Un mensaje para los inyectados • Algunos consejos del Dr. Vernon Coleman

Publié par Contra información sur 9 Mars 2023, 17:56pm

Estamos en marzo de 2023 y este es el vídeo 324. Enhorabuena si los has visto todos, aunque me temo que no hay premios. Tal vez tengamos insignias si alguna vez llego a 500.

La mala noticia, me temo, es que cualquiera que se haya dejado pinchar con la falsa pseudovacuna que se promocionó fraudulentamente para evitar que la gente se contagiara o propagara el covid-19, la nueva gripe, me temo que las pruebas sugieren claramente que son más vulnerables que los que no han recibido el pinchazo. En muchos aspectos, ahora debemos considerar a los vacunados como miembros de una especie diferente. No tenemos ni idea de cuáles serán las consecuencias a largo plazo, pero es absurdo no pensar que las habrá. Las cifras oficiales muestran que los triplemente vacunados representaron el 92% de las muertes por covid. Y la tasa de mortalidad en 2022 fue más baja entre los que rechazaron los pinchazos letales.

Su sistema circulatorio, incluido el corazón, puede verse afectado negativamente. Pueden ser más propensos a desarrollar infecciones. Pueden ser más propensos a desarrollar cáncer o, si lo han tenido, a desarrollar metástasis, y su cerebro puede verse afectado.

Es posible que no lo supieras porque la verdad ha sido suprimida por la clase médica, que fue comprada por la industria farmacéutica, y por los principales medios de comunicación, que fueron comprados por su gobierno. Cuando la publicidad se paralizó durante los confinamientos, los gobiernos gastaron enormes cantidades de dinero de los contribuyentes colocando anuncios de propaganda en los medios de comunicación y mantuvieron vivos a los periódicos y a las cadenas de televisión.

Más adelante en este vídeo daré algunos consejos sencillos y prácticos para aquellos que fueron engañados para aceptar uno o más pinchazos de covid-19.

Ahora que sabe que la inyecciñon covid-19 no detiene la transmisión de la nueva gripe, sino que puede causar una amplia gama de problemas de salud graves y mortales, los inyectados están justificadamente enfadados. Están enfadados porque se les engañó y amenazó para que aceptaran una inyeccion peligrosa y experimental con consecuencias desconocidas a largo plazo, y están enfadados porque se ha puesto en peligro su salud. Los expertos sanitarios de los principales medios de comunicación les dijeron en repetidas ocasiones que el pinchazo era seguro y eficaz. Pero cuando millones de personas ya se habían arremangado la camisa, les dijeron: "Vaya, te he engañado, la inyección no evita realmente que contraigas el virus Covid-19 ni que lo propagues si lo contraes".

Cada vez más personas empiezan a darse cuenta de que les mintieron. Muchos dirigen su ira contra la profesión médica por no haber advertido adecuadamente. Estoy de acuerdo con ellos en que deberían haber sido más los médicos que se hubieran atrevido a hablar, pero aunque éramos muchos los que ofrecíamos advertencias, los principales medios de comunicación las suprimieron y prohibieron. Yo hablé de los peligros del pinchazo mucho antes de que empezara, pero los medios de comunicación me prohibieron y se burlaron de mí. Wikipedia y Google difundieron mentiras. Lo hicieron para que nadie les escuchara. Pasé de ser un autor de best-sellers con libros publicados en 26 idiomas, presentador de televisión y columnista de un periódico nacional a bloguero, autoeditor y desacreditado teórico de la conspiración. Incluso se eliminaron referencias a mis novelas de páginas de Internet -supongo que por despecho- y aparecieron mentiras por todas partes.

Las personas a las que los pinchados DEBERÍAN culpar se dividen en dos grupos: los médicos que administraron el pinchazo sin investigar un poco y sin decir la verdad a sus pacientes, y los principales medios de comunicación que suprimieron la verdad y publicaron mentiras: en particular las cuatro unidades de propaganda más malvadas de los tiempos modernos: Google, YouTube, Wikipedia y la BBC. El personal de estas organizaciones miserables y desacreditadas son todos asesinos en masa por su participación en la supresión de la verdad y la demonización de los que dicen la verdad. Yo tenía uno de los canales jóvenes de YouTube de más rápido crecimiento, nunca monetizado por cierto, cuando después de sólo unos meses me prohibieron poner vídeos que decían la verdad sobre el fraude del covid-19. Al final, a pesar de que no subía vídeos que no les gustaban, cerraron el canal de todos modos y me prohibieron tener un nuevo canal o ver el canal de cualquier otra persona. Lo hicieron simplemente para impedir que la gente se enterara de la verdad.

