Hay dos maneras de ser engañado:
una es creer lo que no es verdad,
la otra es negarse a creer lo que es verdad.
- Soren Kierkegaard
Hay un proverbio latino que dice: "Repetitio est mater studiorum". Significa: "La repetición es la madre del aprendizaje". Cuanto más estamos expuestos a algo, más probabilidades tenemos de aceptarlo o aprenderlo.
La repetición es también la madre de la propaganda, el control mental, la programación de cultos, el pensamiento de grupo y la psicosis de formación masiva, todo lo cual crea un estado hipnótico, de personas incapaces de discernir la verdad, usar el sentido común, pensar por sí mismas o ver más allá de una estrecha franja de realidad basada en la percepción, incluso cuando se les presentan hechos verificables.
Cuando la gente está expuesta a un mensaje una y otra vez de figuras de autoridad o famosos a los que admiran, aunque no tenga base en la realidad, muchos llegarán a creerlo sin cuestionarlo.
En los últimos dos años, hemos visto a un número sin precedentes de personas, generalmente inteligentes, caer presas de un estado zombi de conformidad y sumisión a la autoridad del que no pueden salir, o no parecen querer hacerlo, como si estuvieran bajo hipnosis y esperando a que el hipnotizador chasquee los dedos y los despierte.
El problema es que el hipnotizador, en este caso, no quiere que la gente despierte.
¿Qué es la psicosis de formación de masas?
Mattias Desmet, autor de La psicología del totalitarismo y profesor de psicología clínica en el Departamento de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad de Gante (Bélgica), llama a este extraño estado hipnótico "psicosis de formación de masas". Se le considera el mayor experto mundial en la materia.
Mattias Desmet
Su teoría se ha extendido como la pólvora para explicar la locura y el comportamiento irracional de millones de personas en todo el mundo con respecto a la pandemia de COVID - y ahora la crisis de Ucrania. Desmet, cuyo trabajo fue recientemente atacado por los "verificadores de hechos" de los principales medios de comunicación y borrado por Google después de que fuera expuesto a millones de oyentes del Joe Rogan Show de diciembre de 2021 (programa nº 1757), compara esto con "una locura de multitudes" que subsume a un gran segmento de la población en la psicosis.
En un análisis de la teoría de Desmet, "Understanding the Psychology Behind the Covid Pandemic", (Comprender la psicología detrás de la pandemia de covid) del Dr. Joseph Mercola para Mercola.com, la psicosis de formación de masas explica cómo el pueblo alemán llegó a aceptar las atrocidades del partido nazi en la década de 1930 y cómo tantas personas de todo el mundo llegaron a apoyar el apartheid médico y el odio hacia los no vacunados en los últimos dos años, incluso pidiendo que fueran acorralados en campos e inyectados a la fuerza.
Este mismo tipo de psicosis es evidente en la obsesión por subirse al carro del apoyo a Ucrania en una crisis global que ha sido descrita repetidamente por Estados Unidos y sus aliados como si sólo tuviera una verdad. Ucrania es la buena. Rusia la mala. Apoyar a Ucrania. Destruir a Rusia. El odio a los inmundos no enmascarados y no vacunados se dirige ahora a cualquiera que pregunte si la versión de los medios de comunicación de la crisis de Ucrania se basa en hechos o que cuestione las narrativas impulsadas por las poderosas fuerzas que dan forma a los acontecimientos mundiales, como el Foro Económico Mundial, que proclamó con orgullo la pandemia de COVID como la fase uno de su Gran Reinicio.
¿Adivina cuál es la segunda fase?
La guerra y la destrucción económica para que puedan " reiniciar " y "reconstruir mejor".
Hay cuatro condiciones básicas para la psicosis de formación de masas:
1) Falta de vínculo social. Los bloqueos durante la pandemia de COVID aseguraron que la gente no pudiera reunirse y comparar opiniones sobre lo que estaba sucediendo. Los medios de comunicación machacaron a la población con mensajes de culpa, miedo y vergüenza que enfrentaron a amigos contra amigos y a familiares contra familiares.
