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Lecciones que aprendí al vivir en Rusia.
Son muchos los que afirman afirmaciones que a Rusia le ha ido mejor que a la mayoría de los países grandes durante esta mortífera era de falsas pandemias y vacunas experimentales obligatorias. Así que viajé a Rusia en diciembre pasado para comprobarlo por mí mismo. Lo que aprendí fue que esto es cierto, pero no hay que atribuírselo al gobierno. Aunque algunos elementos de la Federación Rusa protegen y preservan al pueblo ruso y su cultura, la evidencia muestra que estaban administrando las mismas inyecciones mortales que hemos visto en Occidente.
El número de muertes en Rusia durante el despliegue de sus vacunas superó los 2,4 millones de personas, lo que lo convierte en el peor año de muertes desde 1945 . Los datos muestran una correlación entre la vacunación y el aumento de la morbilidad y la mortalidad. Y el jefe del Ministerio de Salud ruso instó a las mujeres embarazadas a vacunarse, afirmando que contribuirá a un embarazo más cómodo y seguro.
No es el gobierno el que está salvando al pueblo ruso, es el propio pueblo. Lo que más me ha llamado la atención del pueblo ruso es que está mucho más unido que el pueblo estadounidense. Y todas las personas con las que he hablado aquí me han dicho que durante los mandatos de uso de mascarillas y el impulso de las vacunas, la mayoría de la gente los ignoró de forma unida. La policía usaba máscaras debajo de la barbilla y no las imponía a la gente. Y los empleadores falsificaban documentos para demostrar la vacunación cuando no la había. No se dejaron engañar y se apoyaron mutuamente.
Muchos me han dicho que esta unidad es el resultado de generaciones de dificultades que han arraigado la importancia de la comunidad en la psique de todos los rusos. Y estoy seguro de que esto tiene mucho que ver, pero hay otro factor importante que ha contribuido a su unidad y que cualquiera puede adoptar: el arrepentimiento.
El cristianismo ortodoxo era s la religión oficial de Rusia. Se ilegalizó durante la Unión Soviética y, cuando cayó el comunismo, la ortodoxia resurgió de manera masiva. En los primeros años, más de veinte millones de rusos fueron bautizados. Y muchas de estas personas creen que la nación debe arrepentirse por permitir que los bolcheviques ejecutaran brutalmente a la familia Romanov durante la revolución. Millones de rusos creen que el arrepentimiento es lo único que salvará a Rusia. He oído a muchos cristianos estadounidenses decir que Estados Unidos también debe arrepentirse, pero antes de venir a Rusia no entendía qué era el arrepentimiento.
Según San Juan Crisóstomo, el propósito del arrepentimiento es la curación y la transformación. Hay cinco caminos y son tan simples que cualquier persona puede practicarlos sin someterse ni conformarse a ningún dogma o creencia.
El primer camino del arrepentimiento es la contrición o la condenación de los propios pecados. Para mejorar en cualquier cosa, debes ser consciente de tus debilidades. Si quieres ser mejor carpintero, tienes que ser consciente de lo que te hace ser un mal carpintero para poder cambiar esas cosas. Lo mismo ocurre con todo. Por eso, si quieres convertirte en una buena persona, debes ser consciente de tus propios defectos.
El segundo camino del arrepentimiento es el perdón. Es pasar por alto el pecado de otra persona. Esto no quiere decir que no deban respetarse las leyes y la justicia, sino que cuando te centras en los defectos de los demás, pierdes tiempo que deberías dedicar a los tuyos. No tenemos derecho ni poder para obligar a los demás, pero sí tenemos el poder y la responsabilidad de cambiar nosotros mismos.
El tercer camino del arrepentimiento es la oración. Específicamente, una oración apasionada, enfocada y que proviene del corazón. Tomarse el tiempo para alejar nuestros pensamientos de la preocupación, el deseo y lo mundano, y cultivar la frecuencia del amor y la gratitud. El poder de la oración ha sido medido científicamente. Y la oración en grupo constante ha reducido la delincuencia en las zonas donde se practicaba.
El cuarto camino del arrepentimiento son las buenas acciones hacia los demás. El mundo está lleno de oportunidades para mostrar compasión y generosidad hacia los necesitados.
Y el quinto camino del arrepentimiento es la humildad. Ser más humildes en nuestros pensamientos, palabras y acciones.
Según estas enseñanzas, uno simplemente debe elegir al menos uno de estos caminos todos los días. Se trata de asumir la responsabilidad, que es la raíz de toda sociedad sana. Y el resultado es bastante claro: cuanta más gente practique estos cinco sencillos caminos, más sanará y se transformará su sociedad.
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