Embajador de Estados Unidos en Israel: el sionismo es el 'principio fundamental' sobre el cual se creó Estados Unidos

Publié par Contra información sur 26 Décembre 2022, 14:08pm

Un reciente artículo de apoyo en el JNS intenta argumentar que el compromiso político de Estados Unidos con Israel y el sionismo puede remontarse a sus "principios fundacionales", y no a la confusión de finales del siglo XIX conocido como "cristianismo evangélico", basada en la falsa Biblia de Scofield, financiada por el ultrasionista Samuel Untermeyer.

[Extracto]:

...Como explicó el ex embajador de Estados Unidos en Israel David Friedman en su discurso de aceptación del Premio Guardián de Sión en abril, "el apoyo a Israel es, de hecho, un valor estadounidense por excelencia...". De hecho, la Biblia, gran parte de la cual se basa en el pacto de Dios con nuestros antepasados para asentar, y más tarde restaurar, al pueblo judío en la tierra de Israel, es la base de los principios sobre los que se fundó Estados Unidos”.

Y prosiguió: "Comprender esta conexión entre el nacimiento de Estados Unidos y los valores surgidos de la ciudad de Jerusalén es comprender todo lo que ha sucedido desde entonces. Se trata de entender por qué los peregrinos arriesgaron sus vidas en el siglo XVII para llegar a un nuevo mundo y establecer lo que muchos de ellos llamaban una "nueva Jerusalén".

Se trata de entender cómo trece colonias americanas, todas ellas situadas en la costa este, se extendieron miles de kilómetros en todas direcciones bajo la doctrina del "destino manifiesto", que afirmaba el derecho y el destino divinos de América a habitar la tierra de un océano a otro. ....

...[Es] también para comprender por qué Estados Unidos abrió un consulado en Jerusalén en 1844, 104 años antes del establecimiento del Estado de Israel, cuando el nuevo cónsul general plantó una bandera estadounidense en la Puerta de Jaffa ... y declaró que Estados Unidos de América "extiende por la presente su protección a los judíos de Jerusalén".

" Se trata también para comprender por qué casi todos los estados de la Unión tienen ciudades y pueblos con nombres de ciudades y pueblos del Israel bíblico...". También es comprender por qué el Presidente Harry Truman hizo de Estados Unidos la primera nación en reconocer al renacido Estado de Israel en 1948.

Es también para comprender por qué, en 1995, el Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobaron, por abrumadora mayoría, la Ley de la Embajada en Jerusalén, por la que se reconocía a Jerusalén como capital indivisa de Israel y se ordenó el traslado de nuestra embajada a esa ciudad.

También es para entender por qué todos los presidentes desde Bill Clinton han prometido trasladar nuestra embajada a Jerusalén, o al menos mantener su carácter de capital indivisa de Israel, aunque... solo uno [Donald Trump] ha cumplido su promesa..."

Nunca confíes en ningún judío para que te cuente la historia completa de cualquier cosa: el llamado "cónsul general" que izó la bandera estadounidense en la Puerta de Jaffe de Jerusalén en 1844 era Warder Cresson, un cuáquero evangélico cuyo nombramiento casi oficial no fue rescindido hasta un mes después de que realizara esta maniobra, que representaba sus opiniones personales, no las oficiales de Estados Unidos.

Cuatro años más tarde, en 1848, Cresson se convirtió al judaísmo, cambió su nombre por el de Michael Boaz Israel y se divorció de su esposa estadounidense. Después regresó a Jerusalén, se volvió a casar y trabajó en el desarrollo de la agricultura como medio para mejorar la condición de los judíos. Murió en Jerusalén en 1860.

Como muchos de los primeros cristianos ingleses y americanos, Cresson estaba bajo la perniciosa influencia del judío Menaseh ben Israel, que escribió un libro muy influyente entre los puritanos de Cromwell titulado "La esperanza de Israel", en el que sostenía falsamente que debía permitirse a los judíos que habían sido expulsados de Inglaterra bajo Eduardo I regresar a Inglaterra ("Sión") para propiciar el regreso de Jesucristo.

Como todos sabemos, Cromwell permitió a los judíos volver a Inglaterra - y el retorno de Cristo no se materializó, pero sí la lenta destrucción de Inglaterra y su entrega en manos judías.

Lea "Cronología del genocidio judío del pueblo británico", que ilustra el estrangulamiento kosher gradual y lento -mediante la militarización de su monopolio de la usura- de esta gran nación cristiana.

Menasseh ben Israel también promovió la falsa idea de que los indios nativos de Sudamérica formaban parte de las "tribus perdidas de Israel" - otra argucia que los judíos promueven hoy en día para ocultar la verdadera identidad de estas tribus "perdidas".

Muchos puritanos creían erróneamente que los indios nativos eran parte de esas "tribus perdidas de Israel" - mientras creían que ellos mismos eran Israel y que Etados Unidos era la "Nueva Jerusalén" - no una versión judía de una nueva Jerusalén, como el escritor Michael Collins Piper ha expuesto.

En realidad, los primeros colonos protestantes de Estados Unidos, como Peter Stuyvesant, impusieron considerables restricciones a los derechos de los judíos no deseados en las colonias -al igual que tampoco obtuvieron la ciudadanía en Inglaterra-, pero fueron los británicos quienes concedieron privilegios liberales a los comerciantes judíos en Estados Unidos porque su comercio enriquecía a la Corona.

Y contrariamente a lo que afirma este artículo, en el momento de la fundación de Estados Unidos en 1776, los judíos todavía no tenían todos los privilegios de la ciudadanía - si el sionismo fue un principio "fundador" de América.

En efecto, Estados Unidos tiene muchas ciudades que llevan el nombre de la Biblia, pero no porque la mayoría de los colonos protestantes estadounidenses estuvieran enamorados de los judíos o creyeran en el sionismo, sino porque creían que ellos mismos eran los verdaderos israelitas y que Estados Unidos era la "Nueva Jerusalén".

Y, sí, Harry Truman fue el primero en reconocer oficialmente el sucedáneo de Estado de Israel en 1948, pero sólo después de que los judíos sionistas intentaran asesinarlo por no actuar con la suficiente rapidez para cumplir su agenda oculta.

Y a pesar de que los llamados "judíos" regresaron a Palestina hace más de 70 años, los cristianos evangélicos siguen esperando que ese "milagro" haga que Jesucristo regrese -quizás deberían leer su Biblia para entender por qué esperarán en vano.