3) Ansiedad y descontento generalizados. Haz que la gente se sienta ansiosa y desdichada, pero mantenla desequilibrada en cuanto al porqué, y se convertirá en gelatina en tus manos.
4) Frustración y agresividad flotantes y generalizadas. Sin una causa discernible, los poderes fácticos te dirán alegremente la fuente de tu frustración y hacia dónde dirigir tu agresión, ya sea hacia los no vacunados o hacia Rusia, Rusia, Rusia.
Con el tiempo, estas condiciones desestabilizan a la gente, llevándola a aceptar el gobierno como salvador y, finalmente, el totalitarismo. La obsesión por un único objetivo, ya sea el COVID, las vacunas o el conflicto de Rusia, mantiene a la gente distraída y luchando entre sí. Mientras tanto, los que están en el poder adquieren más poder.
Según el Departamento de Defensa estadounidense (DoD), las operaciones psicológicas, o psyops, utilizan la propaganda y las tácticas psicológicas para influir en las emociones y los comportamientos. La raíz de cualquier misión de operaciones psicológicas es el cambio de comportamiento. Una técnica es el "nudging", (teoría del empujón) descrito por el DoD como "cualquier intento de influir en el juicio, la elección o el comportamiento de las personas de un modo predecible que esté motivado por límites cognitivos, sesgos, rutinas y hábitos en los intereses de toma de decisiones individuales y sociales, y que funciona haciendo uso de esos límites, sesgos, rutinas y hábitos como partes integrantes de tales intentos."
La psicosis de formación de masas es el resultado de una gigantesca operación psicológica global.
Pivote del escenario
Entre enero y marzo de 2022, la narrativa de los principales medios de comunicación pivotó bruscamente de "COVID nos matará a todos, vacunaos" a "Apoyen a Ucrania o Rusia nos bombardeará a todos".
Fue como si COVID desapareciera de la noche a la mañana y nos despertáramos con tambores de guerra sonando sobre la invasión rusa de Ucrania. Pronto, todos los medios de comunicación profetizaron la llegada de la Tercera Guerra Mundial y los males del presidente ruso Vladimir Putin atacando a la vecina Ucrania “más débil y pequeña”.
Del Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los jefes de los países de la OTAN, se trató de un ataque total contra un público que todavía estaba conmocionado por el COVID, y la narrativa fue clara desde el principio: Ucrania la buena, Rusia la mala. El miedo a un virus se transformó en miedo a una guerra mundial, como un corredor de relevos que pasa el testigo.
En las redes sociales, las fotos de perfil de personas con máscaras o proclamando con orgullo su estado de vacunación cambiaron inmediatamente a banderas ucranianas azules y amarillas y #IStandWithUkraine. La misma hostilidad que esas personas tenían hacia cualquiera que rechazara las máscaras o las inyecciones experimentales de terapia génica se dirigía ahora contra cualquiera que cuestionara la narrativa de la guerra entre Ucrania y Rusia. Los censores se centraron en el análisis histórico en profundidad de la situación para que nadie se enterara de las dinámicas de la región que se remontan a décadas atrás o más.
El nuevo objeto del odio mundial iba a ser Vladimir Putin, y los medios de comunicación que presentaban a Putin como positivo o incluso neutral estaban siendo eliminados de Internet junto con la cobertura negativa del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy. El culto a COVID era ahora el culto a Ucrania, y sus miembros empezaron a pedir el fin de todo lo ruso, desde actores a atletas o productos.
Twitter estalló con llamamientos a prohibir o censurar a quienes no apoyaran al presidente y al ejército de Ucrania (en lugar de apoyar al pueblo ucraniano). En algunos países, Meta, el nuevo nombre de Facebook, permitió a los usuarios publicar llamamientos a la violencia contra funcionarios y ciudadanos rusos, y el belicismo sustituyó al alarmismo por el virus.
