Y luego utilizan IA para analizar "tendencias emergentes" sobre esta supuesta Misinformación.
Están surgiendo más informes sobre las diversas formas en que se está produciendo la connivencia entre las grandes tecnologías y el gobierno en Estados Unidos.
No se trata simplemente de presionar directamente o “comunicarse con ellas” (como les gusta decir a los actuales funcionarios de la Casa Blanca) los sitios sociales; Ahora están surgiendo informes sobre empresas que están siendo contratadas para crear bases de datos masivas de discursos supuestamente ilegales que se compilan gracias a que los usuarios se espían e informan efectivamente entre sí en plataformas de mensajería como WhatsApp.
El ex funcionario del Departamento de Estado y ahora director ejecutivo de Foundation For Freedom Online, Mike Benz, llama a esto “una red de informantes ciudadanos”. La información así obtenida se analiza luego utilizando algún tipo de IA, lo que da como resultado la identificación de “tendencias de misiinformación”.
Una de estas empresas es Algorithmic Transparency Institute. El dinero proviene de empresas que reciben fondos gubernamentales y de organizaciones autorizadas por el Congreso.
La necesidad de recurrir a métodos de información ciudadana de la “vieja escuela” surge de la naturaleza de las plataformas que el gobierno quisiera espiar, y marcar el contenido y eventualmente censurarlo. Es el caso de WhatsApp y Telegram, donde, debido a la naturaleza de la mensajería privada (particularmente encriptada), las formas ahora establecidas de “vigilancia” de lugares como Facebook o YouTube no se pueden utilizar.
Los críticos de esta eufemística (y confusa) “escucha cívica” establecen paralelismos con la famosa forma en que los regímenes autoritarios empleaban a personas para espiarse entre sí incluso antes de la era digital, mientras que algunos continúan haciéndolo.
Ahora, el “formato” de espionaje que alguna vez utilizaron personas como Stalin, los nazis, etc., ha llegado a Estados Unidos. El principio es simple: donde la mano (y los oídos) del gobierno no pueden llegar, se anima a los propios usuarios de aplicaciones de chat privadas a informar sobre lo que se dice.
Esos datos marcados como “misinformación” van a lo que ahora probablemente sean los engranajes estándar de la máquina de censura: creación de bases de datos, análisis de “IA”, etc.
Foundation For Freedom Online señala a Meedan, una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos, como “a la vanguardia de la creación de esta red de soplones”.
Las cosas van de mal en peor una vez que se revela que el grupo recibió 5,7 millones de dólares como subvención de las autoridades estadounidenses (y de los contribuyentes), específicamente, a través de la National Science Foundation (NSF).
Entre las cosas señaladas por algunos de estos “idiotas (informantes) inútiles”, como podríamos llamarlos, se encuentran los memes y las “afirmaciones”.
Lea el informe completo aquí.