¿Cómo reconocer a las personas que forman parte de la oposición controlada?
Son personas educadas, a menudo cultas, bien establecidas en la vida, con una situación bastante cómoda. Es fácil hablar con ellas, son educados, corteses y aparentemente benévolos. Estas personas defienden –abiertamente en apariencia – una causa contraria a la política gubernamental. Se esfuerzan por inspirar confianza y comunicarse mucho para ser vistos e identificados como personas activas en la oposición. Buscan establecer tantos contactos como sea posible con oponentes reales y expresar su simpatía y el hecho de que comparten sus convicciones y su lucha. Pero su comunicación nunca es muy vehemente, muestra moderación. Estas personas se abstienen de criticar abiertamente a tal o cual figura pública, tal o cual decisión o acción gubernamental. Su comunicación y acciones de oposición nunca ponen en peligro su situación profesional ni la de su familia. Llevan a cabo acciones que reciben la mayor cobertura mediática posible, a favor de la oposición, pero que saben que no tendrán éxito y ese es su objetivo: hacer ruido mediático, darse a conocer, inspirar confianza, movilizar a verdaderos opositores. ... y conducirlos a acciones condenadas al fracaso. A menudo producen divisiones en la oposición, lo que forma parte de sus objetivos intermedios. Su verdadero objetivo es frustrar a la oposición, contenerla y debilitarla. Esta estrategia de oposición controlada es bastante formidable: surge de lo que hoy llamamos ingeniería social. Es bueno saberlo, pero es difícil reconocer y combatir.