En el verano de 2020, publiqué un sinfín de vídeos y artículos (en Brand New Tube y en mis sitios web) advirtiendo de que, según la Administración Federal de Medicamentos de EE.UU., una larga lista de efectos secundarios a corto plazo estaban relacionados con la inyecciñon covid-19. Como la inyección era experimental, nadie sabía cuáles podrían ser los efectos a medio o largo plazo.

Advertí en repetidas ocasiones que, según la FDA, la inyección covid-19 podía provocar derrames cerebrales, infartos de miocardio, miocarditis, enfermedades autoinmunes, problemas en el embarazo, problemas de alergia, coágulos, convulsiones y muertes. Toda esta información estaba disponible antes de que los médicos empezaran a inyectar a la gente.

Los principales medios de comunicación no sólo ignoraron estos efectos secundarios y negaron que existieran, sino que también reprimieron a cualquiera que intentara decir la verdad. En la televisión y en el resto de la prensa dominante se dijeron mentiras tras mentiras.

Nada de esto fue una gran sorpresa porque las autoridades estaban desesperadas por ocultar la verdad. Durante años, los principales medios de comunicación habían estado demonizando a quienes se oponían a la vacunación. La BBC anunció que no permitiría que nadie cuestionara la vacunación en ninguno de sus programas. Bien o mal, decían. Se jactaban de que no permitirían la verdad en la BBC.

Cinco años o más antes del despliegue, empezaron a colocar desfibriladores en los centros de las ciudades para que los infartos repentinos parecieran normales.

Hoy en día, el síndrome de muerte súbita del adulto es habitual, y los médicos de los medios de comunicación compiten por encontrar excusas extrañas para esto. Médicos y periodistas pretenden que las muertes inesperadas diarias son normales. La única causa a la que nunca culpan: la inyección covid.

Los médicos siguen inyectando a personas sanas la vacuna covid-19, el producto farmacéutico más mortífero de la historia. No hace lo que dijeron que haría, pero hace lo que yo dije que haría: mata a la gente.

Los médicos sabían, antes de empezar a administrar los pinchazos, que la pseudovacuna causaría problemas cardíacos, derrames cerebrales, coágulos sanguíneos, etcétera, etcétera. Lo sabían, o deberían haberlo sabido, porque yo desde luego conocía los peligros mucho antes de que empezaran a pinchar. Lo sabían y aun así siguieron adelante deliberadamente. Era su responsabilidad profesional y legal saber que esos pinchazos causarían numerosos problemas graves. Cualquier médico que no supiera exactamente lo que estaba inyectando a la gente también es culpable de un delito masivo contra sus pacientes.

Y si los médicos y las enfermeras no advertían a las pobres almas a las que pinchaban de los graves efectos secundarios, incumplían todos los códigos éticos existentes, incluido el Juramento Hipocrático, que incluye la famosa frase "Primero, no hacer daño". Lamentablemente, pero no sorprendentemente, por supuesto, el Consejo Médico General del Reino Unido se deshizo del Juramento Hipocrático porque dijo que era demasiado anticuado

En realidad, si nos fijamos en todo lo que ha ocurrido, está claro que sabían desde hace años lo que estaban planeando, cuando empezaron a colocar desfibriladores en lugares públicos. Ahora, por supuesto, ninguna escuela se atrevería a no tener un desfibrilador fijado a la pared. Probablemente los tengan en las escuelas infantiles. Los necesitarán en las guarderías, también para los profesores, por supuesto.

Parece que cada día se inventan más razones para que la gente se pinche. La última estratagema es decir que los que no reciben la inyección tienen más probabilidades de contraer diabetes de tipo 2. Si es cierto, ¿sabe por qué? Hay dos razones. En primer lugar, el pinchazo altera el nivel de azúcar en sangre y, si te pinchan, es probable que contraigas diabetes de tipo 1, que es mucho más mortal. Y luego está el hecho de que el pinchazo ha matado a tantos. Me recuerda a un investigador tonto que afirmó que los fumadores tienen menos probabilidades de contraer la enfermedad de Alzheimer. Los investigadores se emocionaron muchísimo. Se habló de animar a todo el mundo a fumar porque era cierto. Tienen menos probabilidades de contraer Alzheimer. El problema, que yo descubrí y los investigadores no, es que la mayoría de los fumadores mueren antes de llegar a la edad en la que suele desarrollarse el Alzheimer.

