El bombardeo en la mañana del 12/01/2024 contra Yemen intenta distraer cuidadosamente la atención del mundo de las pruebas de genocidio presentadas contra Israel en Gaza en La Haya. El juicio contra Israel por genocidio comenzó en La Haya el 11 de enero de 2024.
Si Washington y Londres hubieran querido poner fin a las operaciones militares yemeníes contra barcos afiliados a Israel en el Mar Rojo, podrían haber presionado para lograr un alto el fuego en Gaza, puesto que a los ataques de los rebeldes hutíes a embarcaciones del comercio internacional de suministro a Israel desde el 19 de octubre de 2023, ataques debidos a causa de que Israel detuviera los crímenes de guerra en contra de los habitantes y niños inocentes de palestina
Sin embargo, optaron por correr el riesgo de ampliar el alcance de la guerra en lugar de frenar al régimen sionista. Curiosamente, Londres y Washington han estado advirtiendo recientemente sobre la expansión de la guerra; incluso pidieron la ayuda de Irán a este respecto. Sin embargo, la agresión probablemente conducirá a que el alcance de la guerra se expanda mucho más allá de las fronteras de Palestina. VyP
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Según se informa, Estados Unidos y Reino Unido han atacado más de una docena de emplazamientos en Yemen con misiles Tomahawk y aviones de combate, respaldados por el apoyo logístico de Australia, Canadá, Bahréin y Países Bajos. Una declaración del presidente Biden afirma que los ataques contra "objetivos en Yemen utilizados por los rebeldes Houthi" son una "respuesta directa a los ataques sin precedentes de los Houthi contra buques marítimos internacionales en el Mar Rojo".
Lo que Biden no menciona en su declaración sobre la "respuesta" de su administración a los ataques de los Houthi contra buques en el Mar Rojo es el hecho de que esos ataques en el Mar Rojo son a su vez una respuesta a los crímenes israelíes contra la humanidad en Gaza. Tampoco se menciona el hecho de que los ataques tuvieron lugar después del primer día del procedimiento en la Corte Internacional de Justicia en los que Israel es acusado por Sudáfrica de cometer un genocidio en Gaza.
Caitlin Johnstone
Así que Estados Unidos y Reino Unido acaban de bombardear el país más pobre de Oriente Medio por intentar detener un genocidio. No solo eso, bombardearon el mismo país en el que acaban de pasar años respaldando las atrocidades genocidas de Arabia Saudí, que mataron a cientos de miles de personas entre 2015 y 2022 en un intento infructuoso de impedir que los hutíes tomaran el poder.
Los Hutíes, formalmente conocidos como Ansarallah, amenazaron antes del ataque con tomar represalias feroces contra cualquier ataque de Estados Unidos y sus aliados. Abdulmalik al-Houthi, que lidera el movimiento Houthi, dijo que la respuesta a cualquier ataque estadounidense "será mayor que" una reciente ofensiva hutí que utilizó decenas de drones y varios misiles.
"Nosotros, el pueblo yemení, no estamos entre los que temen a Estados Unidos", dijo al-Houthi en un discurso televisado. "Nos sentimos cómodos con una confrontación directa con los estadounidenses".
Un funcionario estadounidense anónimo que informó a Akbar Shahid Ahmed, del Huffington Post, sobre los inminentes ataques a Yemen poco antes de que se produjeran, se quejó de que los ataques aéreos "no resolverán el problema" y que el enfoque "contribuye a una estrategia cohesiva".
Ahmed ha informado anteriormente de que, entre bastidores, los funcionarios de esta administración se han ido poniendo cada vez más nerviosos ante el riesgo de que Biden desencadene una guerra más amplia en Oriente Próximo. Esta última escalada, junto con la promesa de los hutíes de tomar represalias, añade mucho peso a esta preocupación.
¿Y todo para qué? Para proteger la capacidad de Israel de llevar a cabo una masacre de palestinos en Gaza que dura meses.
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Probablemente deberíamos creerles.