La cábala ashkenazi ha creado la psicopandemia: un truman show mundial alucinante

Publié par Contra información sur 16 Décembre 2022, 19:31pm

La cábala ashkenazi que dirige el rebaño humano -con el pretexto de una pandemia inexistente- ha acelerado la transformación de época de la sociedad y de la economía que lleva tiempo planeando. El Foro Económico Mundial, que gestiona la transición, ha sido muy claro: "No poseerás nada, pero serás más feliz". ¿No es ésta la implacable proclamación del "comunismo real", el viejo caballo de batalla del satanismo?

La Agenda ha comenzado sin sobresaltos ni protestas excesivas, basta con mirar a nuestro alrededor para darse cuenta de ello. La aceptación pasiva del bozal, símbolo de los sin rostro y sin derechos, convierte a todo el mundo en una celda de un enorme hormiguero. Se ha convertido en un hábito ineludible, el aspecto más llamativo y visible del cambio.

Pero esto no basta, las relaciones sociales y los comportamientos también están cambiando, quizá de forma más matizada pero igualmente decisiva. El distanciamiento elimina la afectividad, se rechazan los gestos más espontáneos y naturales como un abrazo o un beso en la mejilla, incluso se prohíbe dar la mano. La interacción social queda prácticamente eliminada.

El arresto domiciliario en entornos estrechos e insalubres ha destruido unidades familiares enteras hasta el punto de negar las relaciones de parentesco más viscerales.

La crisis económica ha aumentado la precariedad laboral, destruido pequeñas y medianas empresas, puesto de rodillas a la clase media y forzado el nomadismo laboral. El smart working es la síntesis perfecta: ¡trabajo a destajo que obviamente se pagará en criptomonedas porque la posesión de dinero en efectivo -el último bastión de la libertad- tendrá que ser eliminada!

La amenaza del virus, un enemigo oscuro y temible porque es invisible, desencadena la sospecha y la hostilidad hacia el prójimo, mientras que la denuncia se convierte en la regla de supervivencia.

La vigilancia de toda actividad recreativa con drones, cámaras, reconocimiento facial, archivos, aplicaciones, dispositivos de vigilancia en los tobillos y sistemas de seguimiento tomados prestados del sistema chino de crédito social extiende un manto opresivo sobre toda la población. Las somatizaciones, las enfermedades mentales y los suicidios son la consecuencia directa al premiar a los individuos resilientes y marginar a los sujetos más frágiles y menos productivos.

La era de las urgencias

¿Qué haría usted -si fuera propietario de un rebaño de ganado- si se diera cuenta de que sus animales no sólo corren algún peligro de volverse incontrolables, sino que ahora son demasiado numerosos, viejos, inútiles, obsoletos e improductivos, en resumen, ya no son funcionales para sus fines? A usted le correspondería disminuir a esta población, hacerla servil de nuevo e imponer nuevas reglas para lograr su objetivo. ¡Eso es lo que han hecho y hacen con nosotros!

Todos los animales responden instintivamente a los dos estímulos más poderosos que se les ha proporcionado para controlar su comportamiento: el placer y el dolor (miedo), la zanahoria y el palo, que se han alternado de vez en cuando como método de control de la manada humana.

Esta vez utilizaron el palo con la amenaza más poderosa y segura que existe porque está oculta y es invisible: un hipotético virus, Covid-19.

La agenda organizada y dirigida por las mentes pervertidas y criminales de los falsos judíos asquenazíes que controlan el mundo había comenzado muchos años antes y había sido comunicada regularmente paso a paso al rebaño, de acuerdo con la ley universal del libre albedrío y la libertad de elección. Pero, como suele ocurrir, esta advertencia no fue bien aprovechada.