Mientras tanto, el Congreso de Estados Unidos ovacionó a Zelenskyy después de que pidiera miles de millones de dólares estadounidenses y armas en concepto de ayuda. [El 1 de abril también recibió una gran ovación tras su discurso ante el parlamento federal de Australia, en el que el gobierno prometió más de 100 millones de dólares en ayuda militar]. El actor Sean Penn exigió que Zelenskyy, antiguo actor y cómico, hablara en los Oscar (cosa que no ocurrió), justo cuando salieron a la luz pruebas de que el gobierno estadounidense había estado financiando laboratorios biológicos en toda Ucrania. Todo está en el timing.
En las redes sociales aparecieron memes y caricaturas de superhéroes inclinándose ante Zelenskyy, incluida una en la que aparecía con una camiseta y una capa de Superman. El culto alcanzó nuevas cotas absurdas, con gente haciendo vídeos Tik-Tok de canciones de amor a Zelenskyy y vendiendo camisetas y tazas de café con su cara. Zelenskyy era el héroe que luchaba por la democracia, y no te atrevas a mencionar su prohibición, antidemocrática, de los partidos políticos de la oposición o las pruebas de que sus servicios de seguridad escenificaron "crímenes de guerra rusos".
La larga historia de corrupción de Ucrania en connivencia con políticos estadounidenses o el hecho de que muchos de ellos, incluido el presidente Biden, tuvieran hijos que formaban parte de los consejos de administración de corporaciones y petroleras ucranianas, fue calificado de pura conspiración. Si te atreves a mencionar los Pandora Papers, millones de páginas de documentos filtrados que revelan riqueza oculta, evasión fiscal y blanqueo de dinero por parte de la élite mundial -incluidos 38 políticos ucranianos, el mayor número de todos los países-, te arrojan al desierto.
Esto no quiere decir que Putin sea el "bueno" en este conflicto. Un astuto usuario de Twitter sugirió que era como una batalla entre un diablo y un demonio, pero que el diablo estaba siendo retratado en los medios de comunicación occidentales como un héroe porque Occidente se beneficiaba del diablo y no del demonio. Atrás quedó la idea de que de que hay dos lados en cada historia.
En una entrevista con Peak Prosperity, Desmet afirmó que la solidaridad es crucial en la formación de masas. "Esa es la verdadera razón por la que la gente se cree la historia, aunque sea totalmente absurda. No es porque crean en la narrativa. Es porque la narrativa conduce a un nuevo vínculo social... Es una forma de intoxicación mental que hace que la gente esté dispuesta a hacer cosas que son claramente erróneas y totalmente inmorales, hasta el punto de matar voluntariamente a sus propias familias y a sí mismos, si se les dice que es por un bien mayor."
A medida que la paranoia del COVID iba pasando a un segundo plano, el poder necesitaba un nuevo miedo para la gente. El conflicto Ucrania-Rusia es una gran excusa para fabricar la justificación para la aplicación del Gran Reinicio, el sueño húmedo totalitario del Foro Económico Mundial.
En la ficción, esto se llama un "pivote de escenario" o cambio de escenario. Una nueva pandemia vírica se había extendido repentinamente por el escenario mundial, sólo que ésta infectaba las mentes, no los cuerpos.
Los virus mentales son una herramienta psicológica magistral porque si infectas a suficientes miembros del público, ellos difunden tu versión de la verdad por ti.
En “Thought Contagion: How Belief Spreads Through Society”, (Cómo se propagan las creencias en la sociedad), el autor y antiguo físico del Fermilab Aaron Lynch analiza los modelos teóricos y matemáticos de cómo se transmiten las ideas en una cultura o sociedad. Para Lynch, una idea es algo codificado en las neuronas humanas u otros medios, pero adquiere vida propia a medida que evoluciona y se propaga, creando a menudo un conjunto nuevo conjunto de creencias completamente nuevo.
Los memes también son virus de la mente y, según Richard Brodie en Virus of the Mind: The New Science of the Meme, se propagan "influyendo en la mente de las personas y, por tanto, en su comportamiento, de modo que al final alguien se infecta con el meme. Si un meme está en tu mente, puede influir mucho o sutilmente en tu comportamiento".
Los medios de comunicación de masas participan en este tipo de difusión, y cuando una idea o creencia alcanza un punto de inflexión, infectando a un grupo suficientemente grande de personas, la sociedad la acepta y la promueve como realidad.