La verdad es que los vacunadores estaban muy bien pagados para ayudar a mantener la mentira. Obtuvieron sus enormes honorarios mediante el fraude y el engaño.

Arrestaría a cualquiera que haya trabajado para Pfizer o cualquiera de las malvadas, sanguinarias y codiciosas organizaciones. Llevo décadas escribiendo sobre su fraude. Y arrestaría a todos los que promovieron, respaldaron, defendieron y administraron las malditas inyecciones.

Dado que todo el fraude de las vacunas se basó en mentiras, no puedo evitar preguntarme por qué el acuerdo que negociaron las compañías farmacéuticas -ante la insistencia de su animador Bill Gates- se sostendría en un tribunal de justicia -en el improbable caso de que alguna vez se pudiera encontrar un tribunal de justicia honesto, por supuesto-. Todos los implicados en ese fraude -compañías farmacéuticas, reguladores, asesores, médicos y periodistas- deberían ser legalmente responsables, aunque me doy cuenta de que la justicia no es algo que aprueben los conspiradores y, por lo tanto, no va a estar disponible por el momento.

Prometí algunos consejos para aquellos que fueron engañados o asustados para ser pinchados con lo que creo firmemente que es el producto farmacéutico más tóxico jamás producido. No creo que ningún medicamento en la historia haya causado tantas muertes o lesiones.

En primer lugar, hay que reforzar el sistema inmunitario para protegerse de las infecciones. Si quieres información práctica echa un vistazo a mi libro Superbody.

En segundo lugar, hay que evitar las actividades extenuantes que puedan sobrecargar el corazón. No hay más que ver el número de atletas profesionales en plena forma que han sufrido un colapso tras recibir un pinchazo. Si de verdad crees que todo ha sido una coincidencia, no puedo ayudarle, ni tampoco nadie. También debes evitar el exceso de estrés, ya que puedes ejercer presión sobre tu corazón

En tercer lugar, hazte una prueba de corazón para ver si ha sufrido algún daño.

Cuarto, contrólate la tensión arterial.

Quinto, controla tu presión arterial.

Sexto, hazte análisis de sangre para detectar riesgos de coagulación.

Séptimo, hazte revisar los riñones para asegurarte de que todo va bien..

Puede que los médicos se quejen de este trabajo extra, pero ellos dieron los pinchazos, y se les pagó bien por ello, y ahora tienen la responsabilidad de estar preparados para ayudar.

Inevitablemente, hay todo tipo de gente que vende remedios mágicos que supuestamente protegen contra los problemas causados por el pinchazo. Todavía no conozco nada que pueda recomendar.

Debemos permanecer alerta. El último peligro es que están planeando convertir en delito decir la verdad sobre las vacunas, de todo tipo, o sobre el calentamiento global. Decir la verdad va a ser un delito, tachado de terrorismo y de crimen contra la humanidad.

Por favor, vea los maravillosos vídeos de mi buen amigo Colin Barron, a menudo educativos y siempre entretenidos. Y, por favor, visiten mis sitios web www.vernoncoleman.com y www.vernoncoleman.org -donde hay material nuevo casi todos los días- y comparta lo que encuentre con todo el mundo en las redes sociales. Estoy vetado en todas partes excepto en mis propios sitios web y en los sitios y canales de gente amable que lleva mi material. Todos los sitios de medios sociales que veas a mi nombre son fraudulentos.

Por favor, recuerda: cuando vea que algo malo está ocurriendo, tienes que defender lo que crees que es correcto. Si no lo haces, podrías estar muerto. Lamentablemente, la mayoría de la gente ha vuelto la cara hacia la pared y se ha rendido. No hay libertad de expresión en ninguna parte del mundo.

Pero definitivamente no estás solo. Cada vez son más las personas que despiertan. Y una vez despiertos no vuelven a dormirse.
Que Dios te acompañe y recuerda: ellos quieren cumplimiento, démosles desafío.

Desconfía del gobierno, evita los medios de comunicación y lucha contra las mentiras. Eso es tan cierto ahora como cuando lo dije por primera vez hace casi tres años. Y si quieres salvarte a ti mismo, a tu familia y a tus amigos, por favor, comparte este y mis otros vídeos con todos los que conozcas y con mucha gente que no conozcas. No puedo compartir nada porque estoy vetado en todas partes por el curioso delito moderno de decir la verdad. Pero estaré aquí en www.vernoncoleman.org y www.vernoncoleman.com todo el tiempo que pueda.

Gracias por ver a un viejo en una silla.

vernoncoleman

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