Empecemos con una historia...
La vida humana es una historia. Y, sin embargo, no es una sola historia. Es un libro abierto lleno de historias ricas, sorprendentes, poderosas y, a veces, peligrosas. La humanidad está viviendo literalmente sus propias 1001 noches a lo largo de milenios. Y al igual que ese libro de narración magistral, ha habido historias increíbles que llenaron las mentes y los corazones de muchos millones de personas a lo largo de los siglos. Vivimos sobre y dentro de una historia cada segundo de nuestras vidas. Algunas de estas historias son mayores que otras: más épicas, más poderosas y más influyentes. Otras son historias cotidianas que nos llenan los bolsillos y ordenan nuestros horarios. Sin embargo, más allá de nuestras historias siempre ha habido una gran narrativa. Es esta gran y amplia historia la que narra e influye en la dirección general en la que se mueve la humanidad. Y esta gran narrativa es a menudo tan convincente, tan llena de detalles persuasivos, que creemos en ella de todo corazón. Como un cuento asombroso contado a un niño antes de acostarse, este cuento luego se entreteje en el sueño de esa noche. Al despertar, el sueño parece tan real que persiste hasta bien entrado el día y hasta que se repone nuevamente antes de acostarse. Y sin embargo, a veces, en circunstancias especiales, el sueño es tan cautivador y convincente que hace que el soñador nunca despierte. El soñador continúa soñando el sueño que le contaron antes de dormir.
La historia humana es como un sueño dentro de un sueño: una inversión dentro de una ilusión. Y como muchos soñadores saben, existen niveles dentro de los sueños. Como una muñeca rusa Matryoshka, hay capas de historias que se combinan para crear un cuerpo o reino narrativo global. Y muchas personas, como buenos soñadores, se encuentran atrapadas dentro de una de esas capas. Y puede resultar casi imposible salir. Aunque técnicamente estamos despiertos, también estamos soñando. ¿Por qué? Porque vivimos historias y narrativas particulares que han sido sembradas, implantadas o entrelazadas en nuestras cabezas. Se meten en nuestro subconsciente y desde esa posición privilegiada comienzan a influir en desde la sombra en nuestro comportamiento y pensamiento. Incluso cuando creemos que estamos despiertos, nunca estamos libres de esas historias, narrativas y construcciones que manejan nuestras percepciones y crean el arco de nuestras vidas de ensueño. Para estar verdaderamente despierta, una persona necesitaría saber cómo dejar todas estas historias y salirse de la construcción; es decir, girarnos hacia el lado correcto dentro de la inversión. Es posible que algunas personas hayan logrado esto, pero siempre se ha considerado algo extraño, esotérico o místico. Porque para los soñadores, cualquiera que salga del sueño debe ser algún extraño excéntrico, ¿no es así? O quizás así es como va la historia principal.
"Estamos soñando los sueños equivocados". ~Anón
A la historia dominante no le gusta mucho cuando los soñadores (lo siento, gente) intentan irse. ¿Por qué la gente querría irse cuando la historia es tan convincente? En general, sin embargo, esto rara vez es un problema, ya que muy pocas personas se dan cuenta de que todo es un sueño dentro de un sueño, por lo que el problema casi nunca surge. Así que, ¿volvemos a nuestra historia?
… Las cosas en la vida no son lo que parecen… La vida humana se vive como una normalización de esta construcción de realidad invertida. Por eso la vida está llena de tantas irregularidades, rarezas y absoluta locura. Todos sabemos, o sentimos instintivamente, que algo se ha descarriado.
Ahora creemos en cualquier cosa porque aparentemente nada tiene nada de cierto. Nos hemos perdido en los reflejos de nuestro propio mundo espejo. Al ver nuestros reflejos sonreírnos, nos contentamos con la distracción. Todo debe estar bien, decimos en nuestras reflexiones: los gobiernos no nos mentirían, ¿verdad? Estamos protegidos por estructuras autoritarias benévolas que nos cuidan como a nuestras madres. Vaya por dios. Patas arriba.
Para contarte un pequeño secreto... ha sido así durante mucho tiempo. Sólo que hasta hace poco, el sueño despierto de la Inversión era bueno para mantener a todos dormidos (excepto a unos pocos) porque el goteo de conciencia dentro de la construcción de la realidad era bajo. Pero algo ha estado sucediendo, ¿si no lo has notado? Ha habido grietas en el velo; y se ha ido filtrando más conciencia. Y se nos ha ido metiendo en la cabeza, aunque no nos hayamos dado cuenta. Poco a poco, la gente ha ido adquiriendo más y más conciencia sobre esto que llaman la "condición humana". Ha habido algunos individuos excepcionales dentro de cada generación que hablaron sobre estas cosas, o incluso escribieron sobre ellas; pero poca gente escuchó y menos aún leyó alguno de sus escritos (porque los habían mantenido analfabetos). Pero aún así, continuó la filtración gradual de la conciencia en esta construcción de realidad. Y las ideas siguieron llegando. Algunas personas se sintieron inspiradas; otros obtuvieron revelaciones. Pero el número seguía siendo reducido. La Inversión siguió imponiéndose; manteniendo las anteojeras sobre los soñadores mientras subían el volumen de la música. Se ofrecieron mayores distracciones; Surgió una brillante variedad de entretenimiento. Y se dieron incentivos a aquellas personas que empezaron a abrir sólo uno de sus ojos. Los pocos que sospechaban algo fueron detectados desde el principio y ascendidos rápidamente en la jerarquía de la "pirámide de personas" para que se beneficiaran al máximo de los placeres y ganancias de la Inversión. Entonces estos altos mandos querrían invertir en mantener el sistema exactamente como estaba: una protección de sus propios intereses. Las masas de soñadores (la multitud dormida, como se les llamaba) seguían meciéndose al son de la canción de cuna. Pero poco a poco, la frecuencia de la canción de cuna fue cambiando. Se estaba agregando una nueva vibración. Creo que entiendes la esencia de hacia dónde se dirige esto.
Y llega hasta aquí: donde estás sentado ahora mismo.
Entonces, ¿qué vas a hacer al respecto…?
Kingsley L. Dennis