El culto mundial
La psicosis de formación de masas es como un culto mundial insidioso, omnipresente, enfermo y peligroso. Estas son las condiciones del culto cuando pasamos del culto a COVID al culto a la guerra:
-Oposición al pensamiento crítico (sólo la narrativa oficial obtiene tiempo en los medios).
-Aislar a los miembros y penalizarlos si abandonan (bloquear, censurar, prohibir, deplorar).
-Insistir la doctrina especial (¡confía en la ciencia!).
-Declarar lealtad a los líderes (no cuestionar a Bill Gates o a Klaus Schwab del FEM y animar a Zelenskyy).
-Deshonrar la unidad familiar (división de sexos, guerra contra la familia, odio a los valores tradicionales).
-Cruzar los límites del comportamiento, es decir, de la propiedad personal (el poder cierra tu pequeña empresa pero mantiene abiertas las grandes).
-Separarse de la Iglesia/Dios (Dios ha muerto, ahora nosotros somos tus nuevos dioses).
Aunque las sectas operan de forma aislada, la psicosis de formación de masas se apoya en gran medida de la dinámica de grupo. Como miembro, un individuo a menudo renuncia a su identidad básica para formar parte del grupo y sigue la dirección del grupo, incluso en contra de sus propios valores e integridad.
Este fenómeno es especialmente aterrador debido a la capacidad de violencia que tienen los que están atrapados en él hacia los "otros" a los que se les ha dicho repetidamente que odien o vean como el enemigo. En Twitter abundan los llamamientos de los guerreros de la justicia social a la muerte de Putin o de todos los rusos (¿podemos todos mostrarnos compasivos con la gente de Ucrania y Rusia que está atrapada en este caos?) Estas mismas personas atacan a quienes se niegan a llevar máscaras o a vacunarse, como si fuera aceptable pedir la muerte de personas siempre que estés en el lado correcto de la narrativa elegida.
En 1972, el psicólogo social Irving Janis, autor de Victims of Groupthink (Víctimas del pensamiento de grupo), acuñó el término "pensamiento de grupo" para identificar lo que ocurre cuando un grupo toma decisiones debido a las presiones y expectativas del grupo, lo que a menudo conduce a un deterioro de "la eficiencia mental, la evaluación de la realidad y el juicio moral". El pensamiento de grupo ignora alternativas y a menudo promueve acciones irracionales que deshumanizan a otros grupos. "Un grupo es especialmente vulnerable al pensamiento de grupo cuando sus miembros tienen antecedentes similares, cuando el grupo está aislado de opiniones externas y cuando no hay reglas claras para la toma de decisiones."
Herramientas poderosas para la hipnosis de masas
La culpa y la vergüenza son poderosas herramientas utilizadas para doblegar a los disidentes. Si a esto le añadimos el miedo a ser castigado tanto por los "líderes del culto" como por los propios amigos y familiares a los que se les ha lavado el cerebro, el control es total. Esto explica por qué vemos tantas señales de virtud. Las personas quieren pertenecer al grupo, así que hacen gestos simbólicos para expresar su posición, todo ello para mostrar al mundo que son obedientes, complacientes y buenos.
En 1961, el psiquiatra y escritor estadounidense Robert J. Lifton, que se centró en las implicaciones psicológicas de la guerra y la violencia política, describió en su libro Thought Reform and the Psychology of Totalism (La reforma del pensamiento y la psicología del totalismo) las ocho características de una verdadera "secta de control mental" que están en juego en la psicosis de formación de masas actual:
-Milieu control - Milieu significa en francés "entorno, ambiente". La psicosis de formación de masas exige que los medios de comunicación muestren una narrativa y censuren todo lo que vaya en contra de ella. De esta manera, la gente nunca ve lo que realmente está pasando, sólo lo que la élite gobernante quiere que piensen que está pasando.
-Manipulación mística - La psicosis de formación de masas juega con nuestro deseo de parecer virtuosos y ser uno de los buenos. Cumplir se convierte en sagrado. La disidencia se convierte en sacrilegio.
