El monstruo del Kremlin había creado un "departamento del diablo" en el seno de sus servicios secretos con vistas a utilizar las fuerzas ocultas para consolidar la dictadura roja (según Vladimir Fedorovski, autor del libro "El departamento del diablo, la Rusia ocultista desde Iván el Terrible hasta nuestros días").
En su análisis del mundo moderno, el pensador tradicionalista francés René Guénon señaló que las revoluciones, el materialismo y el secularismo eran sólo las fases iniciales del control oculto de la sociedad. El fin último de las "élites", creía Guénon, era la destrucción de la tradición sagrada y la entronización de las fuerzas infernales en una nueva contrarreligión.
Uno de los jefes de la policía secreta bolchevique, Gleb Bokii, dirigió un departamento especial de la OGPU dedicado al estudio de las fuerzas ocultas, Shambhala, las iniciaciones lamaístas de Kalachakra...
Gleg Bokii había creado en Kuchino una "comuna de la naturaleza" donde hombres y mujeres, jóvenes y viejos, celebraban ritos orgiásticos y se entregaban al libertinaje tántrico.
Según las investigaciones de Jüri Lina, que tuvo acceso a importantes archivos soviéticos abiertos a los investigadores en 1991 durante la Perestroika, antes inaccesibles e inéditos:
El sanguinario dictador Stalin había seguido las enseñanzas de maestros lamaístas.
En su libro "Bajo el signo del escorpión", el historiador estonio Jüri Lina analiza la aparición y expansión del fenómeno comunista.
"Las raíces del comunismo están profundamente ocultas. No es casualidad que el simbolismo desempeñe un papel tan importante.
Que semejante lógica de sometimiento y esclavitud del hombre por el hombre haya logrado conquistar medio mundo durante la mayor parte del siglo pasado es un prodigio que no debe nada a la casualidad. Los lectores descubrirán que los instigadores y los gigantescos apoyos financieros que permitieron la difusión y posterior supervivencia de este sistema no procedían del mundo del trabajo, sino de las altas finanzas internacionales. Esta élite cosmopolita promovió sin descanso un modo de vida basado en la servidumbre, la mentira y el crimen, que les permitió supervisar el saqueo de la riqueza de Rusia en beneficio propio.
Las informaciones contenidas en este libro, respaldadas por fuentes prestigiosas e indiscutibles, ayudará al lector a comprender la coherencia última de los acontecimientos de los tres últimos siglos. Por eso, obras tan raras se cuentan entre las que pueden cambiar nuestra forma de ver el mundo y la historia.
En nuestra época de constante chantaje a la memoria, es importante, e incluso crucial, resaltar estos acontecimientos para darlos a conocer a las nuevas generaciones. Es una forma de reivindicar una parte de la historia que ha quedado sepultada por las mentiras y el silencio cómplice de nuestras élites. El trabajo de Jüri Lina nos muestra que, si bien el comunismo en su forma primitiva, tal como se practicaba en la Unión Soviética, prácticamente ha desaparecido hoy en día, la ideología totalitaria y quienes la promueven siguen estando muy presentes en las instituciones actuales, especialmente en las de la Unión Europea.
Por lo tanto, a todos nos preocupa los trágicos acontecimientos que sobrecogieron a Rusia en el siglo pasado. Los hechos relatados por Lina parecerán desconcertantes a algunos, ya que la opacidad histórica mantenida deliberadamente por los medios de comunicación y la educación nacional, ha falseado sus contornos. Aunque los crímenes comunistas han quedado establecidos y son ampliamente conocidos, los orígenes del movimiento, y sobre todo los de sus promotores, siguen envueltos en un sulfuroso misterio, y esta obra de gran interés histórico nos invita a resolverlo."
PDF gratuito, "Bajo el signo del escorpión" por Jüri Lina.