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Este mes, 1.609 científicos de todo el mundo firmaron una "Declaración Mundial sobre el Clima" que afirmaba: "No hay emergencia climática". Todos ellos son profesionales involucrados con la ciencia del clima y no políticos o activistas que se esfuerzan por exigir un mayor control gubernamental, con la más estricta de las regulaciones, o que respaldan el socialismo y la globalización, sancionando transformaciones sociales y un sinfín de otras políticas y exigencias autoritarias.
Los nombres, ordenados por países y por orden alfabético, comienzan en la página 6, con Argentina, y terminan en la página 53, con Vietnam. El número total de países representados es de 60, lo que incluye 321 estadounidenses y 122 canadienses, todos ellos en el ámbito del clima. En resumen, estos científicos sostienen:
*La ciencia del clima debería ser menos política, mientras que las políticas energéticas y económicas deberían basarse en la ciencia empírica y no en la política partidista;
*Los científicos deben reconocer que los factores naturales y cíclicos modifican el clima y de ninguna manera la exclusividad de la actividad humana;
*Que el calentamiento comenzó tras el final de la Pequeña Edad de Hielo y no al principio de la Revolución Industrial y que, en consecuencia, y, como resultado, intuitivamente debería esperarse un calentamiento;
*Reconocer que el calentamiento ha sido significativamente menor de lo que los modelos han predicho y, por tanto, reconocer que el hombre está lejos de entender o comprender el cambio climático;
*Aceptar que los modelos climáticos han sido inadecuados e incorrectos y no deberían utilizarse para elaborar políticas medioambientales o económicas de ningún tipo;
*Saludar el dióxido de carbono por el bien que está haciendo a la vegetación, incluida la agricultura, y no criminalizarlo como se ha hecho hasta ahora;
*Admitir que no hay pruebas estadísticas de que el calentamiento global esté aumentando los huracanes, inundaciones, sequías y otros desastres naturales, o intensificándolos.
*Confesar que mitigar o paliar el dióxido de carbono es tan perjudicial para la Tierra como costoso.
*Revelar que no existe una verdadera emergencia climática ni motivo alguno para el pánico o el alarmismo injustificable.
En conclusión, estos científicos, con sus considerables conocimientos y experiencia, seguirán alcanzando una visión equilibrada, desapasionada y competente del cambio climático, y el grupo, a partir de ahora, "dará asesoramiento solicitado y no solicitado sobre el cambio climático y la transición energética a gobiernos y empresas de todo el mundo". Su "Declaración Mundial sobre el Clima" se resume así: "Creer en el resultado de un modelo climático es creer en lo que los creadores del modelo han incluido". Este es precisamente el problema del debate actual sobre el clima, en el que los modelos climáticos ocupan un lugar central. La ciencia climática ha degenerado en un debate basado en creencias y no en una ciencia sólida y autocrítica. ¿No deberíamos liberarnos de la ingenua creencia en modelos climáticos inmaduros?"
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