-Pureza - Pureza de cuerpo y mente, y evitar todas las cosas "malas", como esos locos teóricos de la conspiración que se atreven a preguntar sobre los efectos secundarios de las vacunas o el acceso a informes de testigos oculares sobre el terreno de Ucrania. ¡Prohíbales la entrada a las reuniones familiares!
-El Culto de la Confesión - "Ver algo, decir algo" llama a delatar a los que no se enmascararon o vacunaron. Ahora, esos mismos señaladores de virtudes etiquetan a amigos y familiares que cuestionan la narrativa oficial rusa/ucraniana como "terroristas domésticos".
-Ciencia sagrada - La ideología del culto es sagrada y la única visión moral verdadera para ordenar la existencia humana. Como es sagrada, no se cuestiona. ¡CONFÍA EN LA CIENCIA!
-Lenguaje cargado - El uso prolífico de frases diseñadas para poner fin a una discusión controvertida o terminar el debate. O lo aceptas o se acabó la discusión. Las palabras se eligen para inducir fuerza psicológica. "¡Ponte la máscara o matarás a tu abuela y dejarás de ser tan egoísta!".
- Doctrina sobre las personas: la doctrina domina sobre la experiencia humana real. Las percepciones del sentido común se alteran para adaptarse a la doctrina, como en el gaslighting ((manipulación y control psicológico y abuso emocional).
Dispensación de la existencia - Piensa en los planes de la élite global de utilizar tanto el COVID como la guerra como métodos para despoblar a los comedores inútiles y a los que se alimentan de lo más bajo.
No importa si el tema del día es el COVID, las máscaras, las vacunas, las protestas, Ucrania, la escasez de alimentos, las carteras digitales, la renta básica universal o un posible ciberataque del que sin duda se culpará a quienquiera que sea el enemigo del mes (actualmente Rusia, pero vuelva a comprobarlo dentro de unos meses). Lo que importa es que suficientes personas estén hipnotizadas e infectadas con un virus mental tan poderoso que se extienda hasta que crean que arriba es abajo, que el mal es bueno y que la guerra es paz.
Despertar del estado hipnótico
¿Se puede decir simplemente no a la psicosis de formación de masas? Es mucho más difícil que eso. A menudo, pero no siempre, las personas despiertan cuando toman conciencia del daño que algo les está causando a ellas mismas, a sus familias y a sus seres queridos. Despiertan cuando ocurre algo que les afecta directamente, como el mandato de nuevas normas escandalosas que cierra sus negocios. A menudo se reduce a la experiencia personal, como el troll de Twitter que llama a otros antivacunas malvados y se despierta cuando su propio hijo sufre una lesión por vacuna.
Lamentablemente, muchas personas nunca despiertan, o lo hacen, pero sólo después de que se haya hecho mucho daño a nivel individual y colectivo.
Los desprogramadores de sectas señalan cinco pasos esenciales de desprogramación que funcionan para quienes están bajo el hechizo de la psicosis de la formación masas:
-Desacreditar al líder y a otras figuras de autoridad.
-Presentar ideologías contradictorias y exponer las hipocresías.
-Busque un punto de ruptura cuando la persona parezca estar saliendo de su realidad de lavado de cerebro.
-Fomente la autoexpresión y permita que la persona se abra y exprese su ira, su miedo y sus críticas al culto/grupo.
-Identificación/transferencia: cuando la persona empieza a identificarse con alguien o algo del otro bando y rechaza al líder de la secta/grupo.
Otra forma de romper la psicosis es con humor. Los memes o vídeos divertidos que ridiculizan la hipocresía y la incoherencia de la narrativa captan la atención más que un ensayo serio o un aluvión de hechos. Se trata de conseguir que alguien vuelva a pensar de forma independiente para que pueda unirse a los que ya han despertado o a los que nunca estuvieron dormidos para empezar, y poner fin a la locura.
Esperemos que suficientes personas salgan de su estupor antes del próximo giro de la trama o cambio narrativo, porque una vez que ves esto en acción, no puedes dejar de verlo. Nadie puede controlar una mente despierta.
Marie Jones