos culturales y la censura de las opiniones divergentes, el progresismo moderno parece, con sus excesos y contradicciones, alimentar una serie de crisis y tensiones que socavan los cimientos mismos de la cohesión social. En este análisis, exploraremos cómo las buenas intenciones del progresismo pueden a veces volverse contra los valores que pretende defender, creando así una tormenta de preocupaciones y desacuerdos.

El progresismo, como cualquier movimiento ideológico, puede tener diversos impactos en la sociedad y algunos críticos creen que puede causar problemas. Algunos de los argumentos que se suelen aducir son:

A.División social: Algunos dicen que el progresismo puede exacerbar las divisiones sociales al enfatizar las identidades y diferencias en lugar de los puntos comunes. Por ejemplo, al insistir en cuestiones como el género o la etnia, podría crear tensiones entre los diferentes grupos. El progresismo, en su apogeo en nuestro siglo, parece dedicarse a una búsqueda incesante de reconocimiento de las identidades, a menudo en detrimento de la armonía social. Al insistir en cuestiones como el género, la etnia y otros marcadores de identidad, dibuja un cuadro de disonancia social, donde los grupos se miran cada vez más con desconfianza en lugar de solidaridad. Este fenómeno de fragmentación, lejos de promover una verdadera igualdad, parece más bien exacerbar las divisiones existentes, creando un mosaico de comunidades que, paradójicamente, se alejan de los principios de unidad y cohesión. La sociedad, en lugar de elevarse juntos, se encuentra cada vez más dividida por líneas de fractura que no dejan de profundizarse.

B.      Cambio Rápido: Los críticos del progresismo afirman que un cambio rápido o radical puede ser perturbador para la sociedad, Especialmente si las reformas no están bien planificadas o si se descuidan las tradiciones y estructuras establecidas que han funcionado durante mucho tiempo. El progresismo moderno se distingue por una intransigencia de cambio que, bajo la apariencia de una buena intención, puede resultar ser una tormenta incontrolable. Las reformas rápidas, a menudo aplicadas sin una reflexión profunda, trastornan las estructuras sociales establecidas y crean un clima de incertidumbre y desorden. Las tradiciones, que antes se consideraban pilares de estabilidad, están siendo barridas por una ola de modernidad que, lejos de apoyarse en fundamentos sólidos, parece precipitar a la sociedad hacia una transformación caótica. Este cambio frenético, que podría percibirse como progresista y audaz, a veces resulta ser un movimiento destructivo, poniendo en peligro los equilibrios precarios que mantenían la sociedad en equilibrio.

C.      Conflictos culturales: Las reformas progresistas pueden entrar en conflicto con los valores culturales o religiosos tradicionales, lo que puede generar resentimientos y tensiones. Mientras el progresismo se esfuerza por promover reformas radicales, parece ignorar las tensiones culturales y religiosas que de ellas se derivan. La colisión entre los valores progresistas y las tradiciones ancestrales genera un enfrentamiento inevitable, donde las creencias profundas y las prácticas culturales se perciben como obstáculos que hay que superar. Este choque de valores no se traduce simplemente en debates intelectuales, sino que genera una verdadera fractura, donde las comunidades tradicionales se sienten amenazadas en su esencia misma. El progreso, en su forma más radical, corre el riesgo de transformarse en una guerra cultural, donde los logros modernos se imponen a costa de la riqueza cultural y espiritual de las sociedades antiguas.

D.      Polarizaciones: Algunos sostienen que el progresismo puede contribuir a una mayor polarización, donde las opiniones se polarizan cada vez más y los compromisos se vuelven más difíciles de alcanzar. Al cultivar una visión del mundo binaria y dicotómica, puede alimentar una mayor polarización en el debate público. Al presentar historias de victimarios y jerarquías de opresión, tiende a polarizar las opiniones, creando una brecha entre los progresistas y los conservadores. Este clima de polarización no favorece el diálogo ni la comprensión mutua; más bien, genera una escalada de la intolerancia en la que las posiciones se radicalizan y el compromiso se convierte en un recurso escaso. La sociedad, en lugar de encontrar terreno común, se encuentra atrapada en un enfrentamiento permanente, donde los conflictos son exacerbados por una retórica de guerra ideológica.

E.      Exclusión de opiniones divergentes: En algunas situaciones, el progresismo puede ser percibido como excluyendo voces u opiniones que no se ajustan a las normas progresistas, lo cual puede perjudicar la diversidad de puntos de vista y el debate público. El progresismo, al buscar establecer normas rígidas de aceptabilidad, puede a veces caer en una forma insidiosa de censura, excluyendo las voces disidentes en nombre de la «justicia social». Esta tendencia a acallar las opiniones divergentes con el pretexto de proteger a las minorías puede llevar paradójicamente a una uniformización del pensamiento y a una reducción de la libertad de expresión. Los debates, en lugar de enriquecerse con perspectivas variadas, se reducen a un conformismo intelectual donde la disidencia es vista como una amenaza. Este clima, lejos de promover un verdadero intercambio de ideas, engendra una sociedad en la que las ideas contrarias son eliminadas, debilitando así la vitalidad democrática y la riqueza del debate público. En definitiva, el progresismo, en su impulso de transformación radical, revela una faceta inquietante de la sociedad contemporánea. Este movimiento, que se pretendía ser un vector de armonía e igualdad, a veces resulta ser un agente de división y desorden. Al acentuar las identidades, imponer cambios rápidos, exacerbar los conflictos culturales y restringir la libertad de expresión, genera efectos paradójicos que debilitan los fundamentos sociales que busca reformar. Si bien el progreso es una noble búsqueda, parece que en su forma actual puede conducir a la desestabilización y la polarización, lo que podría socavar las aspiraciones de justicia y equidad. Así, el progreso, perdiendo de vista el equilibrio y los matices, se convierte en un temible desafío para la cohesión social del comienzo de este siglo.

¡El ejemplo del feminismo! ¿Quién crees que financió al Feminismo? El director americano Aaron Russo fue amigo de Nicholas Rockefeller, en una entrevista visible en YouTube declaró que su amigo le había confiado: "Somos los Rockefeller que hemos financiado la emancipación de la mujer. Fue la fundación Rockefeller quien habló de ello en los periódicos y en la televisión. Hay dos razones principales: - Antes no podíamos gravar a la mitad de la población; - Ahora podemos escolarizar a los niños antes, influir en su forma de pensar, lo que destrozará a sus familias. Los niños verán al estado, a la escuela y a los responsables como su familia, no sus padres." ¡Piénsalo! ¡El progresismo es altamente tóxico!

***

Para profundizar en este universo y descubrir el resto de mis obras, visite TheBookEdition.com, donde podrá comprar mis libros y continuar con este viaje espiritual:

https://www.thebookedition.com/fr/34715_philippe-broquere

A la espera de contar contigo entre mi comunidad de lectores, no dudes en dejar un comentario después de leer para compartir tus impresiones e intercambiar opiniones.

Phil BROQ.

jevousauraisprevenu

Pour être informé des derniers articles, inscrivez vous :
Commenter cet article

Archives

Nous sommes sociaux !

Articles récents