Llevamos años escuchando las declaraciones del genio del mal, Bill Gates, que abandonó los virus informáticos y los antivirus para dedicarse a la fabricación de virus y vacunas. Programas, investigaciones, ejercicios y acuerdos con las marionetas que gobiernan las naciones han permitido su realización, mientras que unas pocas voces iluminadas fuera del coro han intentado en vano abrir los ojos de la gente. Con la complicidad del Estado profundo estadounidense y de las instituciones chinas, crearon la psicopandemia. A través de los medios de comunicación, nos bombardearon durante días, semanas, meses, 24 horas al día, con imágenes, datos y declaraciones impactantes que presentaban la epidemia como la nueva plaga. Desatar el terror y el miedo en la manada.

Un Truman Show alucinante que parecía no dar ninguna oportunidad a nadie. Cada síntoma natural (resfriado, gripe), cada patología (infarto de miocardio, cáncer, apoplejía, etc.) y cada muerte se atribuían al virus. En Italia, la circular "tachipirina y espera vigilante" del ministro de Sanidad, Roberto Speranza, provocó una masacre de ancianos ya enfermos, alejándolos de sus seres queridos, entubándolos, matándolos e incinerándolos sin que quedara rastro del crimen. Después, las autopsias de sus cadáveres, fuertemente desaconsejadas, dieron lugar a diagnósticos y tratamientos criminales que multiplicaron las muertes.

Dictadura sanitaria

La nueva dictadura sanitaria orquestada por la OMS y dirigida por el psicópata asquenazí Bill Gates y sus compinches se ha impuesto. En Italia -colonia y laboratorio social del Imperio de Occidente- al hacer de la Constitución un residuo, con actos administrativos banales, absolutamente ilegales e ilegítimos, se han abolido las libertades inalienables de la persona.

La orden de " quédate en casa ", en la práctica arresto domiciliario, se cumplió con ferocidad policial gracias al miedo que había invadido el alma de todos. Durante meses, toda la actividad económica se paralizó, creando graves dificultades a naciones enteras, requisito previo para una reorganización revolucionaria de la economía y la sociedad. El bozal para perros inútiles y peligrosos ha sido impuesto como símbolo de sometimiento y censura. Y se convirtió en una marca muy visible e indeleble de una emergencia sanitaria inventada, un fetiche al que los más miserables y desamparados se aferraban con una ilusoria esperanza de salvación.

La pretendida pandemia se utilizó para imponer el control absoluto sobre cada individuo, el distanciamiento social, la pérdida de afectividad, la sospecha, el resentimiento, la denuncia, el acoso. Permitió que se violaran viviendas para separar a personas supuestamente enfermas de sus familias, mientras el mensaje "nada volverá a ser lo mismo" confirmaba el verdadero objetivo de la operación. Además de la propaganda de los medios de comunicación oficiales, se introdujo la censura para frenar el flujo de información y el boca a boca que mientras tanto circulaba por la red. Con el pretexto de evitar los mítines, se impidió cualquier forma de protesta política. Mientras tanto, los objetivos de esta prueba de socioingeniería mundial eran cada vez más evidentes:

- para establecer definitivamente un nuevo orden mundial y poner a prueba el nivel de sumisión que podría imponerse a la manada.

- Realizar la Agenda ID-2020 de la ONU y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible no es más que la imposición de la Identidad Digital ligada a la vacunación masiva y ¡¡¡pasaportes de vacunación!!!

- eliminar de una vez por todas la clase media redibujando el orden social rígidamente dividido entre una ínfima minoría de poderosos y una horda de desesperados reducidos al nivel mínimo de subsistencia

- eliminar a la parte más vieja, frágil, onerosa improductiva de la población

- imponer la posthumanidad educando el terror desde la infancia y la obediencia irracional, provocando alteraciones genéticas con vacunas, reduciendo al individuo a un instrumento heterodirigido controlado por las ondas electromagnéticas de la red 5G, un cyborg desesperado sin alma ni voluntad. Ya no es un individuo, sino una célula de un inmenso superorganismo dirigido por unas pocas entidades superiores...

Esto es para no olvidar